El buen uso de las redes sociales
La labor de las redes sociales suele ser de vital importancia en la ocurrencia de catástrofes o situaciones de emergencia. En innumerables oportunidades se han convertido en el medio de comunicación para determinar los sectores más afectados y gracias a los mensajes recibidos se ha podido canalizar la ayuda a quienes se han visto más perjudicados.
Facebook, twitter, y los distintos tipos de mensajería bien utilizados son de vital ayuda, pero también pueden prestarse para sembrar un pánico innecesario o para alarmar a la comunidad con rumores infundados o con informaciones deliberadamente tendenciosas.
Ocurrió hace algunos días durante las copiosas lluvias que afectaron a gran parte del país. En Calama, una vez más empezaron a surgir noticias que se regaron por las redes sociales y que alertaban sobre un inminente desborde del río Loa o un rebalse en el embalse de Conchi. Incluso, hubo un registro de voz que claramente llamaba a evacuar por el inminente rebalse de Conchi.
Las autoridades tuvieron que salir al paso de estas informaciones y utilizando las mismas plataformas llamaron a la tranquilidad ciudadana. Fueron momentos tensos que pudieron sobrellevarse con mucho cuidado debido a la gran preocupación por la veracidad de lo que aparecía en las redes sociales. Allí se entendió que el daño que se puede causar con informaciones falsas es inconmensurable.
Por eso las autoridades provinciales anunciaron que perseguirán a quienes alarmen innecesariamente a la comunidad con informaciones falsas, porque se pueden producir evacuaciones masivas, alteraciones en el tránsito y pánico colectivo con daños a la integridad física de las personas.
Sancionar a los responsables es parte de la solución, no obstante hay que empezar a educar a la población para que sólo valide la información oficial que surge en redes sociales. Como protocolo siempre confirmar con fuentes oficiales y que comprendan que así como las redes sociales son muy útiles para fines positivos, también puede ser mal utilizada y eso obliga a estar siempre precavidos.