Por más que se ha dicho con majadería que no se debe conducir cuando una persona tomó alcohol, lo cierto es que doce calameños en estas Fiestas Patrias hicieron caso omiso a esta recomendación, por lo que fueron detenidos por personal de Carabineros en estas cuatro noches de celebración, gracias a los numerosos controles realizados tanto en la ruta como en diversas arterias de la ciudad.
De los choferes que conducían en estado de ebriedad y que por resultado de aquello se produjeron accidentes, el caso más importante fue el ocurrido en la esquina de las calles Puritama con Quemazón, donde una imprudencia de uno de los conductores, que no respetó el Disco Pare y terminó impactando a otro vehículo, dejó como resultado a cuatro personas lesionadas de distinta consideración. Además, causó daños materiales en los dos móviles involucrados y en un tercero que estaba estacionado al interior de una casa esquina.
Al respecto, el comandante de Carabineros, Luis Soto, manifestó que "además de las personas detenidas por conducir en estado de ebriedad, se cursaron al menos 130 infracciones por diversas faltas relacionadas con la ley de tránsito. La mayoría de ellas se trató de conductores que lo hacían sin la licencia respectiva".
La autoridad policial ratificó que las infracciones fueron cursadas en su mayoría en zonas aledañas a las ramadas ubicadas en el sector de Las Vegas, pero aclaró que también fueron multados varios conductores en otros puntos de la ciudad.
Comparación
En cuanto a que en todo el país hubo 25 personas fallecidas, la mayoría por atropellos, en 511 accidentes de tránsito al cierre de esta edición y en Calama no se lamentaron muertes, el comandante Soto mencionó que "podemos decir que el comportamiento en la ciudad fue excelente. No hemos tenido situaciones que se puedan calificar como muy graves, no contamos con fallecidos. El balance es muy positivo hasta el minuto en la comuna".
El policía señaló que estas alentadoras cifras en la capital loína se deben a que "la mayoría de los conductores están tomando conciencia de que si beben y conducen, se arriesgan a sufrir ellos un accidente o provocarlo. También se miden porque saben que se exponen a penas duras, como la suspensión de licencia o multas en dinero, lo que finalmente año a año se va reflejando en las estadísticas".
El comandante Soto respecto al comportamiento de los loínos en las ramadas, dijo que "no tuvimos situaciones ajenas a la normalidad. Todo se vivió en un ambiente de completa familiaridad. Gente con ánimo de compartir y pasarlo bien. No tuvimos problema. Tuvimos sólo un par de detenidos por desórdenes menores el pasado viernes. Nada más", cerró el comandante.