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Mueren Galeano y Grass, dos autores que escarbaron en el lado oscuro de la historia

letras. El escritor alemán que provocó debates políticos falleció a los 87 años, mientras que el autor de "Las venas abiertas de América Latina" a los 74.
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Las letras perdieron ayer a dos figuras que se dedicaron a escarbar en la memoria. A los 87 años falleció el Premio Nobel de Literatura de 1999, el alemán Günter Grass; y a los 74 años murió el uruguayo Eduardo Galeano, autor de "Las venas abiertas de América Latina".

Grass, que alcanzó fama mundial con la publicación de su novela "El tambor de hojalata", en 1959, es considerado el escritor más importante de la lengua alemana de la posguerra y gracias a su obra, también un referente político en su país.

A su avanzada edad aún generaba polémica con sus opiniones. En 2012 publicó el poema "Lo que hay que decir", con el que acusaba a Israel de poner en riesgo la paz mundial por su capacidad de producir bombas atómica. Por esa obra el Gobierno israelí le prohibió la entrada al país.

Junto a "El tambor de hojalata" destacan en su producción literaria obras como "Pelando la cebolla" (2006), su polémico libro de memorias; "A paso de cangrejo" (2002), "Mi siglo" (1999), "Es cuento largo" (1995), "Encuentro en Telga", "El rodaballo" (1977), "Años de perro" (1963) o "El gato y el ratón" (1961).

Grass nació en Danzig el 16 de octubre de 1927, la actual Gdansk polaca y en "Pelando cebolla" reveló cómo a los 17 años se dejó seducir por el nazismo y se enlistó en una unidad de las SS. Sin embargo, a sus críticos por ese pasado les respondió que apenas era un adolescente.

Pese a esto dedicó los años posteriores a observar el pasado de su país a través de la literatura, provocando debates políticos que sobrepasaron los márgenes del arte.

Su primer éxito literario con "El tambor de hojalata" también significó para Grass su primer conflicto abierto con las autoridades de la joven República Federal de Alemania, y por el libro terminó respondiendo ante los tribunales por los cargos de pornografía y blasfemia.

Entre otras cosas, Grass denunció el pasado nazi de muchos altos cargos de la Unión Cristianodemócrata (CDU), entre ellos Kurt Georg Kiesinger -canciller entre 1966 y 1969- y Hans Filbinger, líder del partido en Baden-Württenberg.

La importancia del escritor en su país es tal que la canciller alemana, Angela Merkel, expresó su "profundo respeto" por la figura del escritor, así como su consternación ante la noticia de la muerte del Premio Nobel de Literatura, ocurrida ayer en su casa de Lübeck (norte de Alemania).

Grass "ha marcado como pocos la historia de Alemania, desde el final de la guerra hasta hoy, con su compromiso personal, literario, político y social", indicó la jefa del Gobierno, en un comunicado transmitido a la viuda del escritor, Ute.

La República Federal de Alemania (RFA) "pierde con su muerte a un escritor, del que me despido con profundo respeto", prosigue el texto de Merkel.

Mirada latinoamericana

Latinoamérica también perdió a uno de los autores que se dedicó a revisar la historia de una región.

El escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano, autor de "Las venas abiertas de América Latina" (1971), falleció a sus 74 años en la capital de su país.

El autor había sido intervenido en 2007 por un cáncer de pulmón y se encontraba delicado de salud hace varios días, según informaron.

Galeano había acumulado ya 50 años de trayectoria. El uruguayo debutó en el periodismo con tan sólo 14 años, dibujando caricaturas políticas.

Tenía poco más de 30 años cuando publicó su obra más influyente, pero empezó precozmente en 1963 con "Los días siguientes", cuando sólo tenía 23.

El escritor describía "Las venas abiertas de América Latina" como "una contra-historia económica y política con fines de divulgación de datos desconocidos", y por ese texto obtuvo el Premio Casa de las Américas de Cuba.

Fue redactor jefe del semanario "Marcha" (1961-1964), director del diario "Época" (1964-1966) y director de publicaciones de la Universidad de Uruguay (1964-1973).

Ese último año se exilió en Buenos Aires, donde fundó la revista "Crisis", que también dirigió. En 1976 continuó el exilio en Barcelona (España).

Su regreso a Uruguay se produjo en 1985, una vez restaurada la democracia.

"China" (1964), "Guatemala, país ocupado" (1967); "Reportajes" (1967), "Los fantasmas del día del león y otros relatos" (1967) y "Su majestad el fútbol" (1968) fueron sus primeros libros, todos con un gran contenido político.

Galeano también publicó "Vagamundo" (1973); "La canción de nosotros" (1975); "Días y noches de amor y guerra" (1976); y "Los nacimientos" (1982), primer volumen de su trilogía "Memorias del fuego", formada por "Las caras y las máscaras" (1984) y "El siglo del viento" (1986).

Después llegaron su ensayo "El libro de los abrazos" (1989); la novela ilustrada por el grabador brasileño José Francisco Borges "Las palabras andantes" (1993); "El fútbol a sol y sombra" (1995); "Patas arriba" (1998); "Bocas del tiempo" (2004); y sus relatos "Espejos. Una historia casi universal" (2008), a un año de su operación de cáncer de pulmón.