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La epicondilitis y el dolor lumbar, las dos lesiones más asociadas al trabajo

IMPACTO. Un tercio de los trabajadores chilenos presenta problemas en sus codos y espalda debido a la ejecución de tareas repetitivas. Este último es la mayor causa de ausentismo lboral del país ¿Qué hacer para evitarlos?

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Los trastornos músculo-esqueléticos relacionados al trabajo (TMERT) implican un impacto altamente negativo en la calidad de vida de los trabajadores, además de elevados costos en producción y en pensiones de invalidez.

En Chile, la epicondilitis lateral y el síndrome de dolor lumbar son dos de los más frecuentes y, según estudios realizados por las mutualidades, más de un tercio de los trabajadores activos admite haber hecho uso de licencias médicas por este tipo de patologías. Al respecto, se ha descrito al síndrome de dolor lumbar como la principal causa de ausentismo laboral en nuestro país.

Epicondilitis lateral

Clínicamente se caracteriza por la pérdida de la fuerza muscular, dolor e impotencia funcional en el codo afectado, debido a la inflamación de las inserciones proximales de los músculos del aspecto más lateral de dicha articulación.

Según el kinesiólogo Sergio Sandoval Alarcón, especialista en terapia manual artro-neuro-músculo-esquelética y profesor de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Valparaíso, este trastorno se desarrolla a partir de la cuarta o quinta década de la vida, debido a tareas ocupacionales repetitivas que generan una tendinopatía de los músculos supinadores del antebrazo, principalmente en el extensor radial corto del hueso carpo, debido a extenso-supinaciones repetitivas de la mano.

El profesional precisa que existen labores ocupacionales que requieren de movimientos repetitivos tanto de pronosupinación resistida del antebrazo como de flexo-extensión forzada de la mano (operación de maquinaria, reparación mecánica, carpintería, curtiduría, albañilería y empaque) y actividades deportivas como el tenis (de allí su antigua denominación "codo de tenista") que pueden provocar el cuadro.

Los casos más severos de epicondilitis lateral pueden asociarse a un síndrome cérvico-braquial o a un síndrome miofascial de toda la extremidad superior y la región cervical. El tratamiento de la epicondilitis lateral puede focalizarse en el uso de anti-inflamatorios no esteroidales y nitroglicerina local de uso tópico, infiltraciones locales con dextrosa o con corticoides, inmovilización relativa del codo afectado, crioterapia y compresión local, fisioterapia, estiramiento muscular específico, terapia manual y osteopatía.

Se ha comprobado que la realización de elongaciones regulares y periódicas de los músculos del antebrazo, especialmente durante pausas laborales, es de gran ayuda a la hora de prevenir la aparición de esta patología.

En cuadros más severos, llamados recalcitrantes, se recomienda evaluar la posibilidad de la intervención quirúrgica.

dolor lumbar

Otro de los trastornos musculo-esqueléticos más comunes asociados al trabajo es el síndrome de dolor lumbar. Según el kinesiólogo Leopoldo Galindo Ponce, magíster en Enseñanza de las Ciencias y también docente de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Valparaíso, es posible identificar claramente la causa del dolor lumbar sólo en un 15% de los casos.

Sin embargo, casi la totalidad de estos síndromes se relacionan con actividades laborales, como el levantamiento manual de cargas pesadas, movimientos repetitivos, vibraciones de baja frecuencia, posturas mantenidas, insuficiente tiempo de recuperación después de una tarea y desadaptación física.

En la actualidad, este cuadro se asocia también a factores como el hábito tabáquico, el estrés, trastornos ansioso-depresivos, neurosis ocupacional e insatisfacción laboral.

El kinesiólogo de la UV asegura que el desconocimiento de la causa precisa del síndrome de dolor lumbar dificulta cualquier tratamiento. Por eso, un diagnóstico temprano y certero aumentará las posibilidades de éxito en el tratamiento. A su juicio, el abordaje de estos trastornos debe enfocarse en la intervención de los factores modificables involucrados en su origen, para evitar que una pequeña molestia se convierta en una patología crónica.

En algunos casos, el origen de este síndrome es la discopatía lumbar; un trastorno degenerativo de los discos intervertebrales de la columna lumbar, producto del proceso normal de envejecimiento.

A partir de la tercera década de vida, estas estructuras experimentan una progresiva deshidratación y, por ende, un deterioro en su elasticidad y resistencia, disminución de los espacios intervertebrales y un aumento en el roce de las vértebras entre sí, inestabilidad articular, inflamación de los nervios espinales y dolor lumbar.

Entre las diferentes posibilidades terapéuticas se encuentran el reposo relativo, los analgésicos, los anti-inflamatorios y relajantes musculares, fisioterapia, kinesiterapia, terapia manual ortopédica, osteopatía, entrenamiento funcional y acondicionamiento físico, siempre prescritos y aplicados por un profesional competente y debidamente certificado.

El mejor tratamiento de una lesión es su prevención. Por eso, la evaluación biomecánica y la intervención ergonómica se convierten en herramientas fundamentales para el diseño y rediseño de los diferentes puestos de trabajo y actividades productivas, a fin de limitar o modificar la realización de los movimientos y gestos productores de tales trastornos músculo-esqueléticos. Una de las estrategias de reducción del riesgo de desarrollar este tipo de afecciones es el correcto entrenamiento ergonómico.