Cordura directiva por el bien del club
Cuando el país se paralizará para presenciar la Copa América de fútbol y que tiene como anfitrión a nuestro país y donde muchos hechos pasarán a un segundo plano, no podemos dejar de lado lo que está ocurriendo en Cobreloa, donde las pugnas directivas han trascendido a todo el país, para vergüenza de un club con prestigio y gran renombre.
Aparentemente la pugna entre dirigentes al interior del club parecieran que están volviendo a la calma, para sabemos que esto no terminará fácilmente, para desdicha de los que amamos este deporte.
Por tal motivo creemos que nuestro deber es hacer un llamado a la cordura por parte de los dirigentes para que puedan sentarse a reflexionar y meditar cómo solucionar esta pugna de poder que hace tiempo viene minando el buen desarrollo de esta institución.
Proponemos que la totalidad de los directivos puedan sentarse junto a algunas autoridades locales que podrían ser mediadores del conflicto, para buscar la mejor solución y no terminar destruyendo el club que por tantos años ha sido un estímulo para muchos loínos que vibran con este equipo naranja.
Además, que quienes están actuando mal puedan reconocer sus errores y respetar lo que las asambleas y estatutos disponen, por el buen funcionamiento de la institución.
No entendemos cuáles pueden ser las motivaciones personales de estas personas para obtener el poder, de querer formar directivas paralelas, de pretender dejar a un técnico que terminó su contrato, que deberá estar fuera un torneo completo y aún así querer recontratarlo.
Desconocemos cuáles puedan ser los intereses de cada integrante de esta institución, pero sí sabemos que cualquier ciudadano que llega a ser dirigente es para hacer lo mejor en bien de la institución y no perjudicarla, como ha ocurrido hasta ahora.
La actual y vigente directiva reconocida por la ANFP ya trajo un técnico para preparar al plantel para el próximo torneo y esperamos que este sea un paso para ir ordenando la institución y dejar atrás lo vivido en las últimas semanas.