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"Francotirador": Clint Eastwood vuelve a la polémica con su última producción

cine. ¿Glorificación de un asesino que cobró más de 160 vidas? ¿Cuestionamiento bélico? La nueva apuesta del legendario cineasta republicano llega a Chile la próxima semana, marcada por la controversia y un triunfo indiscutible en la taquilla estadounidense.
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"Francotirador", de Clint Eastwood, aterrizará en Chile el próximo jueves, avalada por un éxito insospechado: no sólo lidera el box office estadounidense desde hace un mes, sino que también se impuso como la cinta bélica más taquillera de la historia. Acumula, además, seis nominaciones al Oscar.

El retrato de Chris Kyle -francotirador que anotó el récord de haber asesinado a más de 160 enemigos en Irak- parece haber calado hondo en los sensibles territorios del patriotismo "americano", pero también ha dado mucho que hablar. El primero en lanzar la piedra fue el actor y guionista Seth Rogen ("La Entrevista"), quien la comparó con "Orgullo de la Nación", la falsa película de propaganda nazi que aparece en "Bastardos sin Gloria".

La broma dio pie para que el documentalista Michael Moore aprovechara el momento y escribiera en su cuenta de Facebook: "Mi tío fue asesinado por un francotirador hace 70 años. Mi padre siempre dijo que los francotiradores son cobardes. No creen en la lucha limpia. Es cobarde matar a una persona por la espalda". Aunque luego se desentendió argumentando que en su posteo nunca se refirió a la película de Eastwood, estaba claro que el realizador volvía a provocar a un viejo enemigo: el artista republicano por antonomasia que alguna vez lo amenazó.

"Michael Moore y yo tenemos mucho en común", dijo públicamente Eastwood hace diez años. "Los dos apreciamos vivir en un país donde hay libertad de expresión. Pero, Michael, si un día apareces en mi casa con una cámara, te mataré. Lo digo en serio".

"Francotirador" también ha sido objeto de bromas por una escena en particular: Kyle, encarnado por Bradley Cooper, sostiene en sus brazos a su hijo recién nacido, notoriamente interpretado por… una guagua de juguete. El guionista Jason Hall agravó el asunto dando explicaciones por Twitter: "El bebé real estaba con fiebre y el reemplazante no llegó". El mensaje fue borrado a los pocos minutos.

La cultura de la violencia

Lo cierto es que Clint Eastwood vuelve a lucir sus dotes de cineasta en una película que narra, con habilidad, la vida de un clásico héroe americano. Un patriota -"EE.UU. es el mejor país del mundo", declara en una escena- que está dispuesto a dar todo por su nación, Dios y su familia, especialmente tras el fatídico 9/11. Esto lo lleva a convertirse en un soldado competente e implacable que, en la primera escena, no tiene problemas en apuntar hacia un niño desde la azotea de un edificio. Eastwood no lo justifica, pero perfila a los iraquíes como salvajes capaces de todo, incluso de usar a sus pequeños hijos como portadores de bombas.

Si bien pareciera que las escenas bélicas están, de cierta forma, estructuradas en "buenos versus malos" (si no son guerreros, los lugareños son pusilánimes delatores), demuestran también el talento del cineasta a la hora de retratar una pesadilla cargada de horror. Tras ver las crudas postales de enfrentamiento, nadie podría acusarlo de ser un defensor de la violencia bélica (así lo prueba también en "La Conquista del Honor" y "Cartas desde Iwo Jima"). Pero sí de ser un nacionalista. Kyle es, bajo su mirada, un notable hombre de principios, y Cooper -en la que probablemente es su mejor actuación- lo retrata con talento y convicción.

"Francotirador" es, tomando en cuenta los factores, la cruda crónica de un choque. La fuerte colisión entre las aspiraciones de un patriota y todo el sinsentido que termina encontrando en el campo de batalla. Según dijo el mismo Eastwood: "La más grande declaración anti-bélica que una película puede hacer consiste en mostrar lo que la guerra le hace a la gente que debe regresar a la vida civil y a sus familias. Ese es el caso de Chris Kyle".