Científicos diseñan robots "autosuficientes" que, al igual que los humanos, se adaptan a sus "heridas"
Al igual que los seres humanos son capaces de buscar una forma alternativa de seguir caminando cuando se tuercen un pie, los robots consiguieron ahora "aprender" a adaptarse y sobreponerse automáticamente a sus "heridas" para continuar con su trabajo.
Un grupo de expertos de la Universidad Pierre y Marie Curie de Francia y de la de Wyoming (EE.UU.) logró que un robot de seis patas se adapte a caminar incluso con dos rotas, o que aprenda a colocar un objeto con un brazo mecánico aún cuando tenga rotos varios motores, según un estudio que publicó ayer la revista Nature.
Esta nueva técnica, según los expertos, ayudará a desarrollar robots más robustos, eficaces y autónomos, que puedan, por ejemplo, ayudar a los equipos de rescate "sin requerir de una atención continua" y hará más fácil crear asistentes robóticos personales que puedan seguir siendo útiles pese a que se les haya roto alguna parte.
Al contrario que los robots, las personas se adaptan a sus heridas y si se hacen un esguince en el tobillo buscan rápidamente otra manera de andar, de igual manera los animales tienen una "capacidad increíble" de adaptación, como los perros con tres patas que pueden incluso atrapar los objetos que se les lanzan.
"Cuando los animales se hieren no empiezan desde cero", sino que "tienen 'intuiciones' sobre diferentes maneras de comportarse, lo que les permite seleccionar de forma inteligente unos pocos comportamientos para ir probando y después elegir el que mejor funciona a pesar de la herida", explicó el autor principal del estudio, Jean-Baptiste Mouret.
Los científicos se inspiraron en este tipo de estrategias biológicas y lograron que los robots hicieran lo mismo que los animales cuando se hieren.
Antes de entrar en función, el robot usa una simulación por computador de sí mismo para crear un mapa detallado de sus comportamientos de alto rendimiento. Ese mapa es como las "intuiciones" del robot (igual que las tienen los animales) sobre los diferentes comportamientos que puede realizar.
Si el robot se daña, emplea esas "intuiciones" para guiar a un algoritmo de aprendizaje -llamado de error y prueba inteligente- que realiza experimentos que lo llevan a descubrir con rapidez un comportamiento que funcione a pesar de los daños.
En el caso de la rotura de alguna pata, si caminar sobre sus patas traseras no funciona bien, lo siguiente que hará el robot es probar hacerlo con las delanteras.