Mucho se habló de los jugadores que aún trabajaban en el club de campo de Cobreloa, de su opción de salir del club y no seguir buscando una alternativa cuando en el presupuesto y el proyecto de César Vigevani para el equipo en la B no encajaban. Y con la salida de Diego Silva se dio la tónica: los jugadores van a partir.

Incluso dos, que estaban dentro de los planes del cuerpo técnico y que por distintas razones no van a continuar en la tienda minera: Rodolfo González y Ricardo Martínez.

"A Rodolfo (González) le pedimos que se quede en su momento. Yo mismo estuve tres días tratando de convencerlo, de acercar posturas. Para nosotros no sólo era un jugador importante sino uno de los referentes que esperábamos mantener en el plantel. Pero él no quiere seguir y ante eso hay bien poco que hacer", asegura el entrenador minero César Vigevani.

En el caso de Ricardo Martínez, el estratego es claro. "Lo tuvimos entrenando acá porque queremos que se queda, nos puede ayudar mucho pero su sueldo está muy por encima de lo que se puede pagar por un jugador extranjero en la B. Y eso se lo dijimos. Lamentablemente, si no quiere bajar en ese sentido habrá que buscar otra solución", asegura en relación a los 12 mil dólares que percibe el jugador.

pide ayuda

Vigevani sostiene que en el caso de Santiago Barboza, Martín Zbrun e incluso Diego Silva fue claro en el discurso. "Ojalá se solucione luego lo de ellos, si para nadie es cómodo que se esté en esta situación de incertidumbre para todos. Ellos tienen claro que no puedo tener jugadores con el nivel de sueldo de ellos en un equipo de Primera B, donde los presupuestos son muy acotados".

El técnico remarca que "hablé con todos y les pedí que nos ayuden también para ver su salida, si uno sabe por dónde va el tema. Barboza (Santiago) estuvo en Liga de Loja en Ecuador, yo sé lo que ganaba. No aceptaré que acá se paguen sueldos de Primera en Argentina pero en la B de Chile".

Fue un día movido el de ayer para Diego Silva. El defensor y ex capitán de Cobreloa lograba que un llamado desde El Salvador para formar parte de la plantilla del último campeón -Cobresal- consiguiera aclarar su futuro con "los zorros del desierto". Y así, tras dos años y medio de permanencia en el club donde jugó Copa Sudamericana y descendió en mayo pasado, el "negro" se fue sin pena ni gloria de Calama.

"Es una pena cómo se dio todo al final, lo del descenso y lo de no tener claro mi futuro en el club. Yo quería seguir pero uno es profesional y sabe que si llega un entrenador nuevo es probable que no te quiera en su equipo", dice el defensor que identificó a los hinchas mineros en las últimas campañas, pese a que llegó en el 2013, de la mano de Marco Antonio Figueroa.

¿Te pasaron la cuenta por ser leal al proceso de MAF?

Yo hablé con el técnico y me dijo que no encajaba en su idea de plantel, en su proyecto para enfrentar el torneo de la Primera B y eso es lícito, se lo respeto. No sé si hubo otra cosa y si es así, nadie me dijo algo de frente, como yo suelo hacer todo. Soy católico, creo en las personas así es que quiero creer que efectivamente me voy solamente un tema futbolístico y nada más.

No es el mejor final...

Todos saben que yo me quería quedar, que tenía la intención de devolver al club a primera división porque sentí de verdad el descenso. Está demás decir que me identifiqué con esta camiseta, la ciudad y su gente. Con los hinchas... Pero el fútbol es así.

Pero no fue cómodo este proceso del entrenador nuevo y no estar en los planes...

La incertidumbre de después es lo que uno no quisiera vivir. Es difícil porque uno es padre de familia y mis hijos estaban expuestos a eso de que se hablaba si seguía o no y eso no es bueno. Yo opté por la tranquilidad de los míos, porque quedarme a pelearla cuando no iba a estar considerado era complejo. Uno tiene que pensar en los suyos, aunque mi familia siempre se adaptó bien acá y todos queríamos seguir en Calama.

¿Deuda pendiente?

No haber devuelto a este club a primera división. Por la gente de acá, que siempre se portó muy bien conmigo. Espero que Cobreloa vuelva al lugar que merece...