U na tradición que se remonta al año 1986, la cual partió como un homenaje de algunos alumnos en el Monolito y con el paso de los años se transformó en la representación del Teatro Histórico de Topáter, con la participación de poco más de trescientas cincuenta personas que dan vida al primer conflicto bélico de las fuerzas nacionales y la confederación peruana-boliviana correspondiente a la Guerra del Pacífico el 23 de marzo de 1879 liderada por el Liceo Eleuterio Ramírez Molina de Calama.
Si bien este hecho no figura en los libros de historia que datan de la Guerra del Pacífico de 1879, se encuentra inserto en el recuerdo de los antiguos habitantes de esta tierra de sol y cobre, los cuales han mantenido vigente y en la retina de los loínos hasta el día de hoy, dando a conocer el primer conflicto bélico que permitió la anexión de Calama al territorio nacional.
27 años de trayectoria
Con 27 años a cargo de la dirección en la puesta en escena de este hecho que marcó el inicio de la Guerra del Pacífico, se refirió el docente de Historia y Geografía del Liceo Eleuterio Ramírez Molina, Aliro Santander, quien manifestó que "este año queremos resaltar fundamentalmente el hecho de que las tropas chilenas definitivamente realizan lo que se denomina, geográfica-geopolíticamente hablando la reinserción territorial queremos reafirmarlo y queremos consolidarlo, acá hay una situación histórica que se ha querido soslayar".
Aclaró que "queremos hacer presente que esta es una reinserción territorial, de tal manera de que sin menoscabo de tener los cuidados pertinentes de no dañar la imagen, la dignidad de nuestros vecinos, ya que es tan solo la representación de un hecho que efectivamente ocurrió. No podemos evitar un hecho histórico, esto ocurrió y fue como gran parte de los fenómenos históricos producto de un conflicto bélico. Eso es fundamentalmente lo que queremos establecer".
También resaltó que al Liceo Eleuterio Ramírez Molina, le correspondió 27 de los 28 años colocar en escena este hecho. "Estaríamos completando prácticamente 28 años trabajando en esto, hay dos instancias en que no se realizó Topáter y una de ellas fue porque ocurrió un sismo de magnitud en el sur, entonces los recursos que se invierten en esto se derivaron obviamente a los damnificados que fue la única situación de este tipo y en otra ocasión que este evento estuvo a cargo de otro establecimiento educacional de la ciudad".
Reconoció que fue el creador de este Teatro Histórico de Topáter, en conjunto a otros seis docentes, que no eran oriundos de la región, los cuales decidieron realizar esta iniciativa como una forma de agradecer a esta ciudad que los acogió como uno más en el mundo laboral.
contextualizados
De los 27 años que han desarrollado esta iniciativa, en donde los libretos son diferentes de acuerdo con enfoques históricos distintos, dependiendo de las situaciones circunstanciales que está viviendo el país cada año.
"Dependiendo de eso vamos realizando la puesta en escena que tiene que ir contextualizada a la realidad de nuestro país. La primera vez cuando se hizo se ponían dos alumnos al pie del pabellón en el monolito, pero de allí en adelante se comenzó a crear primero como alegoría histórica, que es una situación distinta a un teatro histórico", puntualizó Santander.
Familia Eleuteriana
Santander, dio a conocer que ellos cuentan con diversos equipos de trabajo y gestión que están realizando en distintas instancias. "Estamos trabajando más o menos 350 personas, en donde destacan los alumnos y exalumnos que se han sumado al trabajo planificado, como el caso de padre e hijo o hija y una familia en caballería. Aquí hay una trayectoria que ha marcado a los jóvenes una identidad con la institución, con Calama, con su historia y amor por su bandera", continuó diciendo el gestor de Topáter.
La mejor prueba de esta identidad de los alumnos y exalumnos está reflejada en uno de los instructores, quien cumplirá 21 años ligado a esta iniciativa, Hernán Cortés, quien egresó en 1996 y cada año sacrifica sus vacaciones en la temporada estival, con la finalidad de tomarlas en esta fecha para estar en el proceso de la puesta en escena del teatro histórico de Topáter.
"Resulta ser un orgullo para un exliceano realizar la representación de lo que paso en la Guerra del pacífico. Es una experiencia que acá nomás se vive", planteó con total tranquilidad por lo que hace.
Así como otros que también sacrificaron las vacaciones. Ahora por primera vez participará con su hija, Michelle, quien estará integrada a las cantineras, aquellas mujeres anónimas que acompañaban a los soldados en la campaña por el desierto a pie, con la finalidad de preparar los alimentos y cumplir con otras labores que podrían parecer intrascendentes, pero que resultaban vitales para el ejército chileno.
Ella, sola decidió acompañar a su padre, tal como dio cuenta Michelle: "He aprendido muchas cosas, no se realiza en muchos liceos y quiero seguir la tradición familiar hasta lo último".
Destacó logística
El director del liceo municipal, Guillermo García, a quien le corresponde dirigir por tercer año el teatro histórico de Topáter, resaltó la logística que tiene detrás una cantidad de recursos humanos e infraestructura, que difícilmente se podría realizar en otra ciudad por la cantidad de gente que participa además de ser el único en donde toman parte alumnos y exalumnos, ya que habitualmente esto lo realiza el ejército, instituciones privadas y/o actores.
"Pero aquí lo hace un establecimiento educacional y eso crea una mística dentro de la comunidad educativa, para nosotros cada teatro histórico nos da la oportunidad de fortalecer nuestro compromiso con la ciudad, además nuestra historia, nuestra cultura, nuestra mística interna lo que hace cada vez a nuestro liceo mejor", concluyó.
"Pero aquí lo hace un establecimiento educacional y eso crea una mística dentro de la comunidad educativa, para nosotros cada teatro histórico nos da la oportunidad de fortalecer nuestro compromiso con la ciudad".
Director del Liceo A-25
De los siete profesores que comenzaron esta aventura para dar a conocer la historia de esta ciudad hace prácticamente tres décadas a la fecha, en la actualidad continúa con el trabajo de dirección general la profesora Silvia Astorga y de la puesta en escena Aliro Santander. "La idea era hacer un regalo a la ciudad, agradecer lo que nos ha dado esta ciudad tan abandonada por el nivel central. Y de todos estos años honrado de poder realizarlo", puntualizó el docente de historia y geografía.