Una medida conjunta de las policías de Chile, Bolivia, Argentina, Ecuador y Perú, para proteger la especie de la vicuña, se logró en la Reunión Ordinaria del Convenio de la Vicuña, con el fin de resguardar este camélido en peligro de extinción en nuestra región.
Este es un gran paso para poder detener la caza furtiva e indiscriminada y que ocurre en lugares apartados, donde sólo la policía podría acceder y resguardar la especie, junto a brigadas de Conaf o SAG que recorren la zona cordillerana.
De esta manera, se espera que el trabajo policial sea coordinado y pueda dar los frutos y capturar a quienes cazan ilegalmente.
En muchos casos estos animales son desollados vivos para extraer su piel, lo que constituye un abuso animal extremo para un fin comercial.
El objetivo es que las medidas que se adopten para protegerlas sean aprobadas por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES),
Junto a los acuerdos, también se ha reconocido que hay una disminución de la caza furtiva y de su comercio ilegal.
La vicuña vive en el sector de la cordillera de Los Andes en los cinco países que firmaron el acuerdo para incluir a las policías en este trabajo y que en el caso de nuestro país, ya existe un plan conjunto entre el SAG, PDI, Carabineros y el Ejército de Chile.
En nuestra región se han registrado varios hallazgos que apuntan a cazadores furtivos que extraen la piel a vicuñas y cruzan la frontera hacia Bolivia para proseguir con el comercio ilegal de sus pieles y escapar del control policial.
Las vicuñas pastorean en pastizales y bofedales y su riesgo se debe no sólo a la caza, sino que también a la sobre explotación de aguas que secan estos sectores, perdiendo sus lugares de alimentación, pereciendo de hambre.
La vicuña es un animal frágil y de piel fina de gran valor y depende de todos nosotros que esta especie siga existiendo.