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Identifican las zonas con peligro de inundación

estudio. En la modificación al plan regulador se reconocen los sectores urbanos que serían afectados.
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Considerando que existe un superávit de lluvias de casi un 350% en la comuna y teniendo en cuenta los lamentables hechos que sucedieron hace unos días en Tocopilla y en marzo en la Tercera región, surge la duda si Calama está consciente de cuáles son los riesgos existentes y sus consecuencias.

En este marco, la profesional del equipo de Asesoría Urbana de la municipalidad de Calama, Janet Araya, comentó que dentro del plan regulador existe un plano que se define como la zona de riesgo y precisó que existen dos áreas con peligro de inundación.

"Actualmente las zonas de inundaciones están ubicadas en el oasis, compuesto por la ZR-1A (oasis urbano) y la ZR-1B (oasis rural), el primero corresponde al sector oriente y el segundo al poniente", comentó la profesional.

Asimismo, planteó que en diciembre del año pasado el municipio solicitó un estudio de las zonas de riesgo y de este se desprendieron algunos sectores que son susceptibles de inundaciones en caso de una crecida importante del río Loa.

En este escenario Araya explicó que si bien el oasis es la primera barrera natural, existe la posibilidad que "el cauce siga por parte de las zonas residenciales consolidadas, como el costado de Lomas Huasi, entre Bilbao y Chorrillos, además de las villas Caspana, San Rafael y Las Vegas".

Agregó que estas zonas podrían recibir la crecida debido a que se ubican precisamente en el contorno del oasis.

"El cauce del río es como una u, por lo que (ante una crecida de proporciones) sí o sí se mete a la ciudad", complementó.

Comentó que bajo este plan de zona de riesgo se destaca que "los sectores que están asociados al oasis son más limitantes respecto al uso de suelo y al porcentaje de edificación. La normativa restringe la edificación, permitiendo actividades recreativas, por lo que de haber algún fenómeno climático importante no sean perjudicadas grandes zonas habitacionales".

Estudio

Por su parte, la dirección de Obras Hidráulicas del ministerio de Obras Públicas, en septiembre de 2014, encomendó al instituto nacional de Hidráulica la realización de un estudio para estimar la onda de crecida y las áreas de inundación asociadas a la crecida generada por el vertimiento de caudales y por una rotura de la presa del embalse Conchi.

Este trabajo demandó cuatro etapas, ya van en la tercera y en cuanto a la presencia del embalse de Conchi considerará dos probables mecanismos de falla, denominados overtopping (desbordamiento) y piping (tubificación), considerando que la falla se genera por un motivo no hidrológico, denominado rotura de día soleado.

Además, según explicaron desde el MOP, se evaluará el potencial daño generado aguas abajo, en infraestructura y propiedades (suelos agrícolas, viviendas y edificación), y "se generarán mapas de inundación, con las zonas probablemente afectadas. Se aprovechará el resultado de los estudios para proponer una clasificación de la presas, desde el punto de vista de su riesgo potencial".

Por su parte, el seremi de Obras Públicas, César Benítez explicó que "actualmente está en desarrollo la etapa número tres, la que corresponde al Modelamiento Hidráulico Hidrodinámico, del que se obtendrán los mapas de inundación considerando varios escenarios".

Agregó que luego de esto "restaría solo la etapa cuatro, que contempla la Generación de mapas de Inundación, donde básicamente los resultados de los modelos son resumidos en planos con cotas máximas, velocidades máximas, tiempos de arribo de la primera onda, tiempos de arribo del caudal peak. Estos planos son integrados en una plataforma GIS la cual será utilizada para evaluar los potenciales daños y la pérdida de vidas humanas. Aplicando distintas metodologías para ello, los daños serán evaluados de tipo cualitativo".