Concretan los primeros avances para retomar las obras del HCC
Reunión. Ayer, abogados del SSA y del Minsal, junto a los del síndico de quiebras oficializaron las conversaciones y en tres semanas el consorcio que construía la obra deberá presentar un nuevo presupuesto, que incluya lo que falta por terminar y las nuevas modificaciones.
En julio se cumplen dos años de la demanda que presentó el consorcio Comsa Pilasi en contra del Servicio de Salud de Antofagasta por el término anticipado de contrato, instancia que ha implicado una serie de trabas para retomar las obras del nuevo Hospital Carlos Cisternas (HCC). Sin embargo, después de todo este tiempo y de haber negado conciliaciones, el ministerio de Salud decidió negociar.
Lo anterior implica que de llegar a un acuerdo con el síndico de quiebras, que representa al consorcio, se acabaría el juicio, no sería necesaria la toma de razón de la Contraloría y las obras se retomarían. De lo contrario, el proceso sería más largo, debiendo superar las barreras legales para luego concluir con una licitación.
Ayer, un abogado del SSA, dos del ministerio, más los del síndico de quiebras se reunieron a analizar el escenario y de acuerdo a lo que explicó el gerente de Operaciones de Pilasi, Jaime Pilasi, "entramos en una etapa de negociaciones. Nosotros debemos valorizar las obras por ejecutar, más unas modificaciones que desconocemos y presentar un presupuesto antes de tres semanas".
Pilasi precisó que de aceptar la nueva oferta, están dispuestos a solicitar sólo el monto adeudado, que está en juicio, pues lo que buscan es que se les pague por el trabajo realizado y no por daños o perjuicios. Agregó que siempre han estado dispuestos a terminar las obras, por el bienestar de la comunidad loína.
Historia
Un nuevo hospital para Calama ha sido la consiga ciudadana por muchos años y a pesar que en un momento pareció un sueño que se estaba concretando, pasó por diversos problemas administrativos que lo dejaron durante dos años prácticamente abandonado y sin esperanzas de cambio.
Este proyecto inició su proceso el 30 de noviembre de 2009, cuando el Servicio de Salud de Antofagasta llamó a licitación. En ese momento se ofrecieron 34.500 millones de pesos para la ejecución de las obras, monto que incluía todos los impuestos vigentes y los derechos de inspección de los servicios anexos y un plazo de ejecución de 730 días.
El 15 de abril de 2010 se hizo la adjudicación al consorcio Comsa Pilasi por un monto que superaba 30.880 millones de pesos y en un período de 657 días. El contrato se firmó el 22 de abril y el inicio de las obras se estimó para el 10 de agosto del mismo año y se extenderían hasta el 5 de junio de 2012.
Sin embargo, los problemas no tardaron en llegar. El primero fue a menos de un mes de la firma del contrato, pues una vez que les entregaron el proyecto, se percataron que no había claridad en dónde iría emplazado.
En su momento, el gerente de las obras, Gastón Valenzuela explicó que el 17 de mayo surgió este inconveniente y "se demoraron 90 días en decirnos dónde iría el edificio. El emplazamiento que venía en el plano era en base a unas líneas imaginarias que no se relacionaban con la ciudad". Se contabilizaron 64 días de atraso.
La segunda modificación fue por 35 días por problemas entre unos ductos y la estructura del edificio. La tercera se debió a que, según expusieron del consorcio, había una deficiencia en el diseño de los alimentadores eléctricos.
Se le habría informado al SSA del hecho, organismo que sin avisar envió a realizar un nuevo proyecto eléctrico, que fue comunicado a los 557 días de avances de obras y a 120 del término. Esto sumó 230 días de atraso.
Finamente, se les informó a la empresa que debía modificar 30 mil metros cuadrados de cielos de todo el recinto, además que había una demora en el empalme eléctrico, considerando la demanda que tenía la instalación. 183 días se sumaron a la entrega del recinto.
Recursos
El 21 de diciembre de 2012 se postuló al proceso presupuestario 2013. En este se pedía al ministerio de Salud, para obras civiles, 4.031 millones de pesos y $167 millones al Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR). En total, incluyendo equipamientos, consultorías y equipos se solicitaban 13.240 millones de pesos. En ese momento el proyecto estaba avaluado en $48.092 millones.
La resolución favorable (RS) fue obtenida el 12 de junio de 2013, cuando ya se le había puesto término al contrato.
El 24 de mayo de 2013 el entonces subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, visitó Calama para informar que se terminaría el contrato con el consorcio por una serie de graves deficiencias, entre estas la insolvencia económica, el retraso en los pagos a los subcontratistas, la paralización de faenas por incumplimiento en pago de quincena del mes de mayo, mantención de documentos comerciales impagos por más de 60 días.
En la resolución exenta 2026 del 24 de mayo de 2013, la exdirectora del Servicio de Salud, Rina Cares, oficializó lo anterior, donde además se dejó de manifiesto que entre mayo de 2012 y el mismo mes de 2013 existió un 32% de avance y no un 53.98% para llegar el 95% de los trabajos. En el desglose se precisó que en obra gruesa había un 99% de concreción, en instalaciones un 66% y en terminaciones un 67%. Asimismo, se enjuició que la cantidad de trabajadores no era la suficiente para una obra de tal envergadura.
En tanto, seis días después, el mismo SSA emitió la resolución exenta 2133, donde se detalla que el SSA no contaba con recursos para cubrir las facturas presentadas por el Consorcio.
De acuerdo a este documento, el 30 de abril de 2013 se aprobó la factura 131 por un monto de 774.598 millones de pesos, correspondientes al estado de pago 30.
El 2 de mayo se solicitaron los dineros al ministerio.
Lamentablemente, 20 días después se llega a la conclusión que no hay presupuesto para obras civiles y el 29 de mayo se indicó utilizar las boletas de garantía entregadas por el mismo consorcio para pagar 200 millones del total cobrado.
Tras el término de contrato, el 2 de julio el consorcio, que en ese minuto ya sólo estaba funcionando con la empresa Pilasi porque la española Comsa había declarado su quiebra, demandó al SSA por término injustificado de contrato.
Gobierno
Desde que asumió el Gobierno regional de la Presidenta Michelle Bachelet el tema de las obras del hospital se convirtió en prioritario y aunque hubo poco avance lo primeros meses, desde que fue nombrado como director del Servicio de Salud de Antofagasta, Zamir Nayar, los plazos en la búsqueda de solución se han ido acotando.
En 2014 unas de las prioridades fue finiquitar el contrato con el consorcio, lo que implicó la contratación de profesionales para el análisis de la obra y de los actos administrativos y financieros. Surgieron varios rumores, entre estos que la vía más factible era demoler lo que existe y construir nuevamente. Sin embargo, se descartó que existieran deficiencias tan graves en la construcción.
En diciembre se logró presentar todos los antecedentes ante la Contraloría, pero frente a la solicitud que hizo la empresa Pilasi, el Tercer Juzgado de Letras Civil de Antofagasta ordenó no ejecutar ninguna acción en este tema mientras no se resolviera la contienda legal.
La reunión sostenida ayer por los representantes de las partes es uno de los pasos más concretos dados y tal como manifestó el senador Alejandro Guillier, llegar a un acuerdo con el consorcio implicaría un ahorro del tiempo "que podría significar ante la alternativa de llamar a una nueva licitación para terminar la construcción, actualmente paralizada. De no prosperar estas negociaciones, se llamaría a licitación abierta, pero ello significaría que las empresas postulantes deberían evaluar las obras ya realizadas, rediseñar el proyecto original y cubrirse de eventuales deficiencias de los trabajos realizados. Todo eso implicaría mayores costos financieros y de tiempo".
"Entramos en una etapa de negociaciones. Nosotros debemos valorizar las obras por ejecutar, más las modificaciones que desconocemos y presentar un presupuesto antes de tres semanas".
Gerente Operaciones Pilasi