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La emotividad marcó el Día del Patrimonio en la provincia El Loa

actividades. En Calama se realizó un tour por la Casa Consistorial y se reconoció la labor en el desarrollo comunal de antiguos comercios.
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Ayer fue una jornada cargada de emotividad en la Casa Consistorial de Calama, donde la comunidad loína participó masivamente en las actividades programadas por el municipio en el Día del Patrimonio Nacional, el que se realizó en este histórico edificio local, el que data del año 1888.

Todo comenzó a eso de las 9 de la mañana con presentaciones artísticas de dos agrupaciones musicales, el grupo Tomás Paniri y el conjunto folclórico Maizal, quienes bailaron básicamente ritmos andinos, los que fueron seguidos con mucho ánimo por alrededor de cien calameños que a esa hora estaban afuera del municipio, en la calle Vicuña Mackenna con Latorre.

En conjunto, se podía apreciar una exposición fotográfica montada con imágenes antiquísimas de la comuna, donde destacaban la estación de trenes en el año 1890, la plaza 23 de Marzo en el año 1900, el puente sobre el río Loa en 1923 y la Casa Yutronic en 1935, entre otras.

Poco antes del mediodía, culminó la presentación de estos grupos artísticos y el alcalde Esteban Velásquez les entregó una piocha de reconocimiento a sus componentes. A continuación comenzó el recorrido por las instalaciones del municipio, donde primero se mostró el salón donde se realizan las sesiones del Concejo, el que está en el segundo piso del edificio.

En el lugar se exhibió un video estilo diaporama con fotos de los principales métodos o características de construcción de antaño en la comuna, donde claramente predominaba el adobe. Luego, el alcalde Velásquez tomó la palabra y mencionó entre otras cosas que "el patrimonio no sólo tiene que ver con los edificios antiguos comunales, sino que cómo se construye la ciudad, con sus características y su gente". Aquellas expresiones fueron el preámbulo de lo que vendría más adelante.

Posteriormente, el jefe comunal mostró su despacho, el que se utiliza como tal desde mediados de los años 70'. En el lugar hay antiguas fotos de movimientos comunales y también aquellas que tienen que ver con el pasado glorioso de Cobreloa.

reconocimiento

A continuación, nuevamente en las afueras del municipio, se realizó el reconocimiento a diversos comerciantes calameños antiguos, los que han hecho una tremenda contribución al desarrollo de la comuna.

Así fue como se destacó la labor de Tiendas Casas Mamita (año 1960), Comercial Londres (año 1963), Tienda La Media Luna (año 1977), La Flor de Chile (año 1959), Distribuidora Plasticentro Mérida (año 1987), Sastrería Olguín (año 1950), Mercería y Ferretería San Felipe (año 1962), Electricidad Automotriz y Repuestos Chululo (año 1968) y Jugos Zenteno (año 1977).

Esa instancia corrió por parte del municipio de Calama, quien entregó a los representantes de cada una de esas empresas un diploma de reconocimiento y una piocha recordatoria. Además, en la actividad también hubo reconocimientos por parte de la Corporación de Cultura y Turismo de Calama, la que destacó el aporte a la comunidad de las empresas Casa Magaly, Casa Marangunic, Jugos Zenteno, Radio Calama y Sastrería Olguín.

Asimismo, se realzó el aporte cultural y de conservación de las tradiciones de dos mujeres de la provincia El Loa: Rosa Anza, experta en cultura artesanal y culinaria de la zona y Eva López Quispe, cultora en telar.

En tanto, el alcalde Esteban Velásquez en su discurso final expresó que el próximo año comenzaría la construcción del nuevo edificio municipal, el que estará emplazado en los terrenos de la Finca San Juan, sin embargo, explicó que "este antiguo edificio se conservará y servirá para diferentes exposiciones de carácter cultural. No se demolerá", aseguró.

El emotivo acto culminó con la presentación del grupo Proyección Loína, que cuenta con un elenco compuesto por jóvenes y adultos, quienes bailaron varios pies de cueca, los que fueron seguidos atentamente por los asistentes a la actividad y todo se cerró con la interpretación del himno de Calama.

San Pedro

En San Pedro de Atacama las actividades destacaron la cultura local atacameña, logrando un buen marco de público. Los visitantes pudieron conocer gratuitamente el Museo Arqueológico Gustavo Le Paige, la Aldea de Tulor y la restauración de la Iglesia de San Pedro de Atacama (que data de 1744 apróximadamente) y que ya está en sus etapas finales.

La plaza de San Pedro de Atacama también fue el punto de encuentro para cientos de turistas y sampedrinos que participaron de la actividad. "El Patrimonio lo hacemos todos con la fuerza de la Pata Hoiri", en la cual se exhibieron diferentes iniciativas en torno al patrimonio como fotografías, objetos y relatos.

Eduardo Ildefonso, director de la Fundación de Cultura y Turismo de San Pedro de Atacama dijo que "hemos superado las expectativas. Ha venido bastante gente a disfrutar de las diferentes instancias. No solamente aquí en la plaza sino que también en los circuitos turísticos. Destaco la participación, hay bastantes jóvenes y también gente que es nuestro patrimonio vivo que han querido estar presentes", manifestó.

Bailes religiosos: Cultura y tradición

Identidad. Para muchos participantes es un estilo de vida.
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Grandes máscaras, telas coloridas, faldas cortas, tacos altos, entre otros llenan las calles de Calama cada 8 de diciembre o el Santuario de Ayquina en septiembre. La música característica de los bailes religiosos atrae a las personas, turistas o residentes quienes observan cada uno de los movimientos hechos por los bailarines, que motivados por la fe, soportan el sol, el peso de los trajes y el frío en las noches.

Más allá de lo religioso, estos bailes son un símbolo de la cultura loína. Una tradición que se ha mantenido a pesar de los años, donde incluso los jóvenes son los más entusiasmados en participar, no sólo en las fiestas, sino que durante todo el año.

Esfuerzo y fe

Más de 40 bailes religiosos existen en la actualidad en Calama. Algunos agrupados en la Central de Caporales y otros en la Asociación representan la cultura de las fiestas en la zona y reflejan el sincretismo y la unión de tradiciones con países vecinos como Perú y Bolivia.

Sergio Velásquez, es el presidente de la Gran Diablada Calameña, desde pequeño fue muy devoto a la virgen e incluso por una gran cantidad de años llegó hasta Ayquina a pie. Se alejó de la zona por un tiempo, pero cuando volvió sintió las ganas de pertenecer a un baile. Motivado por su hermano, caporal de la Gran Diablada, se unió en primera instancia como socio y, posteriormente sintió el llamado para bailar.

Cada año contratan a una banda del país vecino, de la misma manera, encargan la vestimenta completa. Ensayan todos los domingos para Ayquina y, además realizan otras actividades durante el año, como por ejemplo apoyo en "los carretes con Cristo". En la actualidad, este baile cuenta con 275 integrantes: 20 socios, 54 niños y 201 adultos bailarines. Fundado el año 1961 es un símbolo de los bailes loínos.

Andrés Céspedes es caporal y fundador de la Fraternidad Tobas de Calama. Cuando era estudiante universitario sintió la necesidad de promesarse, fundando en 1986 este baile. Con una experiencia de 20 años, cuenta que han pasado alrededor de 120 integrantes por el grupo, pero que en la actualidad son cerca de 25.

Para él lo más importante es que la gente tenga fe y por eso prefiere que el número de miembros no sea tan alto, ya que se asegura que cada uno de los bailarines participen en las actividades motivados por su creencia y amor a la virgen. La mayoría de los integrantes son jóvenes, quienes se preparan durante todo el año para las fiestas, siendo las más importantes Ayquina y la Inmaculada Concepción.

Cada traje tiene un valor de más de $100.000 pesos. Suma que en todos los bailes, va por cuenta del integrante del grupo. Andrés recalca que el gran requisito para pertenecer es tener fe, ya que es eso lo que los impulsa a soportar muchas adversidades climáticas a la hora de bailar.

Tradición

Para Ángel Alburquenque, presidente de la Central de Caporales, los bailes religiosos, sin duda, son parte de la cultura de la zona. "Hay muchos bailes que tienen su origen en Bolivia, otros incluso con raíces españolas, configurando una gran diversidad de danzas y estilos", explica Alburquenque.

Concuerda con todos que es un estilo de vida y que traspasa generación en generación. "Por ejemplo, en mi familia ya somos tres generaciones involucradas en el baile religioso", dice Ángel.