El kirchnerismo celebró ayer su triunfo en el primer test electoral del año en Argentina tras la contundente victoria de su candidato al gobierno de Salta (norte) en las primarias, con la esperanza de que los resultados se repitan durante el proceso que culminará en las presidenciales de octubre.
Juan Manuel Urtubey superó los pronósticos de las encuestas y se apuntó un 47% de votos en las primarias para la gobernación de la provincia de Salta, con una contundente ventaja de 13 puntos sobre su más directo rival, Juan Carlos Romero, del Frente Renovador que lidera el peronista disidente y candidato presidencial Sergio Massa.
Urtubey, gobernador de Salta desde 2007, optará, con grandes posibilidades de ganar, a un tercer mandado en las elecciones provinciales de mayo próximo.
Aunque el candidato del Frente Renovador se impuso en la capital de la provincia y a pesar de que se trata de elecciones primarias, el kirchnerismo celebró el triunfo del gobernador como el inicio de una tendencia que confían en consolidar durante el largo proceso electoral que vivirá Argentina este año.
"Salta no vuelve atrás, va para adelante. Y desde Salta vamos a contribuir para que la Argentina tampoco vuelva al pasado", dijo Urtubey, a quien la mayoría de los sondeos colocaban en una situación de empate técnico con Romero antes de los comicios.
"Lo que se ha expresado en Salta es a lo que siento que vamos también camino a nivel nacional. Vamos camino a que el pueblo argentino vote en el mismo sentido: lo confiable, lo superador", aseguró ayer el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, el mejor posicionado de los aspirantes a la candidatura presidencial por el oficialismo.
La ventaja de Urtubey "superó cualquier expectativa positiva", agregó Scioli.
Al oficialismo no le preocupan las acusaciones de fraude lanzadas por el candidato del Frente Renovador, que amenaza con impugnar las primarias de Salta.
"Es un tema que no nos preocupa", afirmó el jefe de Gabinete del Ejecutivo, Aníbal Fernández, que consideró "más que auspicioso" el triunfo kirchnerista en el norte argentino.
Pese al golpe que supuso la derrota de su aspirante a la gobernación, el Frente Renovador de Massa tiene también motivos para celebrar porque ganó su candidato a la alcaldía de la capital de la provincia.
La gran perdedora de la jornada fue la conservadora Propuesta Republicana (Pro) que encabeza el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, quien se alió con la opositora Unión Cívica Radical (UCR) para sumar apoyos en el proceso electoral.
La segunda parada del maratoniano calendario electoral argentino llegará el próximo 19 de abril con las primarias de Mendoza (oeste) y Santa Fe (centro).
Una semana después, el 26 de abril, será el turno de las primarias en la capital argentina, donde la elección a la alcaldía se definirá el 15 de julio.
Una convocatoria que puso en el ojo del huracán al gobernante Pro, profundamente dividido entre los dos aspirantes a suceder a Macri en el gobierno de Buenos Aires, la senadora Gabriela Michetti y el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta.
La interna está desgastando al partido y puede pasarle factura al propio Macri, que ya se inclinó públicamente a favor de Rodríguez Larreta.
Los resultados de estos comicios primarios provinciales -que en Argentina se viven como una suerte de ensayo de las elecciones- impactarán en las primarias nacionales de agosto. El kirchnerismo aún no ha definido sus aspirantes entre un abanico que incluye a Scioli, al ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, y al propio jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Tras este proceso, el 20 de septiembre arrancará la campaña para las generales, en las que se elegirá Presidente y se renovará parte del Parlamento.