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Alta demanda y falta de vacantes hay en jardines de la Junji en Calama

Problema. Se espera construir dos centros más a mediados del próximo año en la ciudad.
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Muchas son las familias loínas que necesitan matricular a sus hijos en alguna sala cuna o jardín infantil. Ello debido a que los jefes de hogar deben trabajar y en muchas ocasiones no cuentan con los recursos necesarios para contratar a una niñera p pagar por un establecimiento particular.

De la misma manera, hay un alto número de personas que al venir desde lejos a buscar trabajo no cuentan con una red de apoyo familiar, por lo que la sala cuna o jardín es la única opción para dejar a los hijos bajo el cuidado de adultos.

Sin embargo- y a pesar de la alta demanda en Calama- la ciudad no cuenta con el número de establecimientos gratuitos necesarios para cubrir a la comuna en su totalidad.

Es por ello que se están realizando gestiones para contar con dos nuevos recintos que puedan solucionar, en cierta medida la problemática.

Medidas

Según lo informado por la directora regional de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), Mabel Encalada, no son muchas las soluciones que se les pueden brindar a las mamás y papás que quedan en lista de espera.

Sin embargo, cada vez que queda una vacante disponible el organismo se comunica de manera inmediata con los apoderados que esperan para que matriculen a los hijos.

"Calama es una de las ciudades donde tenemos más dificultades, porque hay mucha demanda pero tenemos poca cobertura y es una de las plazas más complejas de la región", dijo Mabel Encalada.

Actualmente, no hay vacantes en las salas cuna de Calama, por lo que se están realizando informes semanales con los retiros para así acelerar un poco más el proceso.

Plan de Gobierno

Una de los planes que anunció el gobierno que se llevaría a cabo es aumentar la cobertura de salas cunas y jardines infantiles. Calama , se encuentra dentro de las ciudades donde se llevará a cabo este proceso y es por eso que se están realizando las gestiones necesarias para comenzar con la construcción lo antes posible.

Mabel Encalada, recalca que están realizando todas las diligencias posibles para poder tener acceso a algún terreno donde construir los establecimientos. De la misma manera, se realizan conversaciones con el Serviu, la Municipalidad y Bienes Nacionales en la negociación de los sitios y se espera que a mediados del próximo año ya se encuentren construidos para que estén a pronta disposición de los loínos.

Calle Latorre y su "informal" oferta de trabajo para extranjeros

fenómeno. Acarreos y gritos a viva voz la transforman en la vía rápida para la obtención de ocupaciones de todo tipo en la ciudad.

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E s casi las 08.30 de la mañana del viernes pasado, y en la vereda del Mercado Municipal de Calama ya hay un importante número de ciudadanos bolivianos, unos pocos peruanos y también de colombianos que esperan la apertura del local Uno de este centro, y que aguardan con ansias el poder revisar las ofertas laborales que se demandan en las vitrinas de ese punto, y que a diario recibe innumerables visitas.

Lo que allí ocurre es un fenómeno de oferta y demanda que de manera informal capta la atención y las necesidades de ciudadanos extranjeros que llegan a Calama en busca de empleos y ofreciendo servicios y oficios que incluso se gritan a viva voz como parte del ajetreo del día en ese punto de calle Latorre.

Enfocados en que se trata de una efectiva forma de encontrar trabajo los extranjeros que llegan hasta el local Uno del Mercado saben, se datean y comparten esta particular forma de encontrar una ocupación en una ciudad que también demanda de esta informal vía de acceso laboral en la minería, los oficios como carpinteros, albañiles y una serie de empleos a los que apuntan con interés.

Rubén Coca es un gasfíter que desde hace un par de semanas se instaló en la ciudad a la espera de poder concretar trabajo "y que no sólo tenga que ver con plomería o arreglos de cañerías y tuberías, porque aún siendo mi fuerte me puedo desempeñar en cualquier otro trabajo. La idea es comenzar a ocuparse rápido", explicó este joven de 30 años que llegó desde Bolivia para acceder a una ocupación.

Para Coca "no ha sido fácil tomar esta decisión, pero me contaron que en este punto se puede obtener trabajo rápido y que espero llegue pronto porque debo comenzara generar dinero para mi hija que vive en Santa Cruz", dice esperanzado en obtener un trabajo pronto.

Coca agrega que el otro día "vi a otro joven que recién llegaba desde Perú, y apenas abrieron acá apreció un tipo en camioneta, gritó que necesitaba a dos maestros y tan rápido como hizo el anuncio éste y otro sujeto saltaron al vehículo y se fueron con él para una faena. Y así de rápido pudieron concretar un trabajo", relata sobre lo que a diario ocurre en este punto de oferta laboral.

MALAS EXPERIENCIAS

Así como la suerte favorece a algunos, también se escucha de malas experiencias como la que afectó a un par de jóvenes bolivianas a las cuales se les ofrecía diez mil pesos por trabajar en jornadas de tres horas durante cinco días, "y que nos parece es un abuso porque se nos saca en cara un montón de cosas, sin un trato digno y por una remuneración muy baja dentro de una ciudad que ofrece buenos sueldos, y ni agua le convidan a una", explica una joven de 22 años que prefirió omitir su nombre, y angustiada de no poder encontrar trabajo.

Para Fernando Pizarro, administrador del local Uno, las malas experiencias "también las viven quienes ofrecen un trabajo pero que luego no es cumplido por la persona contratada, la cual deja de ir, lo hace a medias o bien no cumple con las expectativas de quien demanda el servicio o trabajo", explicó.

Este mercado informal donde se buscan y se ofrecen oficios "es según el dato que se entrega una vez que se ingresa al país, la fama de ser la forma más rápida de encontrar un trabajo porque concentra ofertas para labores de todo tipo y que en algunos casos gozan de gran necesidad, como la albañilería", dice Marcos Plaza, ciudadano peruano que asegura que cuando "acaba el trabajo, vuelvo a este sector porque sé que habrá algo para mí, y que hasta ahora no me ha fallado".

OFERTA

Desde hace 14 años, "cuando empezamos a promocionar y recibir ofertas de todo tipo jamás pensamos que sería una fórmula que se extendería por tanto tiempo, y que yo atribuyo a que es simple y accesible para todo tipo de oficios", explicó Fernando Pizarro al momento de analizar el fenómeno que concentra gran cantidad de personas que buscan un sustento en los avisos publicitados en el Mercado Municipal.

Durante estos años ha sido testigo de muchas situaciones singulares, "como la que en algún momento apreciamos y que una persona de sexo masculino ofrecía sus servicios de compañía a mujeres utilizando este método", confidencia.

Vecinos de locales colindantes comentan "que hay días en que llegan buses llenos con ciudadanos extranjeros, y que dejan a los pasajeros justo acá afuera, como si el destino de sus largos viajes finalizara precisamente acá, y donde de lunes a sábado se pueden ver a mujeres jóvenes, adultos y personas de varias nacionalidades en la búsqueda de trabajo, de datos y oportunidades laborales", explican sobre este punto de oferta informal de trabajo.

Aunque más reacios a esta forma de buscar trabajo, los ciudadanos colombianos se unen en menor cantidad a la búsqueda de una fuente laboral, "aunque sea esporádica y que se trate de labores caseras o de aseo en casas particulares, porque muchas veces las ofertas o los llamados que acá se hacen son para trabajo en minería, y no todas entendemos de eso", explica Eyleen Jira, una joven colombiana que es una de las pocas que busca algún dato en la atestada vereda del Mercado y que principalmente agrupa a bolivianos.

ACARREOS

Otro de los fenómenos advertidos en calle Latorre, específicamente en el sector del Mercado Municipal son los acarreos, los que a viva voz promueven trabajos bien remunerados en ciertos tipos de faenas. "Acá se pueden visualizar y escuchar cómo llegan personas en vehículos mineros para ofrecer a grito pelado trabajo para cierto tipo de faenas cortas, y que es una de las características que mantienen a los extranjeros muy pendientes de cada vehículo que se detiene en frente del local y mantenerse por horas esperándoles", explica Fernando Pizarro.

En el sector hubo también polémicas por la ocupación permanente de la vereda en el Mercado Municipal, las que se sucedían generando riesgos para éstos mismos como para los conductores que por allí transitan y que de pronto deben sortear a los imprudentes que aparecen en el pavimento y bajan de la acera debido al atochamiento de la angosta vía peatonal.

Pese a los problemas e inconvenientes que la gran cantidad de gente que allí se aposta, los locatarios del Mercado se han acostumbrado a los días de gran afluencia de mujeres -en su mayoría- y de hombres que utilizan esta particular fórmula de obtener un trabajo, "porque nos hemos acostumbrado a su presencia y que atiende a que vienen desde muy lejos en busca de un trabajo o alguna actividad que les permita sobrevivir. Hay días en que los vemos muy preocupados porque no hay nada para ellos, y al día siguiente y el que le sigue continúan viniendo siempre atentos a que algo va a pasar, que de pronto escucharán lo que necesitan y partirán a un trabajo que les garantice un sustento", dice una locataria.

Quienes allí se ubican aseguran que aunque pasen días esperando alguna posibilidad de trabajo, ésta siempre llega, "porque quienes saben y necesitan de mano de obra buscan en este punto los oficios y servicios para sus necesidades", explica Rubén Coca, quien llegó a Calama sabiendo que en ese punto de la ciudad los trabajos se ofrecen a diario, y "sólo hay que esperar el indicado para uno. Por eso hay quienes van a diario y desde muy temprano a esperar que la suerte los acompañe y que sea el día indicado para encontrar un trabajo", dijo.