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Investigación asegura que el cerebro de los niños puede adquirir conocimientos incluso mientras duermen

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Un estudio realizado por investigadores en Alemania asegura que en el cerebro de un niño no hay descanso: mientras duermen, están reprocesando lo que han aprendido durante el día.

La investigación cuenta con la participación de la Universidad de Tübingen y el Instituto Max Planck en Leipzig, dedicado a la parte cognitiva y la actividad cerebral.

La hipótesis indica que los bebés de entre 9 a 16 meses de edad recuerdan de mejor manera los objetos si tienen una siesta corta.

De esta manera, el cerebro infantil constituye categorías generales durante el sueño y convierte la experiencia en conocimiento.

Los investigadores también mostraron que la formación de categorías está estrechamente relacionada con una actividad rítmica que es común en el cerebro y se denomina "husos del sueño".

El sueño, además de relajar el cerebro, permite el flujo de información desde los órganos de los sentidos, pese a que se corta en gran medida mientras se duerme. Los autores del estudio se apoyan en que el cerebro dormido recupera las experiencias recientes y consolida nuevos conocimientos y su integración en la memoria mediante la revinculación.

El estudio evaluó a un grupo de niños 9 y 16 meses de edad, acompañados de sus padres. Durante la sesión de entrenamiento, los infantes vieron de manera reiterada imágenes de determinados objetos mientras escuchaban nombres ficticios asociados a ellos, con algunas variaciones y similitudes en relación a su edad.

Durante este proceso, los investigadores registraron la actividad cerebral de los bebés mediante un electroencefalograma (EEG). Un grupo de niños durmió de una a dos horas, mientras que otros se quedaron despiertos. Al final del experimento, los resultados arrojaron que en un principio los niños habían aprendido los nombres de los objetos. Sin embargo, al terminar la prueba, los niños que habían dormido siesta asociaron mejor el objeto y su correspondiente palabra que quienes permanecieron despiertos.

"Mientras está despierto, el cerebro infantil olvida rápidamente los nombres recién aprendidos. Pero durante el sueño, las palabras son más duraderas cuando se vinculan a los objetos", indica Angela Friederici, directora del Instituto Max Planck en Leipzig y líder del estudio.

Hipótesis Plantea que los niños entre 9 y 16 meses de edad adquieren conocimientos a través del sueño, ya que reprocesan lo aprendido.

Proceso En el sueño, el cerebro recupera las experiencias recientes y consolida nuevos conocimientos. De este modo, procesan de mejor manera lo memorizado.

los pros y los contras de que los niños usen dispositivos móviles

infancia. Un artículo cuestiona el que utilicen estos productos a temprana edad, ya que si bien son educativos, alterarían partes del desarrollo.

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Los dispositivos móviles ya son parte de la vida cotidiana y es común ver a niños y niñas utilizando tablets, teléfonos y computadores. Incluso los sistemas operativos disponen de juegos infantiles que estimulan el aprendizaje de los más pequeños.

Sin embargo, el impacto de estas tecnologías en el comportamiento de los niños es aún desconocido, y los investigadores buscan comprobar si estas aportan en la formación educativa o constituye el desarrollo de enfermedades derivadas de su uso como la nomofobia.

Un grupo de investigadores del Centro Médico de la Universidad de Boston publicó un comentario en la revista Pediatrics, en el que plantean cuestiones importantes en torno a los medios interactivos.

Los autores se preguntan si los dispositivos móviles se pueden utilizar como herramientas educativas o si tienen un papel potencial en el retraso del crecimiento en perjuicio del desarrollo de herramientas importantes para la autorregulación.

ventajas

De acuerdo al comentario, existen diversas investigaciones que indican que los niños menores de 30 meses no pueden aprender de la televisión y videos acerca de la interacción en la vida real. Pero no se ha comprobado de manera efectiva si ocurre lo mismo con los dispositivos móviles, en este caso, medios interactivos.

Los autores indican que hay estudios preliminares que afirman que los medios interactivos, tales como libros electrónicos y aplicaciones para aprender a leer, pueden ser útiles en la enseñanza del vocabulario y la comprensión de lectura, pero solo en los niños en edad preescolar o más avanzada.

Sin embargo, los especialistas señalan que los potenciales beneficios para los niños menores de dos años se ponen en duda, y que la mejor opción sigue siendo vivir la experiencia "cara a cara".

desventajas

Los investigadores advierten que, si bien los niños que usan teléfonos móviles pueden recibir un beneficio educativo, el uso de estos dispositivos los distraen de sus tareas cotidianas, lo cual puede perjudicar su desarrollo social y emocional.

"Si estos dispositivos se convierten en el método predominante para calmar y distraer a los niños pequeños, ¿serán capaces de desarrollar sus propios mecanismos internos de autorregulación?", se preguntan los autores.

"Se ha estudiado bien que el aumento del tiempo de televisión disminuye el desarrollo del lenguaje y de las habilidades sociales de los niños. Los dispositivos móviles se utilizan de manera similar y sustituyen la cantidad de tiempo dedicado a participar en la interacción directa entre personas", explicó Jenny Radesky, académica de Pediatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston y autora del estudio.

Los autores también se preguntan si el uso de estas tecnologías durante la infancia podría interferir en el desarrollo de las habilidades de empatía, sociales y de resolución de problemas. Estas actividades se realizan mediante la exploración, el juego no estructurado y la interacción con sus compañeros.

"Estos dispositivos también pueden sustituir las actividades prácticas importantes para el desarrollo de habilidades sensoriomotoras y visual-motoras, que son importantes para el aprendizaje y la aplicación de las matemáticas y la ciencia", añadió Radesky en un comunicado de prensa.

Los investigadores reconocieron que queda mucho por investigar y aconsejaron a los padres acompañar a los niños para instruirlos acerca de estas tecnologías y priorizar el contacto por sobre la obsesión de estar siempre conectado.

Las tecnologías pueden provocar una fuerte adicción, conocida como nomofobia. Este trastorno proviene de la contracción de la expresión inglesa "no-mobile-phone phobia", que se traduce en el miedo irracional a estar sin el teléfono móvil y permanecer desconectados de las redes sociales y las aplicaciones de internet. El término fue acuñado durante un estudio realizado en Reino Unido en 2011 que explicó la ansiedad que sienten los usuarios al estar sin su teléfono.

Tecnología educativa

Los autores del artículo sostienen que los dispositivos móviles resultan útiles a la hora de enseñar vocabulario y estimular la comprensión lectora.

Perjuicios

Los investigadores advierten que estas tecnologías distraen a los niños y perjudican su desarrollo social y emocional, en especial la autorregulación.

Recomendaciones

El artículo aconseja a los padres acompañar a los niños y niñas al momento de utilizar tablets y celulares, y priorizar la interacción "cara a cara".