Un complejo trabajo se realizó para restaurar la Iglesia de Conchi Viejo
Fueron 170 millones de pesos los invertidos en la restauración o rehabilitación de la añosa iglesia de Conchi viejo, que data aproximadamente del siglo XVII. Este minucioso trabajo debió movilizar una gran mano de obra y de técnicas patrimoniales, la cual demoró unos siete meses en quedar lista y ser entregada a la comunidad.
Por ello, en julio de este año se realizará el lanzamiento del libro que relata este trabajo y la historia de esta Iglesia, el cual estará a cargo del área de patrimonio de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama (CCTC).
"Este proyecto fue financiado por completo con fondos de minera El Abra, a través de donaciones culturales. Es muy importante destacar el apoyo que se realizó en la ejecución de este trabajo, ya que no fue un proceso fácil y ello se debió a que en restauraciones anteriores se aplicaron técnicas de intervencionismo moderno como el cemento, elemento que jamás la iglesia tuvo alguna vez", comentó el director de Patrimonio de la CCTC, René Huerta.
Huerta además manifestó que la Corporación canalizó todos sus esfuerzos en rehabilitar la iglesia, por esta razón el objetivo fue minimizar el daño que pudo causar el cemento con el cual cubrieron la estructura, la que por sus valores arquitectónicos e historia la hicieron merecedora de la calificación de monumento histórico por el concejo de Monumentos Nacionales (CMN) desde el año 1996.
La CCTC incorporó a un equipo multidisciplinario para este trabajo, el cual se centró en la restauración a base de los conceptos y material inicial que se utilizó para su construcción, por ello la intervención debió estar sustentada en el mínimo impacto y en el rescate histórico de la iglesia. Así como también, en entregar a la comunidad indígena una Iglesia lo más cercana a sus orígenes, lo que implicó que se debiera prever que en un futuro se impida intervenirla con criterios modernos y no pierda su esencia.
"La metodología que nosotros utilizamos fue integral, porque debía concebirse su rehabilitación como un todo considerando el suelo, las murallas, el techo, etc. Porque la hechura con barro y paja para los ancestros, significaba que esta estructura respiraba y por esta razón se debieron mantener conceptos y elementos esenciales", argumentó Huerta.