Fundada es la preocupación de la ciudadanía por los hechos que vinculan negocios con política. Por lo mismo, reviste gran importancia la decisión de la Presidenta Michelle Bachelet, en miras a conformar un Consejo Asesor Presidencial que vele por las buenas prácticas y permita un ordenamiento jurídico que sancione la corrupción, el tráfico de influencias y el conflicto de intereses.

Pero así como la Presidenta Bachelet ha reconocido la gravedad de los hechos y tomado medidas para que no se repitan, justo es también reconocer los logros del primer año de gobierno, marcado por el sello inclusivo de reformas sustantivas, como la tributaria que redistribuye mejor los ingresos y genera recursos para mejorar la educación.

Esta agenda garantiza también el respeto a los derechos de quienes forman parte de la diversidad sexual y de género, como ocurre con el Acuerdo de Unión Civil (AUC), la creación del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género o la ley que despenaliza la interrupción del embarazo.

En esta mirada, es meritorio el logro del gobierno regional que habiendo ocupado el décimo tercer lugar, en materia de gasto presupuestario, pasó al primer lugar en febrero de 2015.

En cuanto a Calama, el nuevo aeropuerto -tercero en jerarquía a nivel nacional-, invita a tener una mirada de alturas y creer que, juntos, vamos a construir una ciudad acorde a lo que su gente entrega al país.

Recursos tenemos. Para Calama hay anunciados $70 mil millones para que se ocupen eficientemente, pero depende de los proyectos que se presenten y en este sentido estamos al debe. Por tanto buscaremos mecanismos para generarlos y respondan a ciertas carencias que muestra la comuna.

Al asumir un 11 de marzo de 2014, heredamos también proyectos a medio andar, como la construcción del nuevo hospital que no obstante la judicialización que afecta al proceso, encontrar una solución pronta es prioridad para nuestro Gobierno.

Quiero expresar mi orgullo por ser parte del gobierno de la Presidenta Bachelet, agradecer a quienes, desde sus distintas vocaciones contribuyen al desarrollo de nuestra provincia. Les invito a fortalecer las confianzas y no claudicar en la consecución de un Chile más justo e inclusivo.

Resulta vergonzoso y casi desesperante encontrarse con realidades que son un verdadero atentado contra el respeto a la gente y la obligación de trabajar por el progreso en todos los estamentos. Nos referimos a las cada vez más ingratas trabas burocráticas y decisiones centralizadas que tienen al borde del colapso a una comunidad que está ávida de recibir buenas noticias.

Lo que ocurre con el nuevo estadio ya está lejos de toda lógica. El recinto debió entregarse hace un año, pero a esa fecha aún no estaba listo y se habló que le restaba por concretar menos de un 5%, y llamaban a la calma porque pronto estaría a disposición de la comunidad.

Han pasado los meses y ese mínimo porcentaje aún no se termina. Problemas con la empresa mandante, con las subcontratistas, decisiones sometidas a visto bueno de la Contraloría y otras a consulta del equipo asesor central tienen al estadio allí, casi listo, pero con detalles que chocan con las trabas mencionadas y que hacen imposible que se entregue con prontitud.

Lo de la avenida Balmaceda es similar. Los vecinos del sector dicen que el puente está listo del mes de octubre (hace 5 meses) y no lo pueden utilizar porque la obra no se ha entregado.

El Minvu, responsable de esta construcción, manifiesta que faltan las recepciones finales. Hasta allí todo bien, pero ya llevan cinco meses y aún no se hacen. A criterio de cualquier ciudadano los plazos resultan exageradamente excesivos e incomprensibles cuando el discurso es de entregar mejor calidad de vida a la comunidad se repite a diario.

Si a ello sumamos lo que pasa con el nuevo hospital y con la Escuela D-48 completaremos un cuadro verdaderamente desastroso, en el que la inoperancia, la displicencia, falta de control y la burocracia brillan con luces propias.

Aquí se justifican las quejas contra el centralismo y la lucha por entregar más autonomía a las regiones. Lo importante es que se demuestre que están las capacidades para hacer una mejor administración. Hasta el momento en eso también estamos en deuda.