Austria aumenta los controles para evitar tráfico de personas
Europa. Trenes con refugiados fueron retenidos en la frontera con Hungría.
Austria inició ayer una amplia operación contra el tráfico de personas en las carreteras que conectan con Hungría, mientras que cientos de refugiados llegaron en tren, después de que las autoridades húngaras les permitieran subir a los convoyes rumbo a este país y Alemania.
La decisión de aumentar los controles, tras la muerte de 71 refugiados en el interior de un camión, generó filas kilométricas en la principal autopista entre Budapest y Viena. Las autoridades húngaras informaron de un atasco en el paso fronterizo de Hegyeshalom que llegó a alcanzar los 25 kilómetros.
Austria y Hungría forman parte del espacio Schengen, que permite la libre circulación en 26 Estados europeos.
El Gobierno austriaco aseguró que se reforzarán sólo los controles de aquellos vehículos susceptibles de llevar de forma ilegal a refugiados.
En las primeras horas de la operación, las autoridades austriacas descubrieron a unos 200 solicitantes de asilo y detuvieron a cinco presuntos traficantes de personas, indicó el director general de Seguridad Pública, Konrad Kogler.
Mientras, cientos de refugiados, en su mayoría sirios, se subieron en Budapest a numerosos trenes con destino a Alemania, con escala en Viena y Salzburgo, en la vecina Austria.
Los primeros de estos trenes fueron retenidos en la frontera entre Austria y Hungría, al alegar la empresa federal de ferrocarriles de Austria (ÖBB), que iban demasiado llenos. Con varias horas de retraso los convoyes llegaron finalmente a Viena, donde cientos de refugiados continuaron su viaje a Alemania.
Los ministros de Interior y Justicia de la Unión Europea (UE) celebrarán una reunión extraordinaria el próximo 14 de septiembre para abordar la crisis de refugiados. Hasta ahora la mayor parte de ellos son acogidos por unos cuantos países, mientras que muchos otros se niegan a hacerlo.