"La encomienda del abuelo", tras la huella de un reino y abolengo perdido
cine. Un documental de la periodista Ana María Hurtado narra la historia del pintor Felipe Cusicanqui y su supuesta relación con una línea de descendencia inca.
La periodista Ana María Hurtado espera tener listo para el segundo semestre de este año este documental en el cual ha invertido cuatro años de trabajo registrando una historia que califica de arquetípica: la del pintor Felipe Cusicanqui tras la huella de unas raíces que lo hacen descendiente directo del linaje del conquistador inca Túpac Yupanqui. Conversamos sobre su oficio y cómo llega a las historias que quiere contar, además del altiplano, un lugar que es "otro planeta, con otro aire, otra luz, otro ritmo y tiempo".
- Fue paulatino, en 2002 cuando volví de hacer un posgrado en Inglaterra me puse a hacer mi primer documental pero seguí trabajando en diarios. En ese tiempo hice dos cortos y después me fui a hacer otro master en periodismo y cuando volví me puse a pensar en otro documental que fue "Palestina al sur".
- Se alimenta una cosa con la otra. Las historias que me llaman la atención siempre las he sacado del ejercicio del periodismo. Me encanta el periodismo y no creo que lo abandone. Es lo que soy, es mi centro y si desde ahí puedo irradiar a lo que es escribir ficción o contar historias de autor siempre tiene que ver con el origen del periodismo que es contarle historias a la gente en distintos formatos.
- Es un calvario y es igual para todo el mundo. Paso por los ciclos que pasan todos: paciencia, desesperación, resignación, alegría, es así nomás para todos.
- La frontera entre la ficción y la realidad, eso es lo que más me llama la atención. Ahí está la diferencia, creo yo, con el reportaje. El documental asume que el espectador sabe que el director está manipulando la historia a su antojo con un objetivo artístico, pero los elementos y los materiales son todos de la realidad. Eso es lo que gusta, buscar materiales reales para contar una historia que no es necesariamente objetiva, romper esa objetividad es lo que me interesa.
- Me veo primero escribiendo ficción que dirigiendo. No me cuesta imaginar escribir guiones o ficciones pero dirigir es algo que todavía no he pensado.
Cuenta que no planifica mucho sobre qué escribir sino que las historias se le aparecen, "hay un momento en que uno no decide mucho porque la historia te agarra, te atrapa y te encarcela, como que no hay salida". Para ella las historias están en el aire, disponibles para todos.
- Creo que no transo con traicionar al personaje. En general voy a contar historias donde hay redención, hay salvación, esperanza. No voy a contar una historia de un torturador o un asesino aunque hay documentales buenísmos donde se redime a personajes oscuros.
- No, no es por ética. No puedo porque me envenenaría. Uno se alimenta un poco de la historia que está contando y la vida de uno se empieza a parecer a eso entonces yo busco iluminarme, no obscurecerme.
- La racionalización de por qué estoy haciendo esto me llega años después del impulso. Ahora te podría decir porque es una historia arquetípica sobre un niño al que de chico le dijeron que era especial y el heredero de un reino acabado. Con los años me di cuenta que es una historia evocadora de lo que a todos nos dicen cuando somos niños, algo como lo que dicen las religiones sobre que ser herederos de un reino que nadie ha visto todavía. Cusicanqui además es interesante porque como artista recoge fragmentos de lo que nadie ve, desentierra cosas sin valor y mirándolas de otra forma les saca un brillo especial y arma una narración visual impactante.
- Hemos grabado durante cuatro años esporádicamente en el proceso de archivo y búsqueda. El viaje en sí fue de 25 días y no vivimos ninguna anécdota de corte espectacular. El rodaje en gran parte fue diseñado como un guión de viaje estaba pensado en un tono discreto, sin grandilocuencias. Hubo un momento especial en el que asistimos a una fiesta anual en Calacoto y se encontró con familiares. Estuvimos en muchísimos pueblos y nos tocaron algunas fiestas no turísticas.
- Es importante porque tiene que ver con lo macro y lo micro. Buscar las raíces puede hacerse mediante un viaje o en un proceso interno, espiritual. Yo creo que para todos es importante el vínculo con el origen, nadie puede ser feliz desarraigado.
- Sí, y el choque de culturas, el volver a un lugar donde hay algo tuyo, que haya personas que sin conocerte te esperan. Son esperanzas, alegrías después de pérdidas y que se proyectan en los demás. A todos nos ha pasado que hemos tenido que irnos de un lugar de donde no queríamos irnos.