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Bajas pensiones obligan a adultos mayores a seguir trabajando

peligros. Muchas veces las personas se exponen a trabajos con condiciones no aptas para su edad.
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Aliro Muñoz tiene 80 años recién cumplidos. Sufre una serie de dolencias, pero a pesar de ello, se levanta todas las mañanas a las 06:00 horas para trabajar como barrendero en el centro de Calama.

De los años que lleva jubilado, nueve los ha trabajado en la misma actividad. "No es mucho lo que se gana, pero es una ayuda a mi porvenir, ya que necesito trabajar para poder subsistir", dice Aliro.

Al reflexionar sobre su situación, recalca que "me siento cansado y adolorido. Ayer tuve que ir al consultorio, ya que no aguantaba el dolor y es bastante incómodo seguir trabajando así". Sin embargo, no puede descansar en la casa, ya que no tiene otra forma para solventar sus gastos, una situación que para un importante número de los adultos mayores de Calama es la realidad.

Si bien en la mayoría de los casos se les recomienda a las personas mayores intentar seguir trabajando por motivos psicológicos, es muy difícil que éstos logren encontrar un puesto laboral de acuerdo a su condición o a las características extremas de una ciudad como Calama.

condiciones de trabajo

En los últimos días y como es común en esta época del año en la ciudad, las mañanas han presentado temperaturas bastante bajas. Amanda González se debe levantar todos los días a tempranas horas para llegar a las 08:00 a trabajar como auxiliar de jardinería en el paseo Ramírez. Soportando los grados bajo cero, de lunes a sábado acude hasta el centro para mantener las plantas del paseo Neruda.

Si bien el trabajo no es muy severo en sí, el horario de trabajo en una ciudad como Calama no es el más adecuado para las personas mayores de 60 años de edad.

Sin embargo, Amanda no puede dejar de llevar a cabo las labores por dos principales motivos. En primer lugar, por la enfermedad que la aqueja. "Yo he tenido una vida bastante dura. Me casé y falleció mi marido y la única nieta que tengo murió cuando era muy pequeña. Yo caí en una depresión tremenda y el doctor me recomendó seguir trabajando", cuenta Amanda.

Por otro lado, porque recibe una pensión de gobierno bastante baja, cerca de los $80.000 aproximadamente y no le gusta depender de nadie para mantenerse. " A mí me gusta ser independiente, no depender de nadie. Además, de mis tres hijos, ninguno tiene remuneración estable y otro trabaja en lo mismo que yo, así es que no me puedo dar el lujo de descansar", dice Amanda.

De la misma manera, cuenta que, años atrás, el trabajo era aún más duro, ya que debían regar con los tarros de la basura y casi siempre quedaban empapada en plena mañana. Sin embargo, Amanda se muestra fuerte, recalcando que la única opción que queda es acostumbrarse al frío y abrigar el cuerpo con el mismo trabajo.

Aliro Muñoz, por su parte, ya se siente cansado y reflexiona que deberían existir más oportunidades y puestos en trabajos que no expongan a los adultos mayores a bajas temperaturas o a esfuerzos físicos muy grandes.

jubilación anticipada

Distinto es el caso de José Cabrera, quien a sus 61 años de edad y tras varios años de trabajo esporádico en la construcción, no pudo seguir trabajando por problemas severos en su rodilla.

Por este motivo, quedó en la calle sin un sueldo seguro ni otro tipo de ingresos y con un gran número de gastos. José vive en Calama solo, su familia es de Valdivia y no tiene mayor contacto con ellos: "yo creo que ni siquiera saben dónde estoy viviendo", dice.

Cuando quedó sin trabajo, el hogar San Lorenzo lo acogió. Sin embargo, debe pagar $120.000 y comprar útiles de aseo, entre otras cosas.

No fue contratado en funciones administrativas, debido a su edad, por lo que ahora trabaja limpiando basureros hace ya más de dos meses. A diferencia de otras personas, él afirma contar con una buena jubilación, sin embargo, la AFP a la que pertenece no lo deja jubilar anticipado. "He hecho bastante empeño para poder sacar la jubilación anticipada, pero en la AFP me dicen que necesito más años. Yo sé que hay leyes y reglamentos, pero deberían ver que yo no puedo seguir trabajando por mis condiciones de salud y darme la jubilación, si al final, es plata mía", dice José. Resignado a seguir trabajando y pese a las complicaciones en las piernas, agradece la oportunidad que le brindaron. Sin embargo, necesita su jubilación pues no quiere volver a pasar por un periodo de cesantía, debido a las complicaciones físicas que lo aquejan.

discapacidad

Vladimir López, tiene 69 años de edad, vive junto a su esposa y hace algunos años enfermó de diabetes, lo que conllevó a que tuvieran que amputarle una pierna. Con una jubilación de $114 mil pesos, debe solventar los gastos de su casa, lo que para él es bastante complicado. "Yo trabajé varios años en carpintería y fui vendedor ambulante. Impuse durante todos esos años y ahora sacó un sueldo mensual de $114.000 pesos ¿quién vive con eso? Nadie, además me descuentan el 7% de salud", comenta Vladimir.

Encontrar un trabajo debido a su condición ha sido bastante difícil, por lo que en las mañanas se ubica entre las calles Latorre con Ramírez para pedir dinero a los transeúntes y durante las tardes, se dedica a vender frutos secos por la ciudad. "Actualmente, no he recibido mucha ayuda porque la situación está difícil para todos. Sin embargo, gracias a la bondad de la gente y la venta de frutos secos mis ingresos aumentan en $100.000, dice Vladimir. Todos los meses gasta más de $60.000 en locomoción, ya que no puede usar las micros. De la misma manera, recalca que debe soportar la discriminación, ya que no todos los colectivos acceden a llevarlo.

Para comprar sus prótesis y silla de rueda, acudió a los organismos públicos, pero sin éxito alguno: "yo fui a hablar con parlamentarios, gobernación, alcaldía, sindicatos mineros, entre otros. Pero no logré ninguna ayuda, gracias a la gente que daba monedas logré comprar mi prótesis y mi silla de ruedas eléctrica", cuenta Vladimir.

Por el momento, no tiene intenciones de dejar de trabajar y espera que en alguna ocasión, las autoridades hagan algo más allá de bonos por los adultos mayores.

Estadísticas

Según las últimas cifras publicadas por el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), en la región de Antofagasta el 57,8% de las personas mayores de 60 años son jefes de hogar. Un 13, 4% de los adultos mayores son dependientes y un 9,2% viven solos.

En cuanto a estadísticas laborales, hasta el 2014 cerca del 20% de los adultos mayores en Chile se encuentran trabajando. Este porcentaje ha ido creciendo progresivamente e incluso se espera que aumente a 27% para el 2025 y un 38% el 2050.

Estas cifras aumentan más el debate sobre el tipo de trabajo que deben realizar los adultos mayores.

La seremi de Desarrollo Social, Angelique Araya, recalca que es "lamentable que muchos adultos mayores, en vez de estar descansando tengan que trabajar. Muchos cubren las necesidades familiares e incluso se hacen cargo de sus nietos. Obviamente, esto no es la mejor condición para ellos, pero se están realizando diversas políticas públicas que permitirán que las personas vivan una vejez con mayor dignidad", recalcó la seremi.

descuento

Una de las medidas, según la seremi, es la eliminación del 5% de la cotización de salud que anunció la Presidenta Michelle Bachelet en la cuenta del 21 de Mayo.

Para realizar esto, el Estado asumirá el pago, asegurando el derecho de salud a los que están adscritos.

"La restitución del Bono Invierno para todos nuestros pensionados, también es otra buena noticia para los adultos mayores. En cuanto a la discapacidad, la creación de la subsecretaría va a permitir ampliar y realizar una importante cantidad de gestiones para mayores beneficios", informó Angelique Araya.

La eliminación de la cotización de salud de los adultos mayores es sólo para aquellos a los que se les descuenta un 5% y pertenecen a los cuatro quintiles más vulnerables de la población. En tanto, quedan exentos de la rebaja los pensionados que pertenecen a Dipreca, Capredena y en general todos aquellos pensionados que hoy cotizan el 7%.

"En mi trabajo no es mucho lo que se gana, pero es una ayuda para mi porvenir, ya que necesito trabajar para poder subsistir".

Aliro Muñoz

Barrendero

"Obviamente, no es la mejor condición para ellos, pero se están realizando diversas políticas públicas que permitirán que las personas vivan una vejez con mayor dignidad ".

Angelique Araya

Seremi de Desarrollo Social

Sólo 60 profesores se adhirieron al paro indefinido en Calama

Razones. Los altos descuentos tras la movilización pasada los detuvo.
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Ayer comenzó el paro indefinido de profesores en Calama, el cual estuvo marcado por la baja adhesión de docentes al movimiento, ya que poco menos de un 10% de ellos llegó a las dependencias del Colegio de Profesores y salió a marchar por el centro de la ciudad. Situación que, según el gremio, sucedió principalmente por los descuentos que se realizaron este año al profesorado a raíz de la movilización de 2014, lo que ha sido una causal de amedrentamiento, porque nuevamente no quieren ver desmedrados sus sueldos.

"Sin duda la baja convocatoria se debió a los cuatro meses de descuentos que tuvimos que vivir, donde vimos desmedrados nuestros sueldos en un millón y medio en total, por esta razón no culpamos a los profesores que no tomaron la decisión de adherirse. Sin embargo lo lamentamos, porque se hace necesario contar con más fuerza, porque de mi liceo votamos a favor del paro 23 profesores de 41 que somos en total, los cuales estamos asumiendo la carga de los descuentos por todos aquellos que no se sumaron; pero pretendemos ir encantando a quienes no se plegaron conforme pasan los días" comentó el delegado gremial del liceo B-8, Alejandro Covarrubias.

"Fundamentalmente el paro pretende que se retire el proyecto de Ley de Carrera Docente, porque no es para nada bueno para nosotros. Pero la paralización no fue muy acogida, justamente por los descuentos efectuados, porque de mi establecimiento sólo se adhirieron al paro 4 profesores de una planta total de 60. Por ello iremos evaluando si cobra fuerza, si no tendremos que tomar una decisión en conjunto de paralizar el movimiento" manifestó el delegado gremial del liceo B-9, Hernán Pinochet.

El delegado de la escuela D-48, Ariel Aguirre, expresó que de su establecimiento educacional se sumaron al paro 37 profesores de los 58 docentes contratados.

"Este paro lamentablemente se vio afectado por los descuentos realizados, pero los que nos sumamos entendemos que el proyecto de ley que se está tramitando nos va a afectar negativamente a todos al largo plazo, por ello estaremos en paro indefinido hasta que el Gobierno entienda que la iniciativa es mala", afirmó el docente.

Los profesores adheridos salieron a marchar por el centro de Calama, pero se detuvieron alrededor de media hora en el frontis de la municipalidad, para hacer un llamado de atención al alcalde por los descuentos realizados, que hoy tienen al movimiento debilitado y por ello gritaron la consigna de "Se sienten, se sienten… los descuentos indecentes". Sin embargo el edil no salió a dialogar con ellos, manteniéndose en sus funciones respectivas.

Según los datos entregados por la seremi de Educación, sólo fueron 60 profesores que se adhirieron al paro.