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De Gregorio le da agónico triunfo a un Cobreloa que sufrió con Iberia

2 a 1. El equipo de César Vigevani dominó a su rival pero demostró las mismas falencias de antes. La falta de concreción y los errores que sólo con el tanto en el minuto final no fueron relevantes.
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Probablemente fue el peor partido de Cobreloa en lo que va de temporada jugando en casa. Pero esa máxima de la Primera B que dice que en esta categoría sólo importa ganar puede ser la excusa perfecta para soslayar un rendimiento confuso, que nunca convenció a pesar del protagonismo.

Se enredó Cobreloa. Definitivamente se notó la ansiedad por demostrar que la derrota en Viña del Mar fue sólo una mala tarde y esas mismas ganas de pasarle por encima al rival hicieron que la imprecisión fuera la invitada de lujo al encuentro en el Zorros del Desierto.

Al frente, un prágmático Iberia que comenzó replegado hasta que se dio cuenta que la confusión de su rival le entregaba espacios y se atrevió. Como por ejemplo, con un tiro libre de Isaías Peralta buscando a los altos sureños, donde no llegó ni Guidi ni Navea y tampoco puede despejar Guerrero. Extrañamente, el balón dio en un vertical y se salvaron los naranjas.

Pese a que José Luis Jiménez e Iván Ledezma intentaban juntarse, fue Iberia quien nuevamente inquieto en los '24, cuando se escapa Navea por derecha y su centro termina complicando a la última línea. Jorge De Olivera controla en segunda instancia cuando arremetía Salinas.

Recién en los '25, un tiro libre de Ledezma pasa cerca del vertical derecho, en el primer anuncio loíno. Guerrero puso un centro pasada la media hora pero Ledezma no llega y Cabrera anticipa. Eran los intentos de un cuadro con poca efectividad y muchas trabas para llegar al pórtico forastero.

Boris Sandoval tuvo la apertura en la parte final del primer tiempo pero la emoción estaba reservada para el complemento.

en el final

La fórmula es conocida por los rivales pero cuando se produce, no hay quién la detenga. Fue nuevamente un centro de Jiménez que provocó una dudosa falta de Ayala a Facundo Peraza. El goleador uruguayo pidió el balón y abrió la cuenta cuando se pensaba en un martilleo incesante por parte de los dirigidos de César Vigevani.

Allí se pensaba que se moría la brega pero el cuadro de Nelson Soto se volcó en busca del empate con muy poco. Y lo consiguió.

Un error de Walter Gómez que recibe del portero, tiene todo para despejar y quiere salir jugando, se la roba Salinas y cuando encara, el argentino lo derriba. Penal claro. Esteban Sáez pone la igualdad.

Sólo la expulsión del mismo Sáez por un violento foul a Simpertegui desequilibró las fuerzas y "los zorros" se volcaron hacia el arco sur con más desorden que buen fútbol.

Y fue en el último centro del inagotable Jiménez que Diego De Gregorio encontró el balón en plena área chica para gritar un triunfo necesario, sufrido y que esta vez dejó más dudas que certezas.