Familiares y amigos se manifestaron por caso de loína muerta por una negligencia
Proceso. A un mes del fallecimiento, su madre fue a declarar a la Fiscalía y sus cercanos la recordaron con pancartas.
El domingo pasado Mireya Rueda Rodríguez cumplió un mes muerta y su madre aún no encuentra el consuelo y menos una justificación de su inesperado desenlace, el que insiste se debió a una negligencia médica del hospital Carlos Cisternas.
Marina Rodríguez fue a declarar ayer ante la Fiscalía y según comentó el caso ya comenzó con sus primeras indagatorias, ya que le informaron que se le habría indicado a la Policía de Investigaciones que incautara la ficha médica de la joven.
"Esto lo tomo muy bien, porque ya se está haciendo algo, ya que al hospital no le ha importado nada. Nos estamos moviendo, voy a estar constantemente consultado el avance de la investigación y seguiremos con más manifestaciones", dijo la madre de Mireya.
Precisamente ayer, cuando prestaba declaraciones, un grupo de familiares y amigas hicieron una manifestación fuera de la Fiscalía, en el lado del servicio de Urgencia del hospital, en la intersección de Granaderos y Antofagasta y Granaderos con Vargas.
"Fueron mi hermana, sus primas, las compañeras de curso y amigas, quienes se reunieron para denunciar la mala calidad de la urgencia que hay en Calama. Cada vez que vaya a preguntar por el caso de mi hija vamos a hacer que la gente la recuerde", explicó.
Mes
Marina Rodríguez comentó que este mes ha sido horrible, "el domingo me volvió todo nuevamente, no me puedo conformar, no hay paz para mí, cada día que pasa la recuerdo aún más, la extraño más y justo en esta fecha siempre estábamos juntas".
Contó que a esta altura ya hubiese estado matriculada para su tercer año de canto lírico en la Universidad de Chile, con todo un futuro y la proyección que le entregaría su carrera.
En tanto, dijo que en todo este tiempo el hospital nunca la ha contactado, "demostrando que tampoco les interesa lo que pasa con su centro de salud, porque se murió por una negligencia de ellos, no asumen la situación. No es el único caso, hay varias personas, una me escribió que su hija también murió en enero, hay que ver por qué pasa esto en estas fechas. Cada vez está peor la atención de los médicos, a ellos no les interesan los pacientes".
Mireya Rueda Rodríguez (26) estudió en el CGA y luego se fue a La Serena donde se tituló de profesora de música y este sería su tercer año de canto lírico en la U. de Chile. Era hija única. El 21 de diciembre tuvo su primer desmayo, pero la enviaron a su domicilio, el 25 volvió a urgencia y a pesar que se desvaneció luego que la atendieran no le hicieron ningún examen. El 1 de enero falleció de una trombosis pulmonar, en el mismo recinto.