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Aprueban proyecto que creará centro de formación técnica

calama. Estará orientado a carreras mineras y a las energías renovables.
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La Cámara de Diputados aprobó ayer, con 100 votos a favor, 1 en contra y 3 abstenciones, el proyecto de ley que crea 15 nuevos Centros de Formación Técnica en el país, uno de ellos emplazado en Calama, el que estará orientado en carreras mineras y de energías renovables. Iniciativa que forma parte de los compromisos de la Presidenta Michelle Bachelet.

En su intervención, el diputado Marcos Espinosa valoró la decisión que tomó la jefa de Estado de priorizar a Calama para establecer el nuevo CFT estatal de la Segunda región y de paso solicitó la fusión de los dos CFT con financiamiento estatal que tendrá la comuna (otro será construido por Codelco) para crear un solo centro de Alto perfeccionamiento y Alta tecnología.

"Esta es una señal inequívoca de desconcentración y fortalecimiento de las regiones. En la Segunda región tenemos dos efectos descentralizadores, uno nacional y otro regional, al considerar a Calama como la comuna donde se creará este centro cuya esencia es que será administrado, sustentado y solventados por el Estado", dijo el congresista.

vocación regional

El diputado, representante del distrito Tres, destacó además que este centro responderá a las vocaciones productivas de cada una de las regiones y comunas, destacando la necesidad de empleos técnicos que se demandarán en la región en la minería y energías renovables no convencionales (ERNC), debido a los nuevos proyectos que se desarrollan.

"En el caso de la región de Antofagasta, los jóvenes de comunas como Calama, Tocopilla, María Elena van a contar con un sustento académico que les permitirá ocupar los 33 mil puestos técnicos que se proyectan para el año 2030 en funciones mineras, principalmente, operadores, mantenedores y supervisores. Sabemos que sólo entre los años 2015-2020, las empresas contratistas de la gran minería requerirán el aumento de su dotación en un 53 por ciento, muchos de estos empleos vinculados a la puesta en marcha de los proyectos estructurales de Codelco, tras la capitalización de 4 mil millones de dólares", detalló el congresista.

El parlamentario agregó además que "se debe considerar las oportunidades que generarán los proyectos de energías renovables no convencionales que se desarrollarán en la región, donde podemos destacar la planta solar más grande de América Latina que se construirá en María Elena con una inversión de mil millones de dólares que también exigirá trabajadores capacitados".

El diputado Espinosa aprovechó la oportunidad para señalar que en la comuna se proyectan tres CFT, por lo que sería una buena iniciativa fusionar los dos que cuentan con financiamiento estatal, para entregar mayor eficiencia y resguardo de los recursos.

"Existe un centro que cuenta con la colaboración de una empresa minera privada y además se contará con un centro de entrenamiento a cargo de Codelco y este nuevo proyecto al amparo de la Universidad de Antofagasta. Por qué no, fusionar estos dos últimos proyectos en uno, para crear un solo gran Centro de Formación Técnica de Alto perfeccionamiento y Alta tecnología, con financiamiento Estatal", solicitó Espinosa a la propuesta que fue despachada al Senado para su segundo trámite constitucional.

Mejoran calidad y abastecimiento de agua potable en San Pedro

estudio. Investigadores de la UCN implementaron proyecto para controlar el ensuciamiento de membranas en plantas de osmosis inversa de localidades rurales de la Región de Antofagasta.
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Más de 10 mil habitantes de la localidad de San Pedro de Atacama y sus alrededores cuentan hoy con agua potable de mejor calidad y un abastecimiento continuo, gracias al aporte de investigadores de la Universidad Católica del Norte (UCN), quienes aplicaron allí soluciones destinadas a mejorar la disponibilidad del vital elemento en comunidades rurales de la Región de Antofagasta.

A través de un proyecto del Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R), un equipo del Departamento de Ingeniería Química de la UCN trabajó durante más de un año en la búsqueda de alternativas para controlar el ensuciamiento de filtros y membranas que afecta a las plantas de osmosis inversa en poblados que utilizan agua de pozo y de mar para su consumo diario.

Esta tarea implicó la realización de una serie de estudios, visitas a terreno y ensayos de laboratorio y en una planta piloto in situ para identificar agentes promotores del ensuciamiento biológico (biofouling) e inorgánico (incrustaciones) de membranas.

De esta manera, se avanzó en la búsqueda de soluciones que permitieran aumentar las capacidades de recuperación de agua potable de las plantas, y así terminar con los continuos cortes de suministro, que en algunos casos se extendían por más de 10 horas.

La puesta en marcha y desarrollo de la iniciativa implicó recursos cercanos a los 120 millones de pesos. "Identificamos los problemas más comunes existentes en las plantas de osmosis inversa que utilizan aguas salobres en la región. Estas, se caracterizan por tener altos contenidos de arsénico, calcio, magnesio, sulfatos y cloruros, entre otros elementos", explicó el Dr. Javier Quispe, académico que lideró el proyecto.

Reactivos

Entre los problemas detectados en las plantas de la zona, el experto resaltó el alto consumo de reactivos de pretratamiento de las aguas, y el ensuciamiento temprano de sus membranas, lo que implica altos costos de operación. Lo anterior hace que, para poder satisfacer la demanda, las plantas son forzadas a incrementar la presión en sus bombas de alimentación, lo que conlleva a un mayor consumo de energía eléctrica.

Las membranas están diseñadas para funcionar entre 5 y 10 años, según el tipo de fabricante. No obstante, en la zona, por la calidad de las aguas, solo duran entre 1 y 2 años. Es decir, no alcanzan a llegar al 50% de su vida útil.

Cada membrana tiene un costo de entre 300 a 400 mil pesos -precisó el científico- quien de este modo grafica el excesivo gasto que significa para las comunidades operar un sistema donde cada tubo de presión incluye 6 membranas y cada módulo incluye 8 tubos de presión. La planta de osmosis inversa de San Pedro de Atacama cuenta con 7 módulos.

Contaminantes

La suciedad en las membranas era un problema que afectaba la producción de la planta del Comité de Agua Potable Rural de San Pedro de Atacama (CAPRA), instalación que necesita producir cerca de 200 metros cúbicos por hora para satisfacer los requerimientos de este recurso hídrico en la comunidad. Un porcentaje de este flujo no era procesado en forma eficiente, lo que significaba que viviendas y sectores del poblado quedaran sin suministro.

"Logramos identificar la presencia de sílice, calcio, magnesio y sulfatos como los elementos que ensuciaban las membranas. Adicionalmente, constatamos la presencia de bacterias formadoras de biopelícula del grupo proteobacterias que normalmente están en las aguas y generan ensuciamiento de tipo biológico. Algunos de estos microorganismos crecen en este ambiente hostil salino y se alimentan de sustancias químicas presentes en el agua y comienzan a crecer en la superficie de las membranas. Esto, producto de un mal manejo de los reactivos químicos durante la etapa de pretratamiento", explicó el científico.

A la caracterización de estas poblaciones microbianas contribuyó el ingeniero civil ambiental de la UCN, Sebastián Rodríguez, en conjunto con el Dr. Francisco Remonsellez, quienes centraron su trabajo en la identificación de ADN de las bacterias, la realización de ensayos, y en verificar si estas cepas eran las responsables del ensuciamiento biológico de las membranas. "Pudimos determinar cuáles eran las formadoras de biopelícula en las membranas", enfatizó Rodríguez, quien realizó su tesis de grado en torno al tema.

Con el objetivo de terminar definitivamente con los problemas, los investigadores de la UCN recomendaron cambiar la dosificación de los reactivos químicos para abatir parcialmente los precursores del ensuciamiento inorgánico. Además, instaron a modificar la configuración de los distintos módulos de la planta, para que éstos tuvieran una alimentación más homogénea en términos de presión y, finalmente, implementaron un programa efectivo de lavado de membranas. Todas estas medidas fueron aplicadas y han sido un factor clave para mejorar el rendimiento y la producción de la planta.

Paposo

El equipo científico de la UCN también visitó la planta de tratamiento de aguas de Paposo, localidad costera ubicada a 56 kilómetros al norte de Taltal, en la Región de Antofagasta.

En esa caleta de pescadores tomaron conocimiento de los problemas que enfrenta la comunidad con su abastecimiento diario de agua potable, recurso que es extraído del mar y consumido tras un proceso de desalación.

En general, se estima que las plantas de osmosis inversa de agua de mar tienen normalmente entre un 40% y 50% de eficiencia, mientras que la ubicada en Paposo solo llegaba al 26%.

El problema era que la bomba que alimenta al sistema no generaba la suficiente presión para que el agua pasara a través de la membrana.

Por efecto de la marea alta y baja, había horas donde la bomba no alcanzaba el nivel mínimo para generar la presión suficiente para alimentarla, a lo que se sumaba un sistema de succión que no estaba diseñado en forma adecuada. "Se les recomendó que debían cambiar la bomba de presión y que mejoraran la zona donde se hace la captación de agua de mar, haciéndola más profunda. Estas medidas están aún en proceso de implementación en el lugar", sostuvo el Dr. Quispe.

Comunidad

La respuesta de la comunidad de San Pedro de Atacama, ante las medidas adoptadas para mejorar el acceso y suministro del vital elemento, ha sido más que positiva, ya que fue en directo beneficio de los habitantes de la población.

En el lugar, existe un comité independiente que administra la producción de agua potable y gestiona las aguas residuales de la comuna. "Cuando nosotros les planteamos el proyecto, ellos tuvieron mucha receptibilidad y nos apoyaron en todo. Nos facilitaron el acceso a la planta y nos dieron todas las facilidades para hacer las pruebas. El 'brazo técnico' del comité somos nosotros como Universidad Católica del Norte", enfatizó el Dr. Quispe.

El ingeniero civil químico agregó que esta fue una asesoría ad honorem, enmarcada dentro de la vocación social que impulsa el quehacer de la UCN. "Nosotros como investigadores, tenemos la responsabilidad de seguir aportando con nuestra capacidad profesional para resolver los problemas que puedan surgir de aquí en adelante", puntualizó el científico.

La materialización de la iniciativa contó con la participación de un equipo integrado por los investigadores Javier Quispe, Joice León, María Paz Gómez, Sebastián Rodríguez, Pablo Aguilar, Bárbara Fuentes y Rodrigo Remonsellez.