De acuerdo a las cifras entregadas por la última encuesta Casen, realizada en 2013, el 29.9% de la población de la región de Antofagasta es menor de 18 años, el 4% está en una situación de pobreza por ingresos y el 20,7% por pobreza multidimensional.
Ante ese escenario, se suscitan otras situaciones que preocupan en el desarrollo de los niños, niñas y adolescentes (NNA). Uno de estos es el lugar dónde crecen, siendo muchas veces su único sitio la calle.
Calama no está ajena a esta situación y según lo que explicaron desde Desarrollo Social, desde 2012 comenzó a trabajar el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) con programas que buscan ir en ayuda de estos menores.
En detalle, explicaron que Serpaj se enfoca en aquellos NNA que tienen una deserción escolar prolongada, consumo de drogas, son víctimas de explotación laboral, presentan conductas transgresoras y provienen de familias con multiproblemas, evidenciándose en conductas negligentes y relaciones marcadas por la violencia, viviendo en sectores caracterizados por la presencia de grupos de comportamiento delictivo y que impactan en la convivencia e la comunidad.
Durante 2015, esta entidad ha beneficiado a 30 NNA, quienes están a cargo de tres profesionales, la coordinadora, Paola Segovia, el psicólogo Emilio Miranda y la trabajadora social Jessica Herrera, quienes trabajan en el plan piloto de apoyo a este grupo de niños.
"Esta es una intervención que se les hace hasta que cumplen la mayoría de edad y es un trabajo psicosocial, para generar vínculos para el desarrollo de las capacidades personales y el mejoramiento de la dinámica familiar, en los casos que los amerita, porque hay que recordar que muchos de estos niños y niñas no tienen un adulto responsable que se haga cargo de ellos", agregó la seremi de Desarrollo Social, Angelique Araya.
Serpaj es una corporación privada sin fines de lucro que se sustenta gracias al aporte que le entrega el ministerio de Desarrollo Social a través de una subvención de 39 millones de pesos, "pero sería necesario incluir en el financiamiento el arriendo de un lugar físico para ejecutar el proyecto en Calama. Sin embargo, actualmente cuenta con un espacio cedido en La Parroquia Lourdes, a través del capellán del Hogar de Cristo, David Vargas Cavana", explicó la autoridad.
Labor
Serpaj tiene como misión mejorar las condiciones de los niños que en la calle encuentran un lugar de cobijo, en este sentido, su trabajo es "contribuir al bienestar y promoción del desarrollo psicosocial de NNA que se encuentran en 'situación de calle', con el fin de proteger sus derechos o, de prevenir, reparar o mitigar su vulneración, tanto a nivel individual, familiar y comunitario".
En este contexto, existen dos condiciones en la relación que se genera entre los menores y la calle. Los primeros son los NNA de calle, que agrupa a aquellos que se "encuentran pernoctando de manera permanente en la calle, sin poseer un lugar de protección".
La mayoría de estos menores no poseen un adulto responsable que sea capaz de satisfacer sus necesidades básicas, "por lo tanto se encuentran sin escolarización y sin acceso a necesidades de sobrevivencia como alimentación y abrigo", explicaron desde Desarrollo Social.
El segundo grupo son los NNA en calle, que a diferencia de los anteriores, ellos pasan gran parte de su tiempo en la calle, pero poseen un lugar más protegido para pernoctar, es decir, "duermen en casa de familiares, amistades, casas de consumo y finalmente la calle".
Actualmente, los 30 niños que están siendo intervenidos por Serpaj llegaron mediante el programa Ruta Calle de Desarrollo Social o a través de derivación y estarán en los programas hasta que cumplan los 18 años.
En el tiempo de estadía, la intervención que se les realiza va dirigida al desarrollo de capacidades personales y cuando es necesario se apunta al mejoramiento de la dinámica familiar, "en relación a competencias parentales, disminución del tiempo en calle, entre otros".
Según explicaron desde la seremi, las intervenciones están orientadas al trabajo social y comunitario, "fundamentalmente con los sectores más desprotegidos y vulnerados de nuestra sociedad. Dedicamos nuestros mejores esfuerzos a atender, cuidar y proteger a niños, niñas y adolescentes en riesgo social severo y con sus derechos vulnerados en cualquiera de sus formas".
Proyección
La seremi de Desarrollo Social, Angelique Araya, comentó que este tema es muy sensible y a pesar que el ministerio aporta con el 100% de los recursos, estos no son suficientes para abordar de una mejor manera el programa de apoyo.
"Sin duda necesitamos de un espacio físico en Calama, donde podamos desarrollar mejor el programa, pero además, requerimos de la sensibilidad de la comunidad respecto a esta problemática, porque son nuestros niños y niñas que están vulnerables y no por culpa de ellos, sino por los adultos que no nos hemos preocupado y es ahí donde el Estado tiene que llegar. Este Gobierno se ha destacado por eso", detalló la autoridad.
En tanto, dijo que si bien uno de los desafíos es precisamente un lugar, también lo es realizar un catastro de cuántos niños viven en las calles de Calama y la región.
"Esto es algo que está pendiente. De hecho necesitamos hacer un nuevo catastro, porque los datos que manejamos son de 2011, donde las cifras llegan a cerca de 711 personas, pero esto no es definitivo y efectivamente hay que hacer una diferencia entre los adultos y los NNA".
El trabajo de Serpaj es contribuir al bienestar y promoción del desarrollo psicosocial de niños, niñas y adolescentes que se encuentran en situación de calle.
"Son nuestros niños y niñas que están vulnerables y no por culpa de ellos, sino por los adultos que no nos hemos preocupado y es ahí donde el Estado tiene que llegar".
Angelique Araya
Seremi Desarrollo Social