El SAG atribuye a perros la muerte de aves ocurridas en Quetena
gallinas. Tras realizar peritajes el organismo descartó además que las pérdidas fueran producto de infecciones o enfermedades avícolas.
Luego de una denuncia ciudadana respecto a la extraña muerte de gallinas en el sector de la comunidad ecológica de Quetena, en el sector poniente de calama, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), concurrió al lugar y emitió un informe oficial sobre la causa de muerte de las aves, atribuyéndolo a un ataque de perros.
Según los antecedentes entregados al SAG por los vecinos afectados, los ataques a gallinas no corresponden a hechos aislados, sino a varios ataques ocurridos durante el transcurso de la noche los días 7,14 y 18 de julio, donde los vecinos no advirtieron la presencia del animal atacante.
"Efectivamente recibimos una denuncia durante el día lunes, la cual fue atendida inmediatamente por un equipo del SAG. Por este motivo y en atención a los ámbitos de acción del SAG es que se concurrió hasta el lugar afectado para verificar o descartar la presencia de alguna enfermedad infecciosa en aves o bien si el hecho correspondía a un ataque de carnívoros", indicó la directora regional del SAG, Angélica Vivallo.
En total, fueron 10 gallinas y un gallo adulto los afectados por los ataques, sin embargo, en el momento de la inspección física del lugar donde ocurrieron los hechos, sólo se encontró la un gallo muerto y una gallina herida, los cuales fueron sometidos a una inspección clínica para determinar o descartar la presencia de alguna enfermedad infectocontagiosa.
El principal objetivo de la visita del SAG fue determinar la presencia de alguna enfermedad avícola, la cual fue descartada tajantemente por el médico veterinario que realizó el examen físico de los animales, determinándose que la visita correspondía a una atención de denuncias de ataques de carnívoros silvestres al ganado doméstico.
En este sentido, se pudo determinar que no existían huellas de carnívoros en el lugar (pumas o zorros) y que además, los corrales no contaban con los cierres adecuados para evitar el ingreso de otros animales, registrándose también la presencia de perros en la propiedad afectada.
En tanto, la inspección física del cadáver del gallo dio cuenta de una herida en el cuello de tipo desgarro, asimismo heridas en la cresta y garras del ave, las cuales corresponderían a heridas de defensa durante el ataque, mientras la gallina herida presentaba una pequeña herida en la piel (cadera), en forma de forado, la cual es compatible con un colmillo de carnívoro silvestre.
Tras estas pericias se descarta entonces que los ataques hayan sido producto de otro animal y que son atribuibles a perros.