El director alemán Win Wenders fue homenajeado ayer con el Oso de Oro honorífico en el marco del Festival de Cine de Berlín. Y a pesar de que cuenta con una carrera de más de 50 títulos bajo su firma, el cineasta asegura que aún tiene algo pendiente: una comedia.
"Cuando pienso en sueños pienso en cosas que aún no he hecho", contó el realizador, que en agosto cumplirá 70 años. "Y una de ellas, porque no tuve el valor y porque creo que no soy capaz, es la comedia", confesó.
"Para mí es un sueño, porque no sé si llegaré jamás a lograrlo. Aunque cuando pienso que los directores de comedias eran tipos serios, me digo que quizá tengo alguna posibilidad", añadió.
Wenders por estos días se preparara para viajar a Hollywood por la nominación que recibió en la categoría de mejor documental por la cinta "The Salt of the Earth".
El director de la Berlinale, Dieter Kosslick, afirmó que el Oso de Oro honorífico celebrara la polifacética figura de un cineasta, fotógrafo y autor que, además de "dar forma a nuestra memoria viva del cine", continúa "inspirando a otros cineastas".
"Con este homenaje rendimos tributo a uno de los autores contemporáneos más notables", agregó.
El director, que debutó en 1970 con "Summer in the City" y que luego se hizo a notar con "El miedo del portero ante el penalti", dice que el salto decisivo en su carrera fue con "Alicia en las ciudades".
"Tras mi tercera película me dije: si lo que piensas es seguir el modelo de otro, mejor no hagas nada más hasta que no descubras algo por ti mismo", explicó.
"Así que aposté todo a una carta e hice mi cuarta película sin seguir ningún modelo. 'Alicia en las ciudades' me convirtió en cineasta", añadió.
Pero el cineasta no sólo llegó a recibir un premio por su trayectoria en esta Berlinale. Su cinta "Everything Will Be Fine", se estrenó como parte de la selección oficial del certamen.
La película es la segunda incursión de Wenders en el 3D, con el que experimentó en 2012 con "Pina" un homenaje a la coreógrafa Pina Bausch que le valió una nominación al Oscar.
Protagonizado por James Franco y Charlotte Gainsbourg, su más reciente filme se centra en la superación de la culpa tras un trágico accidente.
"Con el 3D intentamos acercarnos en lo posible a cómo ven nuestros ojos, imitándolo con dos cámaras", comentó el director.