Finalmente se despejó la incógnita, ya que por el delito de homicidio fue formalizado el detective de la PDI, que el miércoles pasado disparó y dio muerte a César Jorquera Videla, durante el desarrollo de un operativo en Washington esquina Baquedano, en pleno centro de Antofagasta.

Tras una tensa audiencia que se prolongó durante una hora, la fiscalía y la defensa del funcionario H.A.D.A., argumentaron sus puntos de vista respecto de los hechos acontecidos la semana pasada, y que causaron conmoción en la ciudadanía.

La jueza de Garantía, Claudia Campusano presidió la audiencia, y escuchó atentamente ambos puntos de vista respecto de lo sucedido. Al finalizar las intervenciones, la magistrado resolvió no acoger la solicitud de prisión preventiva para el detective, tal como había solicitado la Fiscalía.

Entonces el fiscal Mario Concha presentó un recurso de apelación verbal, para que dicha situación sea resuelta a la brevedad por la Corte de Apelaciones de Antofagasta. Este Tribunal puede confirmar la prisión preventiva o dictaminar que al detective se le aplique otra medida cautelar menos gravosa.

Decisión

La magistrado explicó su decisión, argumentando: "Entiende este tribunal, que en esta etapa procesal no se cuenta con los elementos ni con los antecedentes necesarios como poder comprobar si se cuenta con algo básico que establece la letra A, del articulo 140 del Código Procesal Penal, (intencionalidad) y atendido aquello, es que no va a acceder a la medida cautelar solicitada por el Ministerio Público".

En definitiva, se dispuso que el funcionario que tiene 14 años de servicio en la PDI, siga en calidad de detenido al interior del cuartel policial, a la espera de que la Corte de Apelaciones se pronuncie respecto de su situación.

En la audiencia el fiscal dio lectura a la declaración que realizó el imputado, en la que aseguró que cerca de las 9 de la mañana del miércoles, un informante les avisó que la banda cobraría un cheque en una céntrica entidad bancaria.

"El informante pasó a nuestro cuartel a las 10.15 horas y nos dio más detalles sobre lo que iba a ocurrir. Nos dijo que los sujetos iban en una camioneta grande, color café y en su interior se transportaban cuatro individuos. Debido a esta información, formé dos equipos de funcionarios de la brigada, los cuales se movilizarían en dos vehículos fiscales, mientras que y yo me trasladé al lugar en una motocicleta particular y procedí a chequear el sitio", precisó el funcionario.

Disparo accidental

Durante la formalización se confirmó que en el procedimiento policial para detener a los integrantes de la banda dedicada al robo y cobro de cheques, se habrían realizado dos disparos.

En su defensa, el detective sostuvo que se dirigió al asiento del copiloto y cuando sacó su arma de servicio, les gritó a los sujetos que era policía y además les mostró su placa de servicio, pero "el conductor comenzó la maniobra para huir del lugar. Este por la ventanilla pasó a llevar mi antebrazo, en el cual mantenía mi arma y para no ser arrastrado por el auto me hice hacia atrás y en ese momento sentí que mi arma de servicio se disparó", afirmó en su declaración.

La defensa de la PDI mantuvo el argumento que el detective utilizó su arma en legítima defensa. El Tribunal dispuso un plazo de 90 días para el cierre de la investigación.

El fiscal Mario Concha, se refirió al argumento defensor, respecto al procedimiento de legítima defensa. Manifestando que "Debe darse un principio básico, la acción y reacción. Hay ciertos requisitos, por ello estimamos que en esta situación no se da la legítima defensa, ya que no hay una agresión directa por los ocupantes del vehículo. Además, hubo dos disparos, uno fue realizado por el imputado, y el otro corresponde a otro policía".

Una joven de 17 años fue violada en horas de la madrugada en el sector del Cristo del Desierto por un amigo de 26 años, quien ya fue detenido por Carabineros tras acreditarse el delito.

Según los antecedentes policiales del caso, la menor de edad fue invitada a una reunión social por un hombre al que venía conociendo hace un tiempo, quien la pasó a buscar en un auto a su domicilio ubicado en el sector poniente Calama, para luego dirigirse hasta una fiesta.

Mientras compartían animadamente en el evento, ingirieron bebidas alcohólicas, quedando ambos en estado de ebriedad, por lo que alas 6 de la madrugada la joven le pidió a su amigo que la fuera a dejar a su casa, a lo que él accedió.

Pero en vez de irla a dejar a su hogar, el hombre la llevó hasta el sector de Topáter, donde detuvo el vehículo y le dijo que la había pasado muy bien con ella, besándola en los labios, para luego reclinarle el asiento y abalanzársele.

La afectada pensó que se trataba de un juego, por lo que no se intimidó, pero fue en ese momento que el victimario dio rienda suelta a sus perversiones, sujetándole fuertemente las manos y con sus piernas abrió las de ellas, lo que le provocó gran temor a la joven, quien le manifestó en reiterados ocasiones que no quería tener relaciones sexuales con él, sin que éste le hiciera caso.

Agresión sexual

El agresor se bajó los pantalones y le sacó el vestido a la afectada, acción en la cual ella pudo soltar uno de sus brazos, agrediendo al hombre en reiteradas oportunidades, lo que lo enfureció, sujetándola más fuerte, procediendo a violarla.

Luego de cometer el delito, el victimario la fue a dejar a su casa a eso de las 8 de la mañana, sin ningún remordimiento. La joven al entrar a su vivienda se puso a llorar, momento en que apreció su hermana de 25 años, contándole lo sucedido.

Ambas fueron hasta el hospital local, donde un especialista la revisó y le diagnosticó lesiones leves. Carabineros también llegó y con todos los antecedentes, fueron hasta la casa del denunciado, siendo detenido por el delito de violación.