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Gobierno regional apuesta a construir 900 viviendas sociales anualmente

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Una serie de medidas y gestiones ante la autoridad central con carácter de urgente anunció el intendente Valentín Volta para comenzar a subsanar el profundo déficit de viviendas sociales que existe en la región. La máxima autoridad regional reconoció la situación como "preocupante", pero advirtió que el gobierno hará respetar el estado de derecho ante las tomas ilegales de terrenos.

"Hay un déficit importante acumulado de varios años, por lo que tenemos la urgencia de repuntar en cantidad y también en agilidad en la ejecución de los proyectos", partió asegurando Volta.

¿Cómo piensan avanzar hacia ese objetivo?

Estamos afinando un convenio de programación que esperamos tenga un efecto muy potente entre el Minvu y el gobierno regional, que pretende avanzar a un ritmo de 900 viviendas sociales al año. Este permitirá que el gobierno regional invierta en la urbanización de los terrenos (agua potable, electricidad, pavimentación y espacios públicos) y el Minvu se enfoque sólo en la construcción de las viviendas. Es una iniciativa inédita en la región.

¿Qué plazos de ejecución tiene ese programa y cuántos recursos involucra?

Tenemos aún una conversación pendiente con la ministra. Quedamos en que una vez oficializado el cambio de gabinete volveríamos a tocar el tema, pero por ahora hay comprometidos $ 170.000 millones, de los cuales $ 60.000 saldrán desde el gobierno regional. Esperamos comenzar a ejecutar las primeras obras durante este año y el programa tiene un plazo de ocho años para su desarrollo.

¿Por qué las políticas públicas de vivienda no recogen las particularidades de la región?

Este convenio de programación es una medida inédita que responde a las necesidades específicas de nuestra región. Ahora, efectivamente los instrumentos tradicionales han funcionado más lento... pero puedo adelantar que los subsidios para la zona norte van a comenzar a ser distintos que para el resto del país, eso es algo en lo que el ministerio está trabajando y esperamos pueda materializarse durante el segundo semestre.

¿Teme que la situación de las tomas se salga de control?

Nos preocupa la situación y es por eso que estamos trabajando desde enero en estas medidas. Cuando la gente vea avances se va a tranquilizar, eso en conjunto con el plan de intervención de ocupaciones ilegales que vamos a implementar debería ser suficiente para controlar la proliferación de tomas.

Piden más solidaridad a sindicatos e involucrarse en discusiones país

codelco. En seminario organizado por los gremios se abordaron los principales temas laborales, ocasión en que se criticó a los propios sindicatos, que optaron por dividir la representación

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La organización sindical de Chuquicamata, con motivo del centenario del mineral de Codelco, organizó el seminario "Desafíos para el trabajo en el sector minero. Modelos de diálogo social para la minería y para el país", charla que consideró las exposiciones del director oficial de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para el Cono Sur, Fabio Bertranou; la oficial de programación del mismo organismo, Patricia Roa, y la ex directora del Trabajo y actual directora del Centro de Estudios de Trabajo, Relaciones Laborales y Diálogo Social de la Universidad Central, María Ester Feres.

Codelco

Feres, quien fue directora del Trabajo entre 1998 y 2004, al referirse en particular a los sindicatos y trabajadores de Codelco en su ponencia, destacó que el trabajo minero es "tremendamente duro, desgastante, acorta la vida y la calidad de ésta una vez que los trabajadores se jubilan" y agregó que para todo estudioso de la historia sindical chilena y hasta nuestros días, los sindicatos mineros marcaron un rol sustantivo en la construcción del sindicalismo nacional.

El liderazgo de las empresas del cobre -agregó- marcaron también un hito en la medida que iban obteniendo derechos vía negociaciones colectivas, que después de extenderse al resto del sindicalismo nacional se iban convirtiendo en leyes.

"Ustedes fueron los gestores de la ley de estabilidad relativa en el empleo. De ustedes salió el concepto de indemnización por años de servicio, en caso de despido injustificado. Y ustedes hicieron un importante aporte en la reactivación de la democracia", subrayó.

Pero no todo fueron loas para los gremios mineros, pues Feres explicó que algunas brechas salariales entre minería y otros sectores se deben a que los sindicatos de Codelco han acordado por ejemplo, "bonos por entrega y cambio de turno, que se conocen como manilla a manilla, bonos por el tiempo en las casas de cambio. Además, doblan turnos cuando no llega el nuevo y avisó sobre la marcha con todo el riesgo que eso implica para el trabajador y el resto de sus compañeros".

Feres continuó criticando el hecho de dar prioridad a los bonos por término de negociación (BTN) versus un reajuste salarial importante y añadió que con eso "le pegan un golpe brutal al sindicalismo precario del país, porque le dan pie a que vuelva a hablar todo el empresariado y los medios de comunicación, sobre los bonos de 20 millones".

Critica al que agregó otro punto importante, "tener trabajadores de primera, segunda y tercera categoría aun haciendo la misma función. Entonces para mantener los beneficios de los que ya tienen, los nuevos entran con menos", lamentó.

Solidaridad

La catedrática dijo además que Codelco debería ser un faro referencial, un ejemplo, siendo la principal empresa de cobre del mundo y la principal empresa pública de Chile y debiera ser en lo económico una empresa de altísima productividad, porque "es bien importante el ejemplo que den ustedes".

Sobre los desafíos de los trabajadores y sindicatos de Codelco, Feres dijo que "uno de los principales es rescatar su accionar solidario. Veo a un sindicalismo en Codelco, y en toda la gran minería, corporativo, y eso es lo contrario de un sindicalismo socio-político. Por qué corporativo, porque sólo se preocupa de sí mismo, perdió su dimensión socio-política y desde esa perspectiva sucede que se da un apoyo puntual a ciertas manifestaciones laborales, solo discursivo para el resto del movimiento sindical".

La laborista continuó señalando que tampoco se ve un apadrinamiento del sindicalismo precario que se da en otras actividades. "Sus sedes deberían ser las sedes, incluso apoyarlos en la formación sindical, en los cursos a los que ellos no pueden acceder, eso se llama solidaridad. Hay un rompimiento de esta solidaridad que se da incluso al interior de la empresa, si están aceptando que todos los nuevos entren en condiciones peores, aunque hagan lo mismo", analizó.

Críticas que no terminaron ahí, pues Feres agregó que "el gran aporte político que hacen ustedes es decir que defenderán Codelco como empresa del Estado, pero qué dicen ustedes respecto a todas las temáticas de desigualdad que hay en el país; cómo se plantean ustedes respecto de la reforma laboral".

"Ni siquiera tienen negociaciones por división, tienen negociaciones por cada sindicato, ya no les digo pensar en una negociación de la división o pensar en una de todo Codelco. Ustedes debieron dar el ejemplo y coordinado la gran minería, pero son tan dados a dividirse", reprochó.

Para los sindicatos, dijo cerrando su análisis de los gremios de Chuquicamata, "llega el desafío de buscar los elementos de unidad y de aceptar la diversidad, si aquí nadie tiene la verdad, se construye entre todos cuando se representa a los trabajadores. Dónde está la solidaridad con el mundo de trabajo en Chile".

El modelo

La exposición de quien es considerada una de las máximas autoridades en materias laborales del país, explicó que el modelo neoliberal adoptado por Chile ha sido "catastrófico", pues ha acentuado la desigualdad apostando por el crecimiento y no por el desarrollo, que tiene una dimensión más integral, que cumple objetivos y que considera tanto el desarrollo social de las personas, como el factor económico.

Feres continuó su análisis refiriéndose al sistema capitalista que impera en Chile, donde existe una dicotomía entre capital y trabajo. "Tenemos una sociedad desequilibrada de hecho, que el derecho trata de revertir", aunque advierte que tampoco es conveniente caer en una hiperregulación, es decir, formular una ley para cada problema, la que por lo demás es imposible de hacer cumplir.

En este sentido, la ex integrante de los gobiernos de Eduardo Frei y Ricardo Lagos, dijo que es relevante la autotutela, rol que puede jugar un sindicato fuerte, que logra equiparar "fuerzas" con la empresa. "Esa es una forma de proteger y de redistribuir", dijo.

La académica añadió otro antecedente sobre el mundo laboral, los decretos leyes de 1978 y 1979, heredados de la dictadura y aún vigentes en la actual legislación, no brinda derecho a huelga "porque una huelga que no paraliza, que permite el reemplazo, el descuelgue y que prohíbe toda paralización fuera del exacto procedimiento en el proceso de negociación colectiva, no es huelga y le quita a la huelga, en su esencia, su capacidad de presión", explicó.

Este escenario, prosiguió, "establece un paralelismo organizacional, una atomización sindical del que los sindicatos de Chuqui son un digno ejemplo. Reproduce una cultura individualista en la esfera del trabajo, porque apuesta a la despolitización, a la visión global de la sociedad, del movimiento sindical y desde ese punto de vista el tema es 'yo compito con el del lado y cada empresa compite entre ellas' y el sindicalismo de actor social se olvida, porque está siempre contaminado con la posibilidad de incidencia en el mercado".

Esto, aseguró, da pie a una baja sindicalización. "En 1991 teníamos un 18,2%, después de muchos años de dictadura, y en 2013 bajó a un 14,2%, pero los resultados son engañosos, porque hay, a lo menos, cuatro o cinco regiones donde hay un 10% de sindicalización".

Hasta 2014 ha continuado incrementándose la externalización en Chile y de los 900 mil empleos dependientes generados en los últimos 53 meses, el 70% son empleos tercerizados. Otro dato interesante es que los trabajadores transitorios, eventuales y temporarios, hoy no tienen nada, la reforma les da la posibilidad de negociar, pero no les da fuero ni derecho a huelga, "pero cómo van a conseguir mejoras los trabajadores si no es a través de un paro, no se me ocurre cómo esto puede operar", pregunta Feres.

En la cobertura de la negociación colectiva, en 1992 teníamos en Chile un 12% de negociación y hoy tenemos un 8,4%, y en cuatro u ocho regiones de Chile menos de un 5% de los trabajadores negocia colectivamente, pero además, según datos del Banco Central el incremento real por negociación colectiva, desde 1990 a 2013, no alcanzaba en promedio el 1%.

Si bien la encuentra Encuesta Nacional de Empleo (ENE) del INE, señala que Chile es uno de los países con menor informalidad en el trabajo en América Latina, tenemos a más de un millón de trabajadores que cumplen órdenes y horarios y que no tienen contrato de trabajo. Un 17,6% son varones y un 20% son mujeres.

"Más allá de la lucha cotidiana y progresiva de los derechos y condiciones de trabajo, a los sindicatos siempre les ha importado, desde los tiempos de Recabarren, lo socio-político, el timbre social de construir, de marcar las políticas sociales, por eso el sindicalismo socio-político adquiere hoy otra dimensión (...) Sin solidaridad social, amplia, pero también enfocada, focalizada, especifica, no hay sindicalismo, se muere el sindicalismo hoy y a futuro si el mundo sindical para su supervivencia no entiende que tiene que rescatar, reformular y revivir existencialmente el concepto de la solidaridad".

de los trabajadores y distanciarse de las grandes discusiones.