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"Yo voy a llegar al Barcelona, es mi sueño y voy a luchar con todo para conseguirlo"

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La historia en el fútbol es cíclica. Porque en uno de los peores momentos deportivos del club -milita en la Primera B tras descender- es cuando más nombres de jugadores jóvenes vuelven a saltar a la palestra como futuras promesas del fútbol chileno.

Y a los nombres de los casi consagrados Fernando Cornejo, Eric Ahumada e Iván Ledezma se suma una camada de futbolistas jóvenes que están deslumbrando por su buen nivel en el torneo de cadetes. Uno de ellos es Luis Romero, el goleador nacional del torneo en sus distintas zonas, el mismo que llamó la atención de César Vigevani y fue subido al primer equipo para empezar a codearse con el profesionalismo.

Es el mayor de siete hermanos de una familia en Talagante. Y su historia en Cobreloa tiene increíblemente dos partes.

"Estuve acá tres meses la otra vez pero el profe Espicto -Roberto- no me dejó porque tuvimos unas rencillas. Pero después me volvieron a traer y aprendí que esto se trataba sólo de trabajo. Y estoy feliz porque ahora me están saliendo las cosas bien, disfrutando el momento. De acá salieron los mejores, este equipo es pura garra y sé que volverá a ser el grande que todos queremos que sea, con títulos y grandes nombres", dice el delantero de 17 años.

¿No te tentaron para quedarte en Santiago?

Yo pensé que me iba a tener que ir a otro club pero por suerte volví acá porque yo soy cobreloíno, amo a este club y sueño con debutar algún día acá, en Calama, con la gente apoyando. Sé que algún día voy a cumplir ese sueño.

Y para dónde te proyectas en el fútbol...

Yo voy a llegar al Barcelona, es mi sueño y voy a luchar con todo para conseguirlo. Ya aprendí que esto se trata de sacrificio, de ponerla cada día más empeño y tengo mucha confianza en mis condiciones. Además, tengo un grupo de compañeros que me ayuda mucho dentro de la cancha y eso me hace las cosas más fáciles.

¿Por qué no te adaptaste la primera vez al club?

No la tenía tan clara, estaba solo acá y en una categoría donde la diferencia de edad se notaba. Pero ahora me siento cómodo, mis compañeros en la casa de cadetes me tratan muy bien y mi familia me apoya mucho desde la distancia.

¿Qué te dicen en tu casa?

Están muy felices porque todos saben que yo soy la opción que tenemos para algún día surgir mucho más. Conozco mi responsabilidad respecto de eso pero no es una carga porque yo disfruto mucho viviendo en una cancha, es lo que me hace feliz.

Eras volante de salida pero uno te ve jugando como centrodelantero hoy...

Me gusta jugar como Messi, suelto en ofensiva, juntándome con mis compañeros de arriba y rematando cuando tengo un espacio. Me ha salido todo y trabajaré duro para que mi sueño se cumpla...