Sin duda la posibilidad que la Estación de Ferrocarril sea removida de su lugar de origen y así dar paso a la construcción de la segunda etapa del Eje Balmaceda, ha movilizado a distintos actores sociales en pro de su conservación. Ya que no sólo es una estructura antigua, sino que representa un ícono de desarrollo socioeconómico para la comuna, porque durante años tuvo un rol significativo en la importación de alimentos, el abastecimiento de agua para la zona y en el transporte de pasajeros entre las ciudades de Antofagasta y Oruro en Bolivia.
"Sin duda el Ferrocarril es parte del desarrollo como ciudad de Calama, porque la evolución sociocultural estuvo de la mano con su llegada. Ya que la industria hotelera comenzó a instalarse desde esa época, como por ejemplo el famoso "Hotel la Bolsa" que se ubicaba justo frente a la estación en Av. Balmaceda con Sotomayor, que perteneció a la familia Yutronic LLic y cubría toda la cuadra hasta la calle Vicuña Mackenna. Era un lujo para la época alojarse allí, ya que su ubicación estratégica le daba ventaja", relató el director de Museos de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama, Osvaldo Rojas.
El actual jefe de Protección Civil de la Gobernación Provincial, Patricio Sandoval, fue una de las personas que vivió 55 años en las dependencias del Ferrocarril, ya que tanto su padre como él trabajaron en la empresa. "La Estación es muy antigua y data del 1800 junto con la bodega de carga, por ello no creo que exista en Calama un edificio patrimonial de sus características, ya que cuando llegó a la ciudad armó el campamento habitacional para sus trabajadores, el que duró hasta el año 82 aproximadamente y donde se albergó a muchas familias", comentó.
La vida en el ferrocarril era muy alegre, ya que disfrutaban de instancias de esparcimiento.
Inicios
Con una población cercana a los mil habitantes, el 06 de febrero de 1886 llega el ferrocarril a Calama dando por inaugurada la estación bautizada con el mismo nombre de la ciudad. Mientras que durante este mismo año, se inaugura el puente Conchi con una altura de 104 metros con un largo de 244 metros, lo que lo situó como el segundo más alto del mundo.
Rápidamente el ferrocarril comenzó a expandirse y en 1888 se extendió primero al sector de Ascotán, momento en el cual la compañía fue vendida y denominada Antofagasta and Bolivia Railway Company; es a partir de esta adquisición que la vía férrea llega hasta la ciudad de Oruro en Bolivia.
"El tren internacional era fundamental para la actividad de Calama, el cual funcionó hasta aproximadamente el año 2006, cuando fue desplazado por los buses que son más rápidos. Pero en sus años de más apogeo otorgaba buenos servicios contando con coche-comedor, coches dormitorio y coches de primera y segunda clase; también tenía bodegas de equipaje" manifestó, Sandoval.
Tanta fue el éxito del Ferrocarril en la ciudad que su cantidad de operaciones, hace necesaria una ampliación, por lo que ya en 1906 la empresa adquiere los terrenos conocidos como represa, además de solicitar al Fisco la venta de los sitios de la actual Avenida Matta con intersección a calle Atacama.
El actual Core y ex gobernador provincia de El Loa, Luis Garrido, explicó que mientras funcionó el tren internacional la Estación era una casona con mucha vida. "Estuve casi 14 años trabajando en el ferrocarril, donde los días miércoles apoyaba la organización de la salida del tren hacia Bolivia; porque el lugar se convertía en una fiesta. Y fue triste informar a los ciudadanos que ya no se realizarían más viajes con pasajeros al país vecino, el que ya en los años 80 transportaba no más de seis personas y principalmente a la localidad de Ollagüe", mencionó.
Sin embargo, el comenzó de la extracción de cobre del mineral de Chuquicamata en el año 1912, dio otra perspectiva de negocio a la empresa. Pues, la producción del metal empezó a hacer uso del ferrocarril para trasladar el metal hacia el puerto marítimo de Antofagasta, por lo que el año 1921 se adquirieron una zona de potreros del antiguo comerciante de Calama, Alejandro Cerruti y de David Hernández, según consta en los registros históricos de los archivos del ferrocarril.
Comercio
El ferrocarril no sólo permitió la conexión de la zona norte, sino también su desarrollo y bienestar gracias al abastecimiento de agua, elemento que pasó de ser trasladada en toneles a cañerías de distribución desde 1912 hasta 1970 gracias a los esfuerzos de vecinos de Calama, pertenecientes a la Villa Chica y Entre Ríos, quienes solicitaron al municipio de la época colaboración en la instalación de tuberías.
La Estación de Calama también fue clave en el desarrollo del comercio, el cual se desarrolló con fuerza en la actual avenida Balmaceda especialmente en calle Sotomayor, donde la oferta hotelera y de diversos productos trajo consigo la llegada de inmigrantes a la ciudad como son los casos de Santos y Roque Cotorás, llegados en 1891, la empresa de Sandalio Montenegro, de 1892, los Siglic en 1896 y finalmente en 1907, la compañía de Nicolás, Juan y Pedro Yutronic con Antonio Ivanovic, a los que se suman familiares de Andrónico Abaroa con la "Casa de Huéspedes", los españoles Andrés Aldama, Antonio Romani y Diego Girado con su casa comercial "La Española", los también ibéricos Saturnino Muñoz y Nicolás Cenzano, quienes destinaron su negocio a la venta de ropa y calzado nacional de gran calidad y al cual llamaron "Nuevo Mundo" en el año 1924.
"Como mi padre trabajó en las bodegas de carga y encomienda, tengo conocimiento más menos hasta los años 60 llegaba mucha mercadería, e incluso arribaba ganado en pie y se descargaba en el Toril del Ferrocarril. Por eso, sin duda sabemos que Calama creció alrededor de esta actividad y por ello fue crucial para el crecimiento de la ciudad", explicó Sandoval.
"Sin duda el Ferrocarril es parte del desarrollo como ciudad de Calama, porque la evolución sociocultural estuvo de la mano con su llegada".
Dir. de Museos de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama.