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Apuñalan a un calameño para robarle su costoso celular

hecho. Lo tomaron por sorpresa dos delincuentes en calle Chorrillos. Uno de ellos le lanzó varios cortes, dejándolo lesionado. Ambos ladrones huyeron en un auto.
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Se están reiterando con mucha frecuencia los robos con violencia en Calama. Esta vez fue un hombre el que sufrió con la acción de dos delincuentes, en plena calle.

Todo sucedió en horas de la tarde del sábado, cuando un hombre chileno, de 26 años de edad, iba caminando por la calle Chorrillos, tras haber participado en unos cursos de capacitación relacionados con la profesión que tiene.

De repente se le acercó otro hombre, de baja estatura, quien sin motivo alguno, le propinó un golpe en uno de sus ojos, dejándolo muy a mal traer. La víctima, como pudo, se recuperó y cuando estaba en eso, otro delincuente lo agarró por la espalda, inmovilizándole sus manos.

En ese instante, el delincuente que le había pegado un combo, sacó desde uno de sus bolsillos un cuchillo y le tiró varios cortes a la víctima, los que afortunadamente no fueron tan certeros y dañaron más el vestuario que traía el hombre que su propia integridad.

Sin embargo, cuando el joven de 26 años esquivaba los puntazos, el ladrón que lo maniató aprovechó para robarle un teléfono celular marca Samsung y unos costosos audífonos, los que fueron avaluados en 600 mil pesos. Después de conseguir sustraerle esos dos bienes, los delincuentes huyeron raudamente en un automóvil Kia.

Posteriormente, el hombre que sufrió el asalto pidió ayuda a las personas que iban pasando por el lugar y uno de ellos llamó a Carabineros, quienes acudieron al lugar para verificar la realidad de los acontecimientos.

Tras escuchar el relato de la víctima, los uniformados lo llevaron hasta el hospital Carlos Cisternas, lugar donde se le examinó, para descartar cualquier complicación mayor de salud. Los facultativos presentes en el recinto asistencial determinaron que presentaba lesiones de carácter leve, por lo que se pudo ir sin mayores dificultades hasta su hogar.

Quienes cometieron este robo con violencia aún están libres, pero el personal policial sigue tras ellos, para dar con su paradero y ver la posibilidad de recuperar los bienes que le sustrajeron a este joven calameño.

OTRo delito

Ya los antisociales ni siquiera respetan los lugares que están con sus moradores en el interior. Fue el caso de un robo ocurrido durante la noche del sábado recién pasado.

Una mujer de 24 años, chilena, descansaba en el dormitorio de su domicilio, ubicado en el segundo piso, en la calle Palla Querida, cuando su primo, quien también vive en la casa, le avisa que escuchó unos ruidos extraños en el primer piso de la habitación.

Ésta decide bajar, para ver qué era lo que estaba pasando. Cuando llegó al primer piso de su casa, se percató que uno o varios hombres habían roto la chapa de ingreso al domicilio y además, hicieron tira los vidrios de las ventanas del frontis de la vivienda.

Con el miedo lógico, comenzó a recorrer su casa, dándose cuenta que él o los delincuentes ya habían huido del lugar. Tras ello, la desagradable misión pasaba por ver qué era lo que se habían llevado. Arrancaron con un televisor de 32 pulgadas, marca LG, un juego de llaves, una llave del automóvil de su propiedad, herramientas y un notebook. Todo el botín fue avaluado en 1 millón de pesos. De los involucrados en el hecho, aún se desconoce su paradero.

Golpeó a su hijo de doce años y terminó detenida

maltrato. Un testigo llevó al niño al hospital. Terminó con lesiones leves.
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Se desconocen las razones por las cuales esta madre, de 35 años de edad, perdió la paciencia con su hijo. El hecho es que terminó golpeándolo y podría lamentarlo.

En este hecho se convirtió en protagonista, sin quererlo, una persona que iba conduciendo su vehículo por las calles Aldunate con Cobija. El hombre desde su auto apreció que a un pequeño, de 12 años de edad, le estaba pegando golpes de puño y con los pies una mujer, quien estaba acompañada de un hombre mayor, su marido.

Al ver esta cruel escena, el conductor del móvil no dudó un segundo en intervenir. Se bajó del auto y encaró a la mujer agresora. Le dijo que cómo se le ocurría maltratar a un niño de esa forma. Le preguntó qué relación tenía con el pequeño y ésta le reconoció que era su madre.

Ahí el hombre que intervino en esta situación se dio cuenta que el niño podía estar en peligro y no la pensó dos veces, lo tomó y se lo llevó hasta el hospital Carlos Cisternas para que se le constataran lesiones.

Cuando le estaban realizando este proceso los médicos del recinto asistencial calameño, llegó la madre del menor al lugar. Al instante fue interrogada por los policías que permanecen en la guardia del recinto, a quienes les contó que ella había sido la que había golpeado al menor que resultó con lesiones leves.

Los carabineros la tomaron inmediatamente detenida y tras consultarle al fiscal de turno respecto de quién debía quedarse con la custodia del menor en forma provisoria, éste les indicó que lo dejaran en compañía de su abuelo, a la espera de la resolución definitiva del tribunal.

Además, dispuso que la mujer quedara detenida, hasta cuando fuera citada por los organismos correspondientes, quienes resolverán este caso de violencia intrafamiliar a un menor de edad.

Quería robar en las casas de calle Grau y fue aprehendido

frustrado. Vecinos lo sorprendieron en una actitud rara. Carabineros descubrió que portaba un enorme cuchillo.
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Los vecinos de avenida Grau de Calama divisaron a un hombre que tenía una extraña actitud, pues miraba para todos lados, lucía nervioso y se asomaba por las rejas de las casas. Por este motivo, uno de los lugareños terminó comunicándose con Carabineros, dándoles a conocer la situación que estaba ocurriendo.

Al lugar acudió personal policial, quienes divisaron al individuo, que resultó ser chileno, de 23 años de edad y comenzaron a hacerle preguntas, recibiendo como respuesta sólo evasivas e incoherencias. Ahí los carabineros procedieron a revisarlo, encontrando en uno de sus bolsillos del pantalón que usaba un cuchillo de 23 centímetros de filo.

De inmediato lo tomaron detenido, por el delito de porte de arma en la vía pública. Ese fue el motivo, pero sin lugar a dudas, dado el relato del vecino que lo acusó, las intenciones de este delincuente eran otras.

El individuo aprehendido no quiso ser llevado hasta el hospital Carlos Cisternas para constatar lesiones. Éste contaba con antecedentes penales, no así órdenes de aprehensión vigentes.