Pablo Orellana G.
Se estima que en Calama cerca de un 20 por ciento de las viviendas, principalmente las que se encuentran en poblaciones emblemáticas de la ciudad (23 de Marzo, 21 de Mayo y O'Higgins), estarían en riesgo de derrumbe ante un gran sismo, afectando principalmente a casas de adobe que aún se mantienen en pie pese al paso de los años.
Según el encargado de la Oficina de Emergencia y Protección Civil de Calama, Patricio Sandoval, "este riesgo se mantiene latente puesto que muchas de estas viviendas son de autoconstrucción y en un pasado fueron levantadas sin que se atendieran estándares que hoy son requisitos fundamentales para el emplazamiento de viviendas".
Explicó además que "Calama no cuenta con zonas seguras ante un sismo de gran magnitud porque desde su poblamiento hasta transformarse en una ciudad, no hubo planificación en el desarrollo y crecimiento de la que es hoy la capital de la provincia de El Loa".
Catastro
En la actualidad no existe un catastro exacto "de la cantidad de viviendas que están bajo los estándares de construcción, y nuestra estimación -el 20 por ciento de viviendas en esta condición- se ha hecho de forma informal- a través de recorridos por la ciudad donde se pueden encontrar casas que son de adobe y en algunos casos revestidas con cemento, situación que en nada cambia un riesgo de derrumbe", explicó quien es además superintendente de Bomberos de Calama.
Pese a que es el Servicio de Vivienda y Urbanismo el encargado de realizar el catastro que permita cuantificar de manera exacta y oficial la cantidad de viviendas en riesgo de derrumbes, "existe también la responsabilidad de los propios calameños para evitar situaciones de riesgo o el desplome de sus casas, porque ante un eventual sismo de proporciones estas casas serían las primeras afectadas por ello", agregó el profesional.
Responsabilidad
Otro punto advertido por Patricio Sandoval es que "la población local demuestra poco interés por establecer en sus propios hogares medidas de precaución, zonas de seguridad o bien un plan para hacer frente a una catástrofe natural como puede ser un gran terremoto. Además la poca participación de la comunidad en simulacros hechos en Calama, y que demuestran el desinterés de prepararse ante un movimiento telúrico de gran magnitud".
Otra variable de preocupación son aquellos hogares donde se acostumbra a depositar chatarras, escombros y pertrechos en las techumbres, "porque no sólo debilita las estructuras, sino que además las vuelve más peligrosas ante un derrumbe", agregó Sandoval.
Donde si advierte mayor precaución y trabajo preventivo "es en escuelas, colegios y liceos de Calama, donde constantemente se efectúan operativos de evacuación, y se genera una cultura sísmica que haga frente a un terremoto y para los cual los estudiantes parecen estar mucho más preparados y conscientes de lo que significa el impacto de un sismo, y que para bien del futuro de las generaciones más jóvenes han comprendido su importancia", concluyó.
20 por ciento de las viviendas de Calama presenta riesgo de derrumbes ante un gran terremoto.
1953 año en que Calama registró un sismo grado 7,4 y que remeció a toda la provincia de El Loa.
2012 año en que se realizó el último simulacro de terremoto en Calama y que estuvo a a cargo de la ONEMI.