Muchos niños calameños se levantaron ayer con una sonrisa de oreja a oreja tras haber recibido antenoche el cariño de sus familias y el regalo esperado de Navidad.

Así fue que no se demoraron nada en salir de sus casas para lucir sus bicicletas, piscinas, motos de cuatro ruedas y diversos juguetes que les servirán para entretenerse durante estas vacaciones de verano.

Sin embargo, la idea es que los padres puedan entregarle amor a sus hijos y el regalo que desean en esta festividad, pero sin incurrir en gastos que luego serán bastante difíciles de cubrir. El verdadero sentido de la Navidad es el amor, compartir con la familia, recibir un abrazo, tener una buena conversación. Esas son las cosas que verdaderamente perduran en el tiempo, incluso para los más pequeños de la casa.