Chilenos de corazón
Fui parte de esa embajada solidaria que viajó desde Calama con pertrechos para las familias de Taltal, Paposo, Cifuncho, que sintieron el rigor del aluvión, pero también la calidez de los loínos. Ante un escenario donde el lodo dejó huella, con casas anegadas, kilómetros de tuberías dañadas, acaso nunca fue tan aquilatado por los taltalinos, la llegada de alimentos, abrigo, camiones aljibes o esa botella de agua que bastaba para preparar una mamadera.
Como servidor público, se me hinchó el pecho de orgullo al ver esa coordinación de esfuerzos, entre funcionarios de gobierno, ejército -Regimiento Calama-, policías, bomberos y rescatistas, levantando puentes de solidaridad.
La tragedia da espacios para distintas lecturas e interpretaciones. En lo que mí respecta, queda en la retina la determinación de hombres y mujeres que rehúsan doblegarse a la adversidad.
El embate de la naturaleza desnudó realidades más apremiantes que las nuestras y dejó a la vista que, en términos de equidad, en Chile hay pueblos, comunidades que merecen tanta atención como aquéllas que demandamos para El Loa.
Lamentablemente, mientras la comunidad toma providencias ante la emergencia o canaliza sus energías hacia los más afectados, hay quienes se valen de las redes para difundir rumores, causando natural temor en los hogares. Debo advertir que el gobierno será severo con quienes actúen bajo tamaña irresponsabilidad.
Ahora, la comunidad debe estar tranquila porque Obras Públicas monitorea permanentemente el embalse de Conchi y los ríos Loa y Salado. A la par, se implementan estudios para un mejor control de los cauces y regulación de las crecidas.
Aprovecho esta instancia para agradecer a la comunidad loína su respuesta solidaria frente a este sino que enlodó al norte y dejó también al descubierto la vulnerabilidad de los hogares loínos. Sin embargo, gestos oportunos, como el del Sindicato de Supervisores de la División Chuquicamata, que nos permitirá entregar calaminas para techar 308 casas en Calama, revelan de cuerpo entero ese "chileno de corazón" que aflora ante la adversidad.