Amarran a trabajador para robar $10 millones desde una bencinera
intimidación. Ladrón amenazó con un arma de fuego al administrador del recinto, quien contaba en esos minutos la recaudación del día. Tras ello, huyó.
Los hechos de violencia parecen no tener freno en la capital provincial loína. Durante la semana que ya concluye se produjeron en Calama al menos tres graves robos con intimidación y bien avanzada la hora el viernes que recién pasó, fue una bencinera local la que sufrió el accionar de un delincuente.
Los hechos ocurrieron específicamente a las 22:40 horas, cuando todo hacía pensar que sería una jornada de trabajo tranquila en la bencinera Copec, que se encuentra en la intersección de avenida Grecia con Diego de Almagro, en el sector poniente de la comuna.
hecho
A esa hora, el administrador del recinto, un hombre de 30 años de edad aproximadamente, estaba contando el dinero de la recaudación del día en una de las oficinas que tiene la bomba de bencina, cuando sintió que había alguien golpeando la puerta, éste supuso que se trataba de uno de los bomberos que trabaja en el lugar, sin embargo, estaba muy equivocado.
Cuando el funcionario abrió la puerta, una persona desconocida, de mediana estatura y con la cara descubierta, le mencionó que había concurrido a dejar una factura. Éste, sin sospechar sus intenciones, lo hizo ingresar a la oficina donde estaba contando el dinero.
Una vez adentro, el victimario sacó desde uno de sus bolsillos un arma de fuego, con la cual amedrentó al administrador y no conforme con ello, según los antecedentes que se recabaron, habría procedido a desconectar las cámaras de seguridad del local, borrando así las evidencias más importantes del hecho delictual.
Tras aquello, el ladrón amarró a la víctima de manos y pies, además de amordazarlo para que no pudiera gritar, y luego procedió a robar parte de la recaudación del día, un monto que fue avaluado en 10 millones de pesos en dinero en efectivo.
planificación
Lo extraño de todo esto, es que el delito fue tan silencioso y bien planeado, que ninguno de los bomberos, que se encontraba trabajando sólo a metros del lugar de los hechos, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo.
Sin embargo, todo pudo haber sido peor, porque el victimario no se percató que en el baño, ubicado en la misma oficina donde perpetró el robo, había una bolsa que tenía en su interior la otra parte de la recaudación diaria, 11 millones de pesos más.
Así las cosas, el delincuente salió del lugar caminando, tal como había ingresado y se desconoce si un vehículo lo estaba esperando una vez que perpetró el delito.
Pasaron varios minutos para que uno de los bomberos que estaba trabajando afuera ingresara a la oficina y viera en las condiciones en que se encontraba el administrador del recinto.
Ahí, lo desató y le quitó la mordaza, además de consultarle qué le había ocurrido. Éste, nervioso aún por lo vivido, relató el hecho y llamaron a Carabineros.
Los funcionarios policiales llegaron al lugar, verificaron la realidad de los acontecimientos y se llevaron a la víctima al hospital para el trámite de rigor de la constatación de lesiones. Los facultativos revisaron al administrador de la bencinera y determinaron que contaba con lesiones de carácter leve, producto de las amarras que le había hecho el delincuente en pies y manos.
Aún se desconoce el paradero del involucrado principal en este nuevo robo con intimidación en la provincia El Loa, pero la policía uniformada lo está buscando incesantemente, basándose en las características físicas proporcionadas por la víctima, quien aún no se recupera del trauma.