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"Quiero reencantar a mi pueblo atacameño"

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Desde niña, Lore Vilca, se sintió atraída por la poesía y la declamación. Si bien nunca dejó su pasión, desde el 2005 se dedica a la poesía de manera profesional, participando en diversos encuentros culturales y festivales, realizando talleres de poesía infantil y escribiendo versos inspirados en su pueblo Lican Antay. Para este 2015 relanzará su último trabajo "Cara cara mamá" donde une el canto y poesía que entrelaza frases en español y kunza.

En esta entrevista nos cuenta sus comienzos, sus sueños y las dificultades que ha tenido que enfrentar en un campo artístico que cada vez es más acotado.

Sus comienzos

-¿Cómo nació tu gusto por la poesía?

Nací en una familia de artistas. Mi mamá es la creadora del himno atacameño, mi hermana es cantante profesional. Toda mi familia está ligada al arte, especialmente la música. Tengo primos productores, en fin. Pero ninguno de ellos es poeta. De muy chica me enseñaron a cantar, mi mamá quería que fuera cantante y yo me rehusaba. Participé en un festival de canto, lo gané pero yo quería recitar.

Yo casi ni me acuerdo cuando empecé, pero si recuerdo que recibí el apoyo de mis profesores de primero básico y de ahí siempre pura poesía.

-¿En qué te inspiras?

Empecé a crear muy pequeña, de niña. No me daba cuenta de cuál era mi inspiración. Yo le escribía a mi pueblo. cuando me doy cuenta que esa es mi fuente de inspiración, ya fue de grande a los once o doce años. Ahí le tomo el valor, y doy a conocer por primera vez una poesía públicamente, eso fue a los doce o trece años. Esa poesía se llama "Pupurlana". En ese tiempo no tenía integrado el kunza, el título original se llama "Mi muñeca". Fue después que le integré el kunza, fue primero para darle un plus y también fue de forma inconsciente, como para maravillar a la gente.

Desafíos

¿Qué es lo que más te ha marcado dentro de tu carrera?

Ser una mujer indígena, en esta sociedad urbana. Creo que me ha marcado el hecho de la integración a la sociedad. Vengo de la familia muy arraigada a su pueblo, con tradiciones y costumbres y a veces darme cuenta que hacer lo que nosotros cotidianamente hacemos en nuestra sociedad es cruel. Yo soy profesora y un día equis hice una agradecimiento a la pachamama y me miraron raro. Eso me ha pasado, también me ha marcado mucho la discriminación. Sin embargo debo decir que no sólo he sido discriminada por la sociedad urbana, sino que también por la sociedad indígena. El año pasado fui muy maltratada y entré en una depresión muy grande. Parte de mi pueblo me hizo una persecución, analizaron mi trabajo a mi espalda, mandaban cartas para que no me contraten, porque no estaban de acuerdo con lo que hacía.

-Entonces, ¿este año lo tomas como un renacer de tu carrera?

Si, me costó mucho superarlo. He pasado muchos penas. Quise reconciliarme con el tema. Hace dos años estoy trabajando en un nuevo proyecto de musicalizar mi poesía, mis letras y hacerlas más popular. Yo quería que mi poesía se escuchara en la radio, y dime ¿Quién va a escuchar poesía en la radio?

-¿Ese es tu desafío para el 2015?

Tengo muchos desafíos. El primero es reencantar a mi gente atacameña, lo demás vendrá solo. Por eso estoy haciendo una gira, con la Fundación de Cultura y Turismo de San Pedro de Atacama, a quienes agradezco por brindarme todo su apoyo. Con ellos estoy viajando por los pueblos, ya hemos ido a Peine y Socaire con el Festival Itinerante Ecos de Atacama. Es muy hermoso estar con la gente in situ y mostrarles lo que yo hago. La poesía es complicada de insertarla pero ha tenido bastante aceptación.

-¿Se te ha hecho difícil ser poeta?

Cuando uno nace cantor, muere cantando (risas). Es algo que fluye que uno lo lleva en la sangre. Es algo innato. Pero te cuento que los más críticos son de mi familia. Un día un tío me dijo que le escribiera una poesía con una frase que me pasó. Yo agarré el lápiz, miré la frase y no pude escribir la poesía. O sea, esa cosa que esté condicionada a algo, no. Mi poesía es libre, natural. También tengo mis mañas, tengo que sentirme con ganas de escribir. Hago un retiro espiritual, me voy a mi pueblo y escribo al lado del río o en las faldas del volcán.

Obstáculos

Nuevas generaciones. ¿Los ves interesados en la poesía?

Muchísimo. Yo creo que la falta de recursos para desarrollar talleres de poesía es una de mis grandes penas. En marzo del año pasado me empezaron a llegar peticiones para que enseñe en las escuelas. Yo he estado con los niños del Liceo Luis Cruz Martínez, con niños de la E-32 pero faltan recursos para hacer talleres y hay muchos que les gusta la poesía. El año pasado ocupaba las dependencias del Café Arte para hacer poesía infantil, llevaba grupos de niños de Calama a recitar y ese espacio falta.