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El millonario negocio de los derechos de agua en la región

complicación. La situación hídrica de la región de Antofagasta es una de las más complejas en Chile. Con la escasez permanente, el precio de los derechos de agua es el más alto del país. Empresas mineras y agricultores enfrentan el mismo desafío, pero sin las mismas armas.
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¿Cuáles son los dos puntos comunes entre una palta y un cátodo de cobre? Por un lado, son dos productos que Chile exporta masivamente; por otro lado, ambos necesitan importantes cantidades de agua en su proceso de producción. Así se puede entender fácilmente la importancia estratégica del manejo de los recursos hídricos para que Chile mantenga su competitividad económica internacional.

Lo anterior es aún más obvio en la región de Antofagasta, ya que cuenta con la mayor producción de cobre y los menores recursos hídricos del país. Mientras que Chile dispone de un promedio de 54.000 m3 por persona al año, la Segunda Región solo tiene una disponibilidad de 52 m3 por persona al año, según cifras de la Dirección General de Aguas.

Pero en 1981, cuando se aprobó el nuevo Código de Aguas, el Estado entregó de forma gratuita más derechos que los recursos hídricos realmente disponibles.

Según Alex Covarrubias, decano del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad Católica del Norte y especializado en hidrología, se entregaron tres veces más litros por segundo en derechos, que lo existente en recurso.

Y ocurrió lo lógico: con el tiempo la extracción de agua en varias zonas de la región de Antofagasta tuvo que ser restringida y en 2001 se declaró agotada la fuente de la cuenca del Río Loa.

Para el senador Pedro Araya, la situación del agua en la Región de Antofagasta es extremadamente crítica producto del abuso que ha existido y por la sobreexplotación de las distintas cuencas. "Uno de los responsables de esa situación es la minería, ya que es una industria intensiva en el uso del agua, lo que ha llevado a un agotamiento de los distintos acuíferos de la región. Ha tenido diversas repercusiones, especialmente en la agricultura y el pastoreo, de los distintos pueblos del interior".

La región de Antofagasta también se destaca como una excepción en Chile por la repartición del uso del agua. A nivel nacional, la agricultura consume alrededor de 75% de los recursos hídricos. En la región de Antofagasta es la industria minera la que utiliza un 70% del agua, mientras que la agricultura ocupa un 13%.

Agricultura

Los agricultores de la región conocen bien esta competencia con las empresas mineras por los recursos hídricos. Con la escasez creciente, sobre todo de aguas superficiales, las minas buscan nuevos derechos de aprovechamiento y tienen dinero para ello. Es como David contra Goliath, pero David no tiene oportunidad de ganar.

Esteban Araya es presidente de la Asociación de Agricultores de Calama y no es optimista cuando describe la situación de la actividad agrícola calameña, la cual tiene una fuerte reputación e identidad sobre la producción de distintas variedades de choclo.

"El oasis de Calama se ha ido restringido cada vez más por el tema de la construcción, pero también porque se venden los derechos de agua. Hay un mercado informal donde personas compran derechos de agua y los revenden a otro precio a empresas. Eso nos ha perjudicado, porque por un tema económico varios agricultores tuvieron que vender sus aguas, entonces no hay una continuidad de la agricultura. A veces me parece que el Estado dice que es más importante un litro por segundo para la minería que para la agricultura o para el consumo humano. Debería ser todo al revés", recalca el agricultor.

El corazón del problema parece radicar en el mismo Código de Aguas. Cuando en 1981 el Estado entregó de forma gratuita derechos de aprovechamiento de agua (DAA), creó un mercado donde estos derechos podían ser sujetos a transacciones como una mercancía. Sin pagar un peso por ello, particulares quedaron en posesión de un bien que en un futuro podía volverlos ricos.

Negocio

Según un informe del Banco Mundial de 2011, titulado "Diagnóstico de la gestión de los recursos hídricos en Chile", entre 2005 y 2008 el precio promedio de una transacción de DAA en la región de Antofagasta fue de US$ 1,6 millón, el más alto del país. En ese periodo, hubo más de 150 transacciones de derechos de agua en la Segunda Región, por un total de US$240 millones.

En este marco se puede entender que aparezcan en este mercado, negocios que no tengan nada que ver con el uso del agua. Es decir particulares que compran DAA sin otra meta que venderlo a otro precio.

"Es la regla del mercado, y ese es la principal deficiencia", subraya Rubén Gajardo Chacón, decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Antofagasta. "Cuando concurren varios interesados en unas mismas aguas, se subastan las aguas. No es el mejor proyecto de uso de agua, sino es el mejor postor el que gana. No hay prioridad", concluye.

Sin embargo, en 2005 se implementó una reforma del Código de Aguas con la meta de proteger los intereses colectivos. Según Chacón, esta reforma fue bastante ambiciosa pero terminó siendo mediana. Entre otras cosas, incorporó el pago de una patente por no uso del agua, para limitar los fenómenos de especulación.

Fiscalización

En este escenario, controlar los recursos hídricos y el comportamiento de los propietarios de derechos de agua es la misión de la Dirección General de Agua (DGA). Para eso, su director regional, Norberto Portilla, explica que las herramientas son varias.

"En el Río Loa, tenemos varias estaciones satelitales que permiten indicar el caudal de forma instantánea. Uno puede ver cuánto nace de la Cordillera, y a medida que va bajando el agua, va descontando los derechos de agua. Si hay una irregularidad, mandamos al fiscalizador al área determinada", argumenta Portilla.

Pero la DGA no tiene más de una persona para fiscalizar el uso del agua en toda la región, que es la segunda más grande del país. "Estamos con un recurso bajo pero en vía para el próximo año de aumentar la capacidad de personal", recalca. Mientras tanto, la DGA se basa sobre todo en las denuncias de la misma comunidad: "La región de Antofagasta es tan grande que nuestro ojo depende mucho de la gente".

Desde hace algunos años, varias iniciativas ciudadanas o políticas, intentan enfrentar las mayores falencias de la gestión del agua en la región de Antofagasta pero también en todo el país. El senador Pedro Araya lleva desde algún tiempo un trabajo en conjunto con senadores de otras zonas de escasez para proponer una reforma constitucional.

"Ratificamos que el Estado tiene el dominio exclusivo e imprescriptible de todas las aguas, incluidos los glaciares, sin perjuicio de las excepciones legales y de reconocer o conceder su uso y aprovechamiento a particulares de acuerdo a la ley. Es necesario que el Estado tenga las herramientas necesarias para el manejo integrado de cuencas y de los acuíferos para armonizar su uso y acceso en forma participativa; y establecer los requisitos mínimos para garantizar este derecho, las prioridades de uso de las aguas, favoreciendo el consumo humano, así como las condiciones para adquirir, ejercer, restringir y caducar los derechos otorgados sobre ellas", detalla Araya.

Hoy, no se puede entregar más derechos de agua sobre recursos superficiales, pero tampoco es fácil para la DGA evaluar la disponibilidad de los recursos subterráneos. Norberto Portilla, explica que "para nosotros, hacer una perforación para evaluar la cantidad de agua subterránea implica 500 millones de pesos. La región es muy grande, entonces hacer esa cantidad de hoyos sería una gran cantidad de plata".

Alex Covarrubias, hidrólogo de la UCN, recalca que el agua no es ilimitada. "Son reservas que están ahí, pero se van a agotar en algún momento. Eventualmente muy rápido".

Gobierno explica la reforma educacional en Feria Rotativa

actividad. Los locatarios y visitantes aprovecharon instancia para conocer recursos para la comuna en 2015.
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Entre los primeros duraznos de la temporada, las apetecidas reinetas y tomates con precios al alcance de todos los bolsillos, anduvo también la Reforma Educacional en la tradicional Feria Rotativa que se instala cada sábado en el sector de villa Ascotán.

Protagonistas de la actividad fueron el gobernador de El Loa, Claudio Lagos, junto con los seremis de varias carteras que a media mañana y con un legajo de impresos bajo el brazo -"Sofía aprende con todos"-, enfilaron rumbo al corazón de la feria para conversar con el público los contenidos del nuevo modelo educativo.

La presencia de la comitiva de gobierno por el populoso centro comercial, fue positiva y así lo graficó el gobernador Lagos. "Nuestra labor con la gente no se atuvo a volantear impresos, sino encomendamos a la gente a empaparse de los contenidos de la reforma y a responder dudas puntuales que ellos tienen", apuntó.

El seremi de Medioambiente, Ramón Aristegui, resaltó que "estamos reforzando el trabajo en lugares masivos como esta feria que concentra parte importante de la población calameña, para que a la vez, este público sea portavoz en sus casas de las bondades de la reforma para sus niños".

Carmen Foronda, directora provincial de Educación, destacó la conjunción de esfuerzos. "Yo remarco el sentido de equipo, la articulación entre la distintas carteras para promover una reforma que, sabemos, es clave para transformar el país desde la base", señaló.

El paso del gobernador provincial de El Loa y seremis a lo largo de la Feria Rotativa de Calama, permitió también al público formular consultas de otra índole, como, por ejemplo, la referida a las inversiones del Gobierno para la comuna en los próximos años y que, como respondió el gobernador Lagos a un locatario, bordea los 15 mil millones de pesos para el año entrante, en proyectos de desarrollo para la ciudad.