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Qué es y cómo actuar ante un traumatismo encefaloc raneano

CLAVES. En Chile, las muertes por este tipo de lesiones se han casi triplicado en los últimos 60 años y hoy son la primera causa de muerte entre adultos jóvenes.
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El traumatismo encefalocraneano -más conocido por su sigla TEC- se refiere a todo impacto que recibe el cráneo o al deterioro funcional del contenido de éste, debido a un brusco intercambio de energía mecánica. Dependiendo de su intensidad, provoca desde leves heridas externas visibles hasta severas lesiones en el cerebro, las que de no ser diagnosticadas ni tratadas a tiempo pueden tener secuelas invalidantes e, incluso, causar la muerte.

En Chile los TEC constituyen la primera causa de muerte en adultos de entre 20 y 40 años de edad. Además, generan el 3% de las emergencias concernientes a niños que cada año son atendidos en los centros de salud públicos y privados.

Según cifras del Ministerio de Salud, en los últimos 60 años los fallecimientos atribuidos a este cuadro clínico se han más que triplicado: en 1950 eran poco más del 4%, mientras que a la fecha superan el 14%.

De hecho, en nuestro país la tasa general anual de hospitalización por TEC es de 20 por cada 100 mil habitantes. Y sus efectos no son solo físicos, ya que implican altos costos para la persona afectada y el sistema de salud, pues un día de UCI -unidad donde suelen ser internados quienes sufren traumatismos craneales graves- en una clínica privada puede costar a lo menos 1 millón de pesos y no menos de 300 mil en un hospital público.

"Por todo lo anterior, el traumatismo encefalocraneano representa un complejo problema de salud pública", afirma el neurocirujano Antonio Orellana Tobar, profesor y decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso.

En opinión del doctor Orellana, quien en sus más de 40 años de ejercicio profesional ha debido atender y operar a cientos de pacientes afectados por este tipo de lesiones, uno de los mayores desafíos que generan los TEC es lograr una adecuada y oportuna capacidad de respuesta, en virtud del tipo de golpe que la persona recibe en su cabeza, cuál es su comportamiento posterior y qué heridas eventualmente haya sufrido.

"Lo primero que debe hacer la persona que ha sufrido un TEC y que se mantiene consciente es no moverse hasta que sea evaluada por un profesional de la salud. Si hay compromiso o pérdida de conciencia, se debe llamar a una ambulancia para que el afectado sea trasladado de inmediato a una clínica u hospital, ya que el daño cerebral podría ser importante. Es decir, en esto el factor tiempo juega un rol fundamental, pues el trauma craneal no es un evento sino un proceso", afirma el médico y académico de la UV.

En términos comunes se habla de traumatismos encefalocraneanos abiertos y cerrados. El abierto es cuando se produce una comunicación entre el ambiente externo y las estructuras intracraneanas, lo que facilita la aparición de algunas complicaciones, mientras que en el cerrado el daños solo es interno.

Causas

En nuestro país, la principal causa de muerte atribuida a TEC son los accidentes carreteros. Se estima que más de la mitad de las personas que resultan heridos en colisiones o choques de vehículos motorizados -sobre todo donde están implicadas las motocicletas-, y también en atropellos, presenta severos impactos o golpes en el cráneo.

También tienen una incidencia considerable las caídas casuales y/o de altura, que afectan principalmente a niños y adultos mayores. En el caso de los primeros, su ocurrencia se relacionada a accidentes de juegos o descuido de los padres, mientras que en el caso de los adultos mayores guarda relación con la pérdida del equilibrio mientras suben o bajan de escaleras o por pisar mal en aceras en mal estado.

También se registran lesiones por golpes directos provocados por arados o por animales -en la población rural-, por caídas desde techos o andamios y por armas de fuego o elementos contundentes. En cuanto a los TEC derivados de accidentes deportivos, su número se considera de escaza significancia, si bien por sus características y porque suelen afectar a personas jóvenes, activas y generalmente muy conocidas, tiene un impacto público mayor.

En cuanto al lugar de ocurrencia, poco más de la mitad de los TEC se registra en el hogar, uno de cada cuatro en espacios públicos -centros comerciales, plazas, escuelas, obras- y solo el cinco por ciento en calles y autopistas. Sin embargo, tal como dan cuenta las cifras de mortalidad, son estos los que suelen tener mayor gravedad.

Evaluación

Por lo general, tras sufrir un TEC una persona debe ser evaluada por un especialista. Este determinará el tipo de examen neurológico a practicar, con el fin de analizar el funcionamiento de las distintas áreas del cerebro (área sensitiva, respuestas motoras y reflejas). En los casos más graves es habitual la práctica de un scanner de cerebro, a objeto de determinar el estado tanto de la calota craneana y su contenido.

La Escala de Coma de Glasgow es una escala médica internacional que va de 1 a 15 y cuyo objetivo es evaluar el nivel de conciencia de los seres humanos. Se utiliza para medir el impacto de un TEC. Los traumatismos leves se clasifican desde 15 hasta el grado 13, y es cuando la persona se mantiene consciente, alerta y conectada a la realidad. El moderado va del 12 a 9 y el severo de 8 a 3. Este último requiere tratamiento neurointensivo y hospitalización en una UCI o sala de cuidados intermedios. Este último está protegido por ley, por ser una patología GES.