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Juez desestima denuncia contra Cristina Fernández

Argentina. El magistrado consideró que no hay pruebas para iniciar una causa penal. El fallo coincidió con un cambio de gabinete.

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La justicia argentina desestimó la denuncia presentada por el fallecido fiscal Alberto Nisman contra la Presidenta Cristina Fernández por presunto encubrimiento a terroristas, al dictaminar que no hay pruebas para iniciar una causa penal.

El juez Daniel Rafecas consideró que ninguna de las líneas de acusación expuestas por Nisman -y luego retomadas por el fiscal Gerardo Pollicita- "se sostiene mínimamente", según una resolución emitida ayer.

Para Rafecas, no se puede iniciar un proceso penal porque las pruebas "dejan huérfano de cualquier sustento la supuesta maniobra de 'encubrimiento' y/o 'entorpecimiento de la investigación' del atentado a la AMIA destinado a dotar de impunidad a los acusados de nacionalidad iraní". "Por el contrario, tales evidencias se contraponen de modo categórico al supuesto 'plan criminal' denunciado" por Nisman, agregó.

Nisman, fiscal de la causa sobre el atentado contra la AMIA, presentó la denuncia por encubrimiento cuatro días antes de morir de un disparo en su casa.

La denuncia identificaba a la Presidenta, al canciller Héctor Timerman y a varios colaboradores oficialistas como presuntos autores de un plan para exculpar a los sospechosos iraníes del ataque.

El fiscal Pollicita tomó la denuncia y este mes pidió a Rafecas la imputación de Fernández y del resto de señalados por Nisman.

Las acusaciones se relacionaban con la firma de un memorándum de entendimiento con Irán, aprobado en 2013 en Argentina pero nunca ratificado por el Gobierno iraní, que contemplaba la creación de una Comisión de la Verdad para esclarecer el atentado. Según la denuncia, tras el memorándum se escondían negociaciones entre la Casa Rosada e Irán para intensificar relaciones comerciales a cambio de encubrir a los presuntos terroristas.

Rafecas desestimó la acusación porque "el presunto delito nunca se cometió" ya que el tratado nunca se puso en marcha. Según anticipó la prensa local, el fallo será apelado por Pollicita.

La oposición cuestionó que Rafecas actúe con independencia. La diputada opositora Elisa Carrió dijo que el Gobierno ha "negociado" con el juez para que no se investigue a la Presidenta.

El dictamen supone "oxígeno" para el Ejecutivo de Fernández, que en los últimos tiempos se ha mostrado abiertamente enfrentado al Poder Judicial no sólo por la denuncia de Nisman sino por varias causas que salpican a ella y altos cargos.

Ayer, la Mandataria hizo varios ajustes en su gabinete, nombrando a colaboradores cercanos en cargos clave. El jefe de ministros, Jorge Capitanich, fue desplazado y reemplazado por el hasta ahora secretario de la Presidencia, Aníbal Fernández. En la Secretaría General de la Presidencia fue nombrado el diputado Eduardo de Pedro, dirigente de la agrupación La Cámpora, de estrecha llegada a la Jefa de Estado.

El oficialismo argentino aprobó ayer la reforma a la inteligencia, resistida por la oposición que considera que no resolverá las falencias que quedaron al descubierto con la muerte del fiscal Nisman. Los opositores dijeron que con esta ley, que disuelve la Secretaría de Inteligencia y la reemplaza por una Agencia Federal de Inteligencia, el Gobierno busca desviar la atención pública de la denuncia de Nisman contra la Presidenta. El traslado de las escuchas telefónicas a la órbita de la Fiscalía fue el punto que causó más rechazo.

Mujica teme un golpe de Estado de militares de izquierda en Venezuela

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El Presidente de Uruguay, José Mujica, afirmó que el "problema" que puede tener Venezuela es que "un día" se pueda ver frente a un "golpe de Estado de militares de izquierda", tras lo que "la defensa democrática" se iría "al carajo".

"Sería un gravísimo error que se salieran de la Constitución", expresó el Mandatario en una entrevista publicada ayer por el diario local El País.

Mujica, que el domingo cederá el cargo a Tabaré Vázquez, ve paradójico que "ahora que se está por arreglar definitivamente el incendio en Colombia, tengamos un incendio en Venezuela".

La tensión en Caracas aumentó al cumplirse un año de la detención del líder opositor Leopoldo López, mientras que Antonio Ledezma, alcalde de Caracas, fue arrestado el jueves pasado. López está acusado de los delitos de instigación pública, asociación para delinquir, daños a la propiedad e incendio, mientras que Ledezma está acusado de urdir un plan golpista contra el Presidente Nicolás Maduro.

Para el gobernante uruguayo, en Venezuela existen dos tipos de oposición. "Está Capriles y su entorno que quieren una salida de carácter institucional, que se vaya a elecciones legislativas, que se vaya al plebiscito revocatorio, y hay otra gente que quiere que se vaya ahora (el Gobierno), que quiere dar un golpe de Estado y que se vaya ahora", espetó.

En su opinión, Capriles ejerce una oposición "mucho más cuidadosa de no generar violencia". "El problema que puede tener Venezuela es que nos podemos ver frente a un golpe de Estado un día de militares de izquierda", agregó.

El Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se ofreció ayer para mediar en la crisis. "Sería ideal que las dos partes se pusieran de acuerdo para solucionar esa situación tan difícil", sostuvo a EFE.