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La radiación UV: El enemigo silencioso de la piel

Impacto. La radiación ultravioleta cada día tiene una mayor incidencia sobre la Tierra producto de la disminución de la capa de ozono.
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La radiación solar produce una serie de efectos positivos en el organismo: incrementa los niveles de vitalidad, induce una sensación de bienestar, estimula los procesos circulatorios y metabólicos y propicia la formación de vitamina D, encargada de regular el paso del calcio a los huesos.

Expertos señalan que para lograr esta sensación de bienestar solo es necesaria una pequeña dosis de luz solar. Por el contrario, cuando la exposición a la radiación solar es excesiva, comienzan los problemas para el organismo.

Dentro de la radiación ultravioleta, los rayos UVA y UVB están implicados en las lesiones patológicas de la piel.

De la radiación ultravioleta el 95 por ciento son rayos UVA y el 5 por ciento son UVB. Los rayos UVA son los que llegan hasta la dermis profunda provocando las manchas, arrugas y envejecimiento de la piel, mientras que los UVB se quedan en la superficie de la piel (epidermis) siendo los responsables de enrojecimientos y quemaduras.

efectos

Según la químico farmacéutico Georgina Sánchez, quien dirige el Laboratorio de Fotoquímica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Valparaíso, los rayos UVA son la causa fundamental de muchos efectos adversos, entre los que se puede mencionar la inmunosupresión (disminución de los mecanismos de defensa del organismo) y las lesiones crónicas inducidas por la luz solar, como el envejecimiento acelerado (fotoenvejecimiento) y la elastosis solar (pérdida de la elasticidad y firmeza de la piel). También son responsables de la formación de radicales libres y de reacciones de fotosensibilidad (fototóxicidad y fotoalergia) cuando al ingerir ciertos medicamentos el paciente se expone al sol.

La química farmacéutica continuó precisando que por su parte los rayos UVA y UVB penetran en las capas celulares de la epidermis y son la causa principal de quemaduras solares. No obstante, en ambos casos se puede producir un eventual daño en el ADN y la aparición de cáncer de piel, este último como el efecto más severo.

Es así como en zonas expuestas a una intensa radiación solar se pueden suprimir funciones inmunológicas de la piel, lo que podría desencadenar efectos oxidativos de las células y agravar un cáncer a la piel en personas susceptibles. Y en el peor escenario pueden generarse un exceso de radicales libres que provocaría una seguidilla de eventos que podrían propiciar un deterioro progresivo de las estructuras y funciones celulares.

Fenotipos

Siguiendo sus palabras de la especialista, existen siete tipos de piel siendo la I, II y III las más claras y que no se broncean (se enrojecen). La clasificación numérica va en ascenso a medida que la piel es más oscura, llegando al fenotipo VII, que correspondería a la piel de una persona afroamericana.

En este punto la profesional sostuvo que la pigmentación de la piel depende de la melanina. Ésta actúa además como un cromóforo (compuestos que absorben luz), por ello tiene la capacidad limitada de filtrar la radiación ultravioleta.

"Esto explicaría por qué las pieles blancas son más propensas a desarrollar cáncer de piel, fotoenvejecimiento, reacciones fotoalérgicas, inmunosupresión en comparación con las pieles más oscuras", expresó.

El fotoenvejecimiento se produce por un daño acumulativo en la piel, aseguró la académica.

"Afortunadamente el organismo tiene la capacidad de reparar el daño causado por el sol, pero de manera limitada. Por lo tanto, cada deterioro que el organismo no logra reparar se va acumulando. Así aparecen arrugas profundas, se pierde la elasticidad de la piel y se reduce la síntesis de colágeno, que como se ha visto disminuye después de ocho horas de exposición al sol", advirtió la químico farmacéutica.

La profesional hizo un llamado para que se tome conciencia respecto del daño que provoca la exposición prolongada, en especial en horas de alta intensidad de rayos UV (de 11:00 a 16:00 horas), a pesar que la información está disponible. A modo de ejemplo consignó: "Una persona de piel blanca que se expone frecuentemente al sol va a envejecer bastante más rápido que otra de piel oscura, aunque se expongan a igual dosis de intensidad de rayos UV y duración de tiempo".

Bloqueadores

De ahí la necesidad del uso permanente de bloqueadores solares.

Si bien los bloqueadores solares funcionan como filtros, no lo hacen en un 100 por ciento. Aquellos con factores más altos llegan hasta un 96 y un 98 por ciento (factores 30 y 50). Por lo tanto, siempre hay un porcentaje que está absorbiendo la piel", volvió a advertir la académica.

"En otras palabras lo que hacen los protectores es que si una persona que demora 10 minutos en enrojecerse por el sol podrá, con un factor 30, por ejemplo, retardar ese proceso por 1 a 2 horas, siempre y cuando aplique abundantemente el producto", indicó.

La académica recomendó protegerse de igual manera en días nublados, dado que la radiación ultravioleta de la misma forma traspasa las nubes y se refleja además en la arena, el agua y el pavimento", dijo la profesora Sánchez.

Finalmente, Georgina Sánchez indicó que es importante tener presente que los autobronceantes no protegen la piel de la radiación UV, sino solo, mediante colorantes u otros ingredientes, crean un oscurecimiento artificial pero sin que ello genere protección a la misma. Y llamó a evitar el bronceado a través de los solárium por sus nefastos efectos en la piel a largo plazo.