Lasana, fértil valle a los pies del rio Loa y a tan sólo 40 kilómetros de Calama, es un verdadero museo al aire libre. Restos arqueológicos, como sus pictoglifos y petroglifos o su pukará, nos remontan a la historia de los primeros habitantes andinos de la región.
Arte rupestre
El director del museo de Historia Natural y Cultural de Calama, Osvaldo Rojas, espacio perteneciente a la Corporación de Cultura y Turismo, lideró un proyecto de registro y difusión del arte rupestre en el valle de Lasana -sector Pona, Descanso el Lucio y Chacras Viejas- con la finalidad de crear un inventario de estas manifestaciones. Para ello se hizo un trabajo descriptivo de los petroglifos y pictoglifos para efectos científicos y turísticos.
Desde este prisma nos cuenta de la riqueza de las manifestaciones en este valle: "La pared ha sido muy bien utilizada porque hay áreas donde prácticamente la roca está llena de arte rupestre. No dejaron espacios para poder hacer nuevas manifestaciones. Inclusive hay algunas que están sobrepuestas, lo que quiere decir que habían una manifestación y sobre esa se puso otra. Claramente la que está abajo es mucho mas antigua. Hay unidades como un sólo elemento pero también hay conjunto y ahí pueden haber dos, diez o mas manifestaciones. En un catastro que se hizo logramos determinar cercano a los 900 manifestaciones en el valle de Lasana, 95% de petroglifos y el resto son pictogramas (pinturas)", dijo Rojas.
Figuras e interpretación
Entre Pona y Chacras Viejas -costado oriental del cajón del valle de Lasana- existen grandes conjuntos de petroglifos y pictoglifos. Los primeros esculpidos en peñascos de liparitas a través de punteados y raspados, en tanto las pinturas fueron hechas con tierra de color o sangre de animal fijada con resinas vegetales. Estas expresiones rupestres muestran escenas de rebaños de llamos y en algunos casos, hombres que los guían. Los que podrían pertenecer a el periodo medio (400 - 900 D.C.) y el tardío (1.000 - 1.553 D.C.) Otros podrían ser posteriores ya que se mostrarían formas equinas.
Según explica Rojas, los Licanantay no tuvieron grandes centros ceremoniales como en otras culturas del Perú, Argentina, donde hay áreas claramente identificadas de culto, que generalmente tenían relación con el agua, con la tierra, el sol. "He visto que esa necesidad de los grandes centros de culto ellos la trasladaron a estas áreas de concentración de arte rupestre. Entonces en determinadas épocas del año, los pueblos se aglutinaban en torno a estas expresiones. Y estas más que ser una manifestación artístico-mágico-religiosas eran especies de umbrales de puertas en las cuales los sacerdotes, podían ingresar al mundo espiritual del hombre andino y traer los mensajes a través de sicotrópicos y alcoholes generando estados de trances para viajar por los muros y traer las noticias, buenas o malas", dijo Rojas.
Resguardo
Los petroglifos están amparados por la Ley 17.288 que resguarda los Monumentos Nacionales en cuya categoría está inserto el arte rupestre o sitios de carácter arqueológico. "Mas que eso yo creo que el mejor resguardo se lo tiene que dar las propias personas que viven allí. Son legados ancestrales que hay que cuidar y mantenerlos para que las generaciones futuras puedan seguir admirándolas, desde el punto de vista estético como también para sacar información de carácter científico. Hoy día nosotros tenemos algunos investigadores que están trabajando en estas materias que seguro van a llegar a alguna conclusión pero no sabemos con qué tipo de instrumentales y qué visiones pueda tener un investigador en cincuenta o cien años más. Que con seguridad va a poder interpretar de otra manera", dijo Rojas.
Asimismo el Presidente de la Comunidad Atacameña de Lasana, Hugo Galleguillos, dijo que años atrás no se les daba el valor que tenían a estos vestigios ancestrales. "Sin embargo ahora tiene más valor, la comunidad está más integrada en este tema. Nosotros los cuidamos. Por ejemplo, el Pukará de Lasana en un momento fue muy destruido pero hoy en día tiene cierre perimetral y una administración".
Conservación
Cabe destacar que estas manifestaciones se han conservado en miles de años y el deterioro que están sufriendo es producto del último periodo. "La gente antigua le tenía mucho respeto a los vestigios de los muertos. En cambio el hombre de hoy dentro del avasallador avance que tiene en distintas materias, sobrepasa esos conceptos filosóficos, entonces le es más fácil, entre comillas, poder borrar estos vestigios del pasado, sin lograr entender el alto significado que ya tiene y que va a tener para los hombres del mañana", comenta Rojas.
Por su parte, el presidente de la comunidad de Lasana, cuenta que "La comunidad hizo algunos caminos para que los visitantes pudieran acercarse más a los petroglifos y poder verlos. De hecho, ahora hay un monitor de la municipalidad que recorre y reporta diariamente o día por medio si hay daños o cambios. Eso antes no se hacía".
"Ahora hay un monitor de la municipalidad de Calama que recorre y reporta diariamente o día por medio si hay daños o cambios. Eso antes no se hacía".
Hugo Galleguillos
Presidente comunidad de Lasana
"La pared ha sido muy bien utilizada porque hay áreas donde prácticamente la roca está llena de arte rupestre. No dejaron espacios para poder hacer nuevas manifestaciones".
Director del museo de Historia Natural y Cultural de Calama