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Alcaldes de la región analizaron el cambio a luminarias Led en sus comunas

Convocatoria. La reunión la realizaron en Calama, respondiendo a la planificación de la Asociación de Municipalidades de la región de Antofagasta.

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Los alcaldes de Mejillones, Antofagasta, San Pedro de Atacama y Taltal llegaron a la reunión que se realizó en el marco de la asociación de Municipalidades de la región de Antofagasta, que tuvo como sede Calama.

Si bien se abordaron varias temáticas, como una charla del nuevo gerente general de Aguas de Antofagasta, Fredy Zuleta y se escuchó las demandas del alcalde de Calama, Esteban Velásquez, el tema principal fue el cambio de luminarias que se realizará en las comunas.

De acuerdo explicó el presidente de la asociación, el alcalde de Mejillones, Marcelino Carvajal, están analizando el estudio para el cambio de luminarias al sistema Led, lo que permitiría un ahorro cercano del 35% por cada comuna.

Sin embargo, planteó que "deben estar certificadas, lo que permitiría mejorar la luz. Podemos hacer este cambio, pero no hace muchos años ya hicimos una modificación por las exigencias que hacían los observatorios, que tenían que tener el haz de luz hacia abajo, lo que fue por cuenta de los municipios y un aspecto por el Gobierno regional. El Estado llega a acuerdo, pero no nos considera y luego, cuando hay que hacer cambios, los debemos asumir nosotros".

Trabajo

En tanto, los demás alcaldes presentes resaltaron la labor que ha conseguido esta asociación, especialmente con comunas más pequeñas.

"Hoy tenemos un apoyo técnico absoluto a las comunas con menos habitantes, como María Elena y Taltal, las que muchas veces no tienen capacidad para elaborar proyectos, porque no poseen los equipos técnicos dentro de sus municipalidades", dijo Esteban Velásquez.

En cuanto a lo político, argumentó que el tema que se viene con potencia es la descentralización, "que lo pusimos en el tapete los alcaldes de esta región".

Por su parte, la alcaldesa de San Pedro de Atacama, Sandra Berna, destacó también la labor de esta asociación, asegurando que este trabajo les permite ver "cómo podemos manejar en conjunto el desarrollo de la región, compartir experiencias, ver cómo lo está haciendo nuestro par y entregar los parendizajes buenos y malos".

"No es el interés dejar de atender el consumo humano para usar el agua para la minería"

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El nuevo gerente general de Aguas Antofagasta, Fredy Zuleta, visitó Calama y comentó los alcances que tiene la concesión que adquirieron, oportunidad en la que además aclaró que no entregarán el recurso a las mineras ni tampoco subirán los valores, recalcando que todo aquello está normado. Enfatizó que habrá una apertura social de la empresa considerando la experiencia que tienen al pertenecer al municipio de Medellín, Colombia.

¿Quién son ustedes, los que se hacen cargo de la empresa?

Aguas Antofagasta es ahora parte del grupo empresarial EPM, que es un grupo que nació en Colombia Medellín, hace 60 años y que es completamente público, o sea, toda la propiedad del grupo EPM es del municipio de Medellín. Somos una propiedad pública municipal.

¿Cuál es la experiencia que tienen y en qué lugares también están presentes?

Es una experiencia de 60 años, donde hemos prestado servicios no sólo en Medellín, sino en los 10 municipios del Valle de Aburrá, en una serie de poblaciones colombianas y también tenemos presencia en México, Centroamérica y ahora en Chile con Aguas de Antofagasta, pero además estamos desde 2013 en Coquimbo con el parque Los Cururos, de generación de energía eólica.

¿Por qué se vinieron a hacer cargo de Aguas Antofagasta?

Fue una oportunidad que se presentó luego de identificar a Chile como un país en el que nos parecía muy interesante entrar. Nos parecía que Chile ofrecía las condiciones macroeconómicas, las de estabilidad jurídica, que permiten a la inversión extranjera pensar en proyectos de largo plazo y dentro de esto, apareció una primera oportunidad en la Segunda región, la evaluamos, la entendimos y nos pareció bastante interesante. Aquí estamos creyendo que podemos aportar al desarrollo de la región.

Cuando se anunció que la concesión de Aguas Antofagasta pasará a EPM se generó la incertidumbre de su relación con la minería, especialmente en el sector agrícola. ¿Qué hay de cierto?

Es una información desafortunada que no sabemos qué origen tiene, pero no corresponde con la realidad. Si miran las cifras de clientes nuestros en todo el territorio, de unos cuatro millones, más del 90% son residenciales. Nosotros somos una empresa mayoritariamente prestadora de servicios al sector regulado, a la vivienda, a los usuarios residenciales, porque esa es nuestra vocación, es lo que sabemos hacer, es lo que tenemos mayor capacidad de generar valor, donde podemos aportar mucho en los niveles de servicio, en la calidad del servicio prestado.

Hay un elemento adicional legal para explicar porque eso no tiene ningún fundamento y es que lo que adquirimos en Chile es una concesión, no somos los dueños del agua. Hay un mandato legal claro de prestación de servicios al sector regulado y eso incluye definitivamente sanciones y pérdida de la concesión si uno desatendiera sus obligaciones con el sector regulado o si dejara de prestar el servicio por privilegiar otros sectores.

No tienen ningún fundamento y no es parte de la filosofía de la empresa. No es el interés dejar de atender el consumo humano para usar el agua para la minería, lo que no tiene ningún sentido.

¿Cuándo comenzó la concesión, con qué se encontraron y consideran hacer cambios?

Tomamos control de la compañía el 2 de junio, estamos próximos a cumplir tres meses. Encontramos una compañía que ya habíamos evaluado y conocido para cerrar la transacción, pero al tomarla, a contratarla hemos identificado muchas oportunidades de mejoras, muchas cosas en las que creemos podemos aportar nuestra experiencia de tantos años.

El hecho de ser una compañía completamente orientada a los servicios públicos y tener operaciones en otros lugares, ha implicado que ya hemos tenido, en estos tres meses, una cantidad de técnicos de distintos países que vienen a aportar a los diversos procesos, para decirnos cómo podemos mejorar en temas de potabilización, de distribución, de prestación de servicios, en aspectos comerciales, de calidad, de información.

Creemos que hay muchas cosas que la gente verá y que notan la diferencia.

Con respecto a los costos, ¿habrá una variación de precios?

Ese es un tema que se presta para que las personas digan cosas sin fundamentos. En Chile, la fijación de tarifas está completamente regulada, hay una ley y una superintendencia que define, además hay un modelo muy interesante, que es de empresa eficiente, es decir, no pongo la tarifa que quiera.

No es una tarifa que nosotros definamos o que lleguemos un día y la subamos o bajemos, porque no está en nuestra autonomía. Lo que da una completa tranquilidad a los usuarios que no llegamos a cambiar condiciones ya establecidas.

Planteó que existirá una especie de apertura de la empresa, para entregar claridad en los trabajos que realizan…

No quiero adelantar una noticia que espero que sea de este año, pero sí queremos sincerar nuestra actuación, que la comunidad sepa cuáles obras son nuestras y cuáles no. Que lo sepan claramente para que puedan llamarnos directa y rápidamente cuando tengan alguna objeción respecto a lo que estamos haciendo y qué lo que no esté identificado como nuestro también tenga la claridad.

Solamente que para adquirir este compromiso necesito de unos días para que toda la empresa esté preparada y pueda realmente anunciar esto como un hecho. Estamos trabajando fuertemente y esperamos que no pase del final de este año.

Ustedes han utilizado distintos métodos de suministro de agua, como el prepago. ¿Es posible instalarlo en la región?

Técnicamente es posible, lo hemos probado en Colombia desde hace un tiempo, en energía hace varios años y en agua a partir de este. Es un programa de medidores a prepago y básicamente lo que permite es que las personas puedan ir acomodando sus consumos a su capacidad de pago, para que no se cuelguen en las cuentas, no consumir más de lo que pueden, no sorprenderse con las cuentas cuando les llega un mes después.

La idea es que vayan pagando y liberando agua a medida que la van necesitando. Se montó en Medellín este año y esperaría ser capaz de ponerlo a disposición de las comunidades de la Segunda región lo antes posible.