Para muchos jóvenes el salir de clases implica tiempo libre y sin preocupaciones, pero para otra cantidad importante es una oportunidad para trabajar, juntar dinero y cumplir sus objetivos, los que pueden ser a corto plazo como salir de vacaciones o más relevantes, como pagar la matrícula y algunas mensualidades de las carreras que están estudiando.
El sector más demandado en esta época es el retail, nicho que comienza a necesitar de estos nuevos trabajadores en diciembre, para la época de navidad y luego en enero y febrero para apoyar la temporada escolar.
Paris
Esta es una de las tiendas que recibe jóvenes mayores de 18 años, actualmente tiene contratados a nueve, sin considerar los que están ahí en representación de algunas marcas de productos.
Benjamín Villarroel tiene 18 años y estudia Psicología en Calama, su primera experiencia laboral fue el año pasado en un pub, pero este verano se decidió por ser apoyo de ventas. "Empecé a trabajar el 9 de enero en Paris, el objetivo es tener dinero para vacacionar y pagar la matrícula. Es cansador, más cuando a uno le gusta salir de noche, pero la experiencia es muy buena".
Un comentario similar tiene su compañero Yeril Ventura (21), quien a pesar de no tener necesidad económica decidió empezar a trabajar por primera vez. "Esto lo hago para tener dinero para mis vacaciones, ya que tengo una beca que paga mis estudios. Es una muy buena experiencia, porque además uno desarrolla su responsabilidad".
En tanto, para Dámaris Herrera (20) esta no es una experiencia nueva, ya que comenzó en 2011 a trabajar, "en ese tiempo fue por tiempo completo, hasta 2014 que comencé a estudiar técnico en enfermería en La Serena. Tener un empleo te da más responsabilidad e independencia, porque no hay que pedirle a los papás; con la plata que junte ahora me alcanzará para la matrícula y los dos primeros meses, luego me voy y tendré que buscar un nuevo trabajo que se complemente, aunque sea los fines de semana, para seguir estudiando".
La jefa de personal de Paris Calama, Katherine Rojas, explicó que comienzan a reclutar personal en diciembre, haciéndoles contrato por un mes, luego abren nuevamente las postulaciones para contratar para la temporada escolar, que es desde la primera semana de enero hasta el 28 de febrero.
"Básicamente se desempeñan en el cargo de ordenadores y asistente de ventas, viendo la reposición de la ropa y ayudar a los clientes. Cumplen con turnos de 5x2, nueve horas diarias con dos horas de colación", comentó.
En esta tienda se contratan sólo mayores de 18 años, quienes generalmente están por entrar a la universidad o se encuentran cursando su primer año.
Ripley
Daniela Vilca (18) ya tiene experiencia, por lo que este verano no dudó en postular. "Es una experiencia buena, es muy grato trabajar. Busqué este empleo porque necesitaba hacer algo y tener plata, la que quiero juntar para estudiar más adelante, porque salí el año pasado del colegio".
Su compañera, Fernanda Parada (19), pasó a cuarto medio y a pesar que sólo trabajará en enero, argumentó que "es una muy buena experiencia. Cuando uno viene a la tienda desordena todo y no se da cuenta que hay personas que se deben esforzar por mantener todo en orden. Se conoce más gente que tiene el mismo objetivo que uno".
Por su parte, el gerente de la tienda Ripley, Joaquín San Fuente, dijo que abrir las puertas a los jóvenes no sólo se hace durante el verano, sino también durante el año para las prácticas profesionales.
"Este negocio siempre necesita del refresco de nuevas mentes para irse desarrollando y por otro lado nosotros también queremos el crecimiento de Calama, para que no sólo sea el monoempleo de la minería. Es bueno que conozcan el retail y puedan visualizar que hay más oportunidades en la ciudad", planteó.
Empaquetadores
Este es otro de los escenarios laborales en los que se mueven los jóvenes, si bien no es una actividad que se concentre en verano, congrega a una cantidad importante. En el supermercado Líder hay 250 que pertenecen al Sistema de Empaque Universitario, el que los coordina y uniforma, para darle más seriedad al trabajo.
Asley Canivilo (22) comenzó a los 18 años en este rubro para quitarle el gasto que implicaba para su familia su traslado y ciertas necesidades. "Una de las cosas que dice mi papá es que uno se acostumbra a ganar dinero y después no quiere estudiar, pero si se sabe llevar es un gran apoyo. Este trabajo no es agotador, porque tenemos tres turnos de tres horas y media, los que pueden ser en un día o durante la semana".
Junto a ella está Carlos Arteaga (22), estudiante de Ingeniería en Minas que defiende este rubro considerando la comodidad que entrega, "es ideal para los que estudiamos y queremos independizarnos de nuestros padres. Quien entra a esto y sabe guardar su plata puede alcanzar el sueño que quiera".
Trabajo
El director regional del Trabajo, Rubén Gajardo, explicó que estos jóvenes, tal como cualquier persona que realiza una actividad remunerada bajo condiciones de subordinación y dependencia, deben tener un contrato de trabajo, indistintamente del tiempo a ejecutarlo, donde "debe estar escriturado cuáles son sus derechos y obligaciones, además de las estipulaciones mínimas como remuneración, jornada de trabajo, lugar y naturaleza de los servicios".
En tanto, cuando son menores de edad deben tener más de 15 años, contar con la autorización de los padres o un tutor, no podrán trabajar más de 30 horas semanales, acreditar que están estudiando y no podrán ejercer fuerzas excesivas, entre otros varios aspectos.