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Calama resalta su patrimonio con ferias, itinerancias y turismo social

Iniciativas. La Corporación d Cultura y Turismo generó una línea estratégica para resaltar de manera sustentable los atributos materiales e inmateriales que guarda la comuna. En esto destacan los talleres de telar, las visitas a otras ciudades y en plataformas internacionales.
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El reconocimiento que posee Calama como centro patrimonial es cada vez más notorio y aquello es resultado de un proceso de resguardo y puesta en valor, donde la Corporación de Cultura y Turismo (CCTC) asume un rol activo, entendiendo que allí está la base para la construcción de identidad.

En ese contexto, todo propósito se funda en el patrimonio local. Así, el área de Turismo definió como línea estratégica contribuir al desarrollo de un turismo sustentable y el principal capital para esa aspiración es justamente el patrimonio material e inmaterial con la que cuenta la comuna.

Para esto, se desarrollan una serie de iniciativas, algunas que se perfeccionan conforme el tiempo y otras que se están siendo implementadas en el último año. En este sentido, Esteban Velásquez, alcalde de Calama manifestó que "la cultura es inclusiva. Los diversos artistas que tiene la comuna, poseen una mirada en común porque desde sus manifestaciones quieren promover lo que somos y reencontrarnos con nuestro valores de nortino como habitantes del Oasis de Calama. La Corporación de Cultura y Turismo es un instrumento facilitador para los artistas emergentes, porque cada día nos enorgullecen ya que siempre llevan consigo el concepto Calama Primero, Calama Patrimonial sintiéndose orgulloso de este terruño"

Por su parte, Alejandra Zuleta, directora ejecutiva de la Corporación, enfatiza en el trabajo de vinculación con las comunidades. "Uno de los ejes estratégicos de trabajo de la CCTC, desde el punto de vista del turismo y el patrimonio, es la vinculación con las comunidades a través del apoyo concreto, el relevar la importancia de su rol y el acompañamiento en los procesos de gestión".

Partiendo por casa

En Calama, el trabajo está orientado a generar espacios para acercar a los loínos a las diversas manifestaciones que son parte de la riqueza cultural de la zona.

Una de las iniciativas que surgió el último año, es el programa En-Telar, que busca reposicionar la textileria con técnicas ancestrales, como una alternativa de desarrollo económico familiar y de preservación cultural.

En su primera versión benefició a una veintena de calameñas a quienes se les invitó a la práctica del telar. Superado el primer nivel, el 2015 las beneficiadas con el programa participan de una segunda etapa, donde perfeccionan sus técnicas, mientras en paralelo otro grupo se inició en esta práctica ancestral.

Una de ellas es Andrea Bautista, originaria de Estación San Pedro, y quien tiene una estrecha relación con la textilería, que partió observando a su madre y a su abuela trabajando el telar.

Sus tejidos significaban más que un mero oficio, sino también era un vehículo para proyectar su cosmovisión y plasmar sueños y esperanzas. Con ello, Andrea internalizó algunas nociones básicas y desde allí siempre tuvo interés para profundizar. En-Telar significó para ella, una oportunidad para recoger la tradición que cultivaron sus ancestros.

"El tejido permite que vamos transmitiendo sentimientos, es parte de lo que somos y también nos permite desatarnos. Es inexplicable, no hay palabras que logren describir lo que se siente cuando uno trabaja en el tejido", comenta.

Andrea cree indispensable la preservación de la textilería y explica sus razones. "Nos permite mantener la tradición, para que no se pierda, porque en Calama quedan pocas tejedoras y las que hay ya no somos tan jóvenes. Es importante aprender y dejar huella, para que los niños lo recojan. Nosotras debemos tomarlo con cariño y enseñarlo con cariño también", acota.

Pero no solo en las mujeres está centrada la iniciativa, este año se dio un importante paso aplicando los talleres en diversas escuelas de la comuna, para que niños y niñas puedan también conocer el significado de la textilería y mantener su práctica. Así, alumnos de las escuelas Pukará de Lasana, San José de Chiu Chiu , Claudio Arrau, Andrés Bello de Calama son parte de este programa.

Reinventando

Además de los talleres En-Telar, el área de turismo ha reinventado algunas actividades que son tradicionales en Calama, como la feria de la Biodiversidad y el programa de Turismo Social.

La Feria de la Biodiversidad reúne a expositores que desarrollan gastronomía típica, artesanía indígena y contemporánea, a escritores locales y agricultores de la comuna. Desde el año pasado se realiza dos veces al mes en la plaza 23 de Marzo, tornándose así en una verdadera intervención del espacio público, integrando sus valores a un punto que, en gran medida, está en función de las dinámicas propias de cualquier centro minero.

El programa de Turismo Social también se ha perfeccionado. Lo que en su origen estaba orientado a juntas de vecinos, se reestructuró este año, abriéndose a todos los calameños desde la perspectiva del turismo como un derecho social, todo en alianza con Casino Sol Calama. De allí su reestructuración para dirigir especialmente a estudiantes de establecimientos municipalizados, quienes se transforman en agentes de promoción del turismo en la comuna y su patrimonio cultural.

Por otro lado, las Esquinas Turísticas Culturales son parte de las actividades que se instauró recientemente, para relevar el patrimonio cultural en la comunidad. Estas consisten en tomarse espacios públicos con diversos elementos, entre los que cuentan una muestra del museo de Historia Natural de Calama, parte del trabajo del área de Patrimonio de la Corporación, textos de las Bibliotecas públicas de la ciudad, la propia feria de la Biodiversidad, además de muestras fotográficas y presentaciones artísticas.

Traspasando fronteras

El formato de las mencionadas Esquinas Turísticas Culturales resultó de tal impacto, que la Corporación de Cultura y Turismo decidió generar una muestra itinerante, con los mismos componentes, para llevar a diversas localidades de la región de Antofagasta.

En principio, se realizó esta iniciativa con recursos propios en Tocopilla y Mejillones, y como los resultados superaron las expectativas, se postuló una segunda etapa al Fondo de Desarrollo Regional 2% de Cultura 2014, visitando con ello María Elena, Antofagasta y reeditando la experiencia en Mejillones.

"Las itinerancias son una pequeña pero significativa muestra en la que quienes participamos, contamos nuestra ciudad y compartimos significados con los habitantes de las comunas que visitamos; lo hacemos con orgullo y generosidad, de pueblo a pueblo", comenta Sandra Pastenes, directora del área de Turismo de la Corporación

Pero además de la región, se apostó por aprovechar instancias de carácter nacional a través de artesanos locales y proyectar la comuna en su trabajo y sus historias. Es así como desde la Corporación se gestionó la participación de embajadores loínos en la Feria Internacional de Artesanía de la Universidad Católica, Filzic, en la Feria Nacional de la Mujer Indígena y en el Centro Cultural de La Moneda.

Plataforma Internacional

Las artesanas locales pasaron a ser un verdadero patrimonio vivo de la comuna y algunas de ellas lograron posicionarse en plataformas internacionales, gracias a la vinculación que promovió el área de Turismo con la Fundación Artesanías de Chile, institución gubernamental que certifica a artesanos del país tras un riguroso proceso de selección, velando que se apliquen técnicas ancestrales y que empleen materias primas de la zona. Entre las loínas que fueron certificadas están Andrea Bautista, Saturnina Cruz, Eva López y Modesta Cruz.

De esta manera, se creó un proceso facilitador por la Corporación de Cultura y Turismo para la puesta en valor del patrimonio de Calama, recuperando técnicas ancestrales en la producción de la artesanía y reposicionando estos oficios en los habitantes de la comuna, habilitando instancias para que los calameños interactúen con el patrimonio material e inmaterial y relevándolo a nivel nacional. Un trabajo que permite a los loínos sentirse orgullosos de ser parte de un territorio que hasta hoy ha preservado su milenaria cultura.

"Las itinerancias son una pequeña pero significativa muestra en la que quienes participamos, contamos nuestra ciudad y compartimos significados con los habitantes de las comunas que visitamos".

Sandra Pastenes

Directora Turismo

Conadi vive reunión de educadoras de lenguas originarias

Toconao. Esperan aumentar su alcance en la educación formal.
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Educadoras y educadores de lengua kunza, aymarás y quechua de la zona norte y centro del país, realizaron un encuentro interregional en la localidad de Toconao, lugar en el que analizaron su labor docente y la vinculación que tiene cada una de sus etnias entre sí.

La instancia, que fue convocada por al Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), significó contar con la presencia de más de cien docentes de educación parvularia, quienes durante tres jornadas analizaron el contexto social en que se encuentra la Educación de Lenguaje y Cultura Indígena (ELCI) en esta zona del país.

"Somos 120 jardines infantiles a lo largo del país que enseñan la lengua y cultura de nuestros nueve pueblos originarios, en esta instancia intentamos reforzar el conocimiento de la lengua intercambiando experiencias. Además contamos con la presencia de algunos expositores que realizaron talleres en música, tejido y alfarería para que los niños puedan aplicar en sus clases", explicó Juan Álvarez, encargado nacional de ELCI por parte de la Conadi.

Los resultados obtenidos por este programa han dado a entender el valor que tiene la recuperación de la lengua en los más jóvenes, partiendo por los primeros años de formación. Asegurando que esperan mucho más con el correr de los años.

Por su parte, Ana Ortiz, asesora intercultural de la Junji por la región de Antofagasta, resaltó la importancia "de intercambiar experiencias y poner en común sus pautas culturales, ha permitido que todas se den cuenta que tenemos una identidad global que si bien tiene sus particularidades, sí apuntan a un mismo fin, como es el cuidado de la naturaleza, el respeto a nuestros ancianos y antepasados".

Visión

Recalcó además que dentro de las conclusiones que obtuvieron de este encuentro, está la visión de que sí se transmitieran los valores que tenían las antiguas culturas que habitaron este territorio, no existirían muchos de los trastornos que tiene nuestra sociedad como son los robos, la contaminación, uso de energías, entre muchos otros elementos.

Daniel Moscozo, educador en lengua aymará en la región de Arica y Parinacota, destacó el hecho que durante los encuentros, también notaron que las cosmovisiones de los diversos pueblos del norte son muy similares y que tienen una misma raíz, que sus diferencias son evidentes, pero apuntan a ser uno con la naturaleza.

Ilia Reyes, docente de San Pedro de Atacama, realizó un taller en telar, en el que se intentó implementar la transmisión de una práctica cultural aplicado a menores que no superan los 5 años.

Finalmente, Vanessa Osses, profesional de apoyo de la Conadi, se mostró muy conforme con el resultado de este encuentro que se extendió por más de tres jornadas, "creemos que este tipo de instancias permiten a las docentes ir perfeccionando su labor, ya que van encontrando nuevos referentes y otras visiones sobre culturas que son propias de nuestro territorio, pero que recién se están recuperando. Por eso, las certificamos como participantes al final del encuentro".