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Doscientos indigentes recibieron un especial almuerzo navideño

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Por quinto año consecutivo, la agrupación Auxilio Vida compartió un almuerzo con cerca de 200 personas en situación de calle, los que cada 25 de diciembre son invitados a compartir en esta actividad que es realizada por los voluntarios en coordinación con la Diócesis de Calama.

Con un menú de camarones, puré de paltas, bebidas y sandías, los beneficiados de este almuerzo comulgaron y tuvieron una amena jornada, donde compartieron la mesa con los voluntarios y también oraron por todos quienes han hecho de la calle su hogar.

"Ésta es una obra en la que muchos colaboran desinteresadamente y que cada 25 de diciembre nos motiva a entregar este pequeño gesto a quienes padecen el olvido y también del menosprecio de la sociedad. Es lo mínimo que podemos hacer por nuestro prójimo", explicó Nélida Pizarro, coordinadora de la actividad.

Desde temprano los voluntarios ornamentaron el sector que está frente a la catedral San Juan Bautista. Prepararon cubiertos, manteles y con una imagen del niño Jesús dieron la bienvenida a cada uno de los invitados que tuvieron la oportunidad de celebrar y comer un almuerzo en compañía de todos los miembros de Auxilio Vida.

APOYO

Tras la celebración de la Santa Misa, fueron muchas las personas que se unieron a la actividad, compartiendo experiencias, aportes para el almuerzo y, de igual forma, se unieron a las conversaciones entabladas en la ocasión.

"Ésta es una hermosa experiencia de amor al prójimo, donde compartimos un momento de nuestro tiempo para escuchar, amar y servir a los que sufren. Estos pequeños gestos son parte del verdadero sentido que tiene la Navidad, el que debemos aprovechar y atesorar", dijo Jacqueline Rauld, una de las voluntarias de la agrupación Auxilio Vida.

Sin precisar el número de aportes o los nombres de quienes hacen posible esta actividad cada 25 de diciembre en los últimos años, Nélida Pizarro agradeció "el compromiso, la voluntad y el cariño a quienes de manera anónima, particulares y amigos de esta causa, hacen posible que se desarrolle y cumpla con nuestros hermanos que se encuentran abatidos en las calles, los que muchas veces quieren ser escuchados y que alguien comparta con ellos aunque sea una charla", dijo la voluntaria que espera continuar con esta actividad en los próximos años.

Niños loínos se lucieron con juguetes recibidos en Navidad

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Como es tradición tras la Noche Buena, niñas y niños salen a lucir los regalos recibidos, en compañía de sus padres lo hacen en parques y plazas de Calama, donde disfrutan de juguetes, pelotas y bicicletas, como parte de esta tradición en Navidad.

Uno de los puntos escogidos por padres e hijos para disfrutar de los regalos fue la plaza 23 de Marzo, donde la mañana de ayer se podía contemplar a los más pequeños montando en bicicleta, jugando a la pelota o maniobrando juguetes a control remoto.

Francisco Rojas, un niño de 7 años, se animó a decir que "estoy muy contento porque me llegó mi autito a control remoto y otras cosas más. Ahora lo estoy probando y me siento feliz de tener uno de éstos", dijo el alegre menor que disfrutó su regalo en compañía de sus padres en la plaza comunal.

Marcela Fuentes, en tanto, una niña de 9 años, pedaleó en su nueva bicicleta por la plaza 23 de Marzo. Lo hizo por cerca de dos horas y bajo la mirada de su padre, disfrutó de su regalo. "Es muy linda mi bicicleta y estoy muy agradecida por tener una", dijo tras parar un momento para refrescarse, luego darse una serie de vueltas por el lugar.

VIDEO JUEGOS

Lejos de plazas y parques, hubo un grupo de niños que en la comodidad del hogar se divirtieron con sus videojuegos. Camilo Irarrázabal disfrutó hasta la madrugada con su consola "jugando y desafiando a partidos de clubes a mi hermano mayor", explicó el niño de 12 años, que vibró con jugadas del Barcelona, Universidad de Chile y otros equipos que presenta el juego.

Quien también gozó con su nueva consola fue Hernán González. Recibió también "juegos de fútbol y de estrategia que espero tener por mucho tiempo y compartirlos con amigos y primos a los cuales invitaré a visitarme en estas vacaciones", contó el menor de 10 años, el que quedó feliz de recibir este regalo.

Pese a que ayer fue día feriado, hubo algunos comerciantes que abrieron sus tiendas y locales para aquellos que no lograron adquirir regalos para Noche Buena. Principalmente y las más visitadas por los calameños fueron las ferias navideñas, las que atendieron con normalidad y con bastante público que las visitó para llevarse también las rebajas y ofertas.

Con novedades, juguetes de todo tipo y también edades, los niños loínos disfrutaron ayer de un día especial, con la alegría de poder celebrar una Navidad en compañía de sus padres y amigos, lo que es parte de la magia de estas celebraciones, en las que Calama no fue la excepción.