La lucha de la actual administración municipal se ha focalizado en que la comuna debe ser compensada con la entrega de recursos frescos en razón a su gran aporte al erario nacional que ha hecho durante décadas. Una compensación que necesariamente debiera especificarse en el gasto fiscal y no llegar por las vías tradicionales, como el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr).

La lucha ha sido encarnizada, no porque no se reconozcan los fundamentos de la demanda sino porque lo demandado supera las expectativas inmediatas en cuanto a montos y proyectos por desarrollar.

Se insiste que a nivel central el discurso compensatorio no se discute, pero ello no ha repercutido en una aceleración en la definición de remesas. Por ello es destacable que el actual intendente Valentín Volta, asegure que están a disposición de Calama 70 mil millones de pesos para ejecutar proyectos de gran impacto para la comuna.

La autoridad se atrevió a detallar que en este 2015 deberían empezar a ejecutarse obras como las del nuevo edificio consistorial, el parque Las Vegas, Parque El Loa Sector Oriente, Memorial y Monumento Topáter y las pavimentaciones de la avenida Granaderos y el eje Prat-Grau. Sin lugar a dudas iniciativas de gran repercusión y que una vez terminadas serán un verdadero aporte arquitectónico a la comuna.

Y es el mismo intendente quien no titubea al decir que Calama está para grandes cosas y eso es lo que están haciendo como gobierno.

Pero sin desmerecer lo dicho por la autoridad en la comunidad calameña existe incredulidad. Y es que no es primera vez que se dice que está todo ordenado para poner en marcha los proyectos anhelados. Por ello, más que compromisos y detalles lo que esperan es que los proyectos se ejecuten y en los plazos estipulados.

Los habitantes de Calama cifran sus esperanzas en que este 2015, sea el año del inicio de proyectos y que se velará para que los proyectos no queden abandonados y se desarrollen con normalidad, como ocurre en otras comunas del país.

Por estos días terminan las vacaciones para muchos y comienza otro año escolar. La mayoría de los colegios dan inicio a sus clases en marzo, con nuevas metas y desafíos.

Independiente de la fecha de comienzo de las clases, lo importante es prepararla con anticipación. Se recomienda planificar este evento de tal manera que el niño evite situaciones estresantes que podrían influir en su conducta y en su disposición para enfrentar esta nueva etapa.

Se sugiere adelantar las compras de útiles escolares y uniformes. De la misma forma, hablar sobre la entrada a clases como algo natural que ocurre en la vida de todos, viendo siempre el vaso medio lleno frente a las diversas situaciones.

Los padres siempre sabemos cómo sacar lo positivo de cada situación, lo importante es hacerlo y no transmitir a los niños nuestras propias aprensiones.

Debemos recordar que el proceso de enseñanza y aprendizaje debe realizarse en un ambiente sereno y acogedor, abierto al diálogo. De tal manera que los procesos de aprendizaje sean un grato recuerdo en el niño.

Tenemos que transmitir a nuestros hijos el valor de la planificación. Si establecemos rutinas, el estudio y las tareas serán parte de la cotidianidad de la dinámica familiar, lo que se traducirá en que estudiar para una prueba o preparar una tarea se realice con tiempo, calma, sin prisa, con paciencia y dedicación transformándose en una actividad grata en la que todos disfrutarán.

Es importante saber reconocer cuando la situación requiere de la intervención de un especialista (psicólogo, fonoaudiólogo, psicopedagogo, etc.), esto es detectar a tiempo ciertas conductas.

El buscar y conseguir ayuda no significa que debamos desvincularnos de apoyar al niño en el proceso. Muy por el contrario, debemos estar muy cerca, siempre alertas e interesados en lo que el especialista nos indique.