Era de suponer. Hay una máxima que dice que los chilenos dejamos todo para última hora. Bueno, los calameños también, porque ayer los principales centros comerciales y ferias de la comuna estaban francamente abarrotados de gente para alcanzar alguno de los últimos regalos que quedaban a disposición. La locura navideña llegó con todo a la capital provincial de El Loa y seguro seguirá, porque luego viene el proceso de cambio de productos, que les dará más de algún dolor de cabeza a los vendedores.