Autoridades buscan frenar el consumo de alcohol y drogas a temprana edad en Calama
adolescentes. En la ciudad se están impulsando diferentes iniciativas preventivas, con la finalidad de evitar que los menores de edad empiecen a probar estas sustancias a corta edad y a larga se conviertan en adictos.
Preocupados por los altos índices de consumo de alcohol, tabaco y drogas en menores de entre 12 y 17 años en Calama, es que las autoridades locales están impulsando diferentes iniciativas preventivas, con la finalidad de evitar que los jóvenes empiecen a probar estas sustancias a temprana edad y a larga se conviertan en adictos.
El trabajo de las policías es fundamental para impedir que los estudiantes tengan acceso a bebidas alcohólicas y cigarrillos, con fiscalizaciones en las botillerías y almacenes cercanos a recintos escolares para que no les vendan estos productos a los menores.
En el tema de drogas, las unidades especializadas se están enfocando en detectar puntos de microtráfico, logrando la detención de estos delincuentes que tanto mal le hacen a la sociedad, ya que son los principales proveedores de los jóvenes que quieren experimentar con diferentes alucinógenos.
DIDECO
La Municipalidad de Calama, preocupada de este fenómeno que está afectando a la sociedad a nivel nacional y a través de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco), se encuentra impulsando diferentes iniciativas preventivas para evitar que los jóvenes calameños ingresen a tempranamente al consumo de sustancias licitas e ilícitas.
En la jornada de ayer, el Subdepartamento de Seguridad Pública del municipio lanzó la campaña "Menos Alcohol Más Seguridad", con el objetivo de sensibilizar a los ciudadanos sobre los efectos del uso abusivo de las bebidas alcohólicas.
La directora de la Dideco, Cindi Trigo, expresó que "en una primera etapa, la campaña se focalizará en la sensibilización y difusión del proyecto, entregando material alusivo a la prevención del consumo de alcohol. Y la otra parte, es realizar controles preventivos de alcotest para que las personas tomen conciencia de lo que significa conducir bajo la influencia del alcohol".
Esta iniciativa se pudo concretar gracias a la adjudicación de un FNDR 2% de Seguridad Ciudadana con cerca de 10 millones de pesos, con los cuales se adquirieron cuatro intoxilyzer y el material necesario para crear conciencia, proyecto que beneficiará a más dos mil personas de la comuna.
Senda Previene
El otro programa preventivo con que cuenta la Municipalidad de Calama es el Senda Previene, que lleva trabajando en este tema en la comuna más de diez años, teniendo diferentes enfoques, siendo uno de ellos evitar que los menores de edad tengan contacto con sustancias nocivas para la salud cuando recién están ingresando a la pubertad.
El último estudio realizado por el Senda, arrojó que el inicio en el consumo en adolescentes promedia a los 12 años, principalmente sustancias licitas, pero en Calama hay casos desde los 10 años.
Las principales drogas consumidas en la ciudad son la marihuana y la pasta base, debido a que son los principales estupefacientes que ingresan de manera ilegal a la provincia por pasos no habilitados en la frontera.
La coordinadora comunal del programa Senda Previene, Jenny González, dijo que "el promedio de edad es de 12 años en el consumo de marihuana, pero en Calama hay casos desde los 10 años, por lo que estamos hablando de niños que cursan cuarto o quinto básico, lo que es muy preocupante, por lo que estamos trabajando en una mesa comunal para detener esta realidad".
Fármacos
Según los antecedentes entregados por González, los menores de edad también están consumiendo en grandes cantidades diversos tipos de fármacos, siendo el más utilizado el clonazepam, de la familia de las benzodiacepinas
El químico farmacéutico de la Universidad Católica, Leonel Cortés, señaló que las benzodiacepinas son medicamentos utilizados para el tratamiento del insomnio, ansiedad y convulsiones. Actualmente se encuentran entre los medicamentos más prescritos por el Cuerpo Médico de Chile.
Éstas actúan en el cerebro provocando inhibición, es decir, comunicando a las neuronas que disminuyan la velocidad de transmisión o que dejen de hacerlo, lo que implica un mensaje de calma o enlentecimiento. Clínicamente, esto se traduce en una reducción de la ansiedad y en un aumento de la sedación.
Los efectos secundarios de estos fármacos depende de la dosis que sea utilizada, estos pueden ir desde la extrema sedación, somnolencia, problemas de coordinación, debilidad muscular y confusión.
El uso de este medicamento debe seguir una estricta regulación médica ya que tiene un alto potencial adictivo. Las personas que consumen por largos periodos de tiempo deben ir aumentando la dosis para surtir el efecto deseado. El panorama es aún más complejo ya que no es fácil dejar de consumir el fármaco una vez adicto.
Lo anterior se conoce como síndrome de abstinencia a las benzodiacepinas el que puede presentar la siguiente sintomatología en mayor o menor intensidad: gran ansiedad, agitación, irritabilidad, insomnio, pérdida del apetito, agresividad, mareos, náuseas, vómitos, angustia, confusión, convulsiones, elevación de la temperatura corporal e incluso la muerte. Estos signos suelen aparecer entre el primer día y la primera semana después de dejar el fármaco.
"Este uso está aumentando de forma importante. Se trata en general de consumidores jóvenes que compran las benzodiacepinas o pepas en el mercado negro (la regulación sanitaria exige receta retenida con control de stock) con el fin de "colocarse", casi siempre consumiendo conjuntamente otras drogas. A veces los consumidores las utilizan para paliar los efectos estimulantes de otras drogas (cocaína, anfetaminas, éxtasis), o para alargar los efectos o tratar la carencia de otras drogas a las que son adictos (opiáceos, heroína, cannabis)", enfatizó el especialista en fármacos.
Microtráfico
El trabajo de las policías, desbaratando bandas dedicadas al microtráfico de drogas, es muy importante, que sacando a estas personas de las calles, se hace más complicado que los adolescentes puedan adquirir estas sustancias y retrasando el inicio del consumo.
El funcionario del OS-7 de Carabineros de El Loa, el capitán Soto, puntualizó que "nosotros no sólo se preocupa de decomisar las grandes cantidades de droga que ingresan de forma ilegal por las fronteras con Bolivia y Argentina. En la distribución de la organización en esta unidad especializada en drogas tenemos diferentes equipos y uno de ellos está enfocado en el control de microtráfico y el porte y consumo de sustancias ilícitas en la vía publica, siendo su principal misión detectar la comercialización de drogas en los sectores más vulnerables, donde los traficantes le venden drogas a menores de edad, reforzando estas investigaciones con el trabajo de la Fiscalía Local de Calama".
Principalmente los servicios policiales se centran en los alrededores de los recintos educacionales de la comuna, en plazas o sectores eriazos, donde los traficantes comercializan estupefacientes.
"Este mismo equipo además cuenta con una línea educativa y preventiva, acudiendo a los colegios a dictar charlas respecto a los efectos y consecuencias que tienen los diferentes tipos de drogas que están consumiendo los jóvenes, teniendo muy buenos resultados"
La unidad especializada de Carabineros, cuenta con un teléfono gratuito para que los ciudadanos puedan hacer denuncias de forma anónima, cuando detecten puntos de venta de droga o alguna situación relacionada con este grave ilícito. El número es el 135 y funciona las 24 horas.
"El promedio de edad es de 12 años en el consumo de marihuana, pero en Calama hay casos desde los 10 años, por lo que estamos hablando de niños que cursan cuarto o quinto básico".
Jenny González
Coordinadora del Senda Previene