Octubre es el mes internacional del cáncer de mama, enfermedad que es la principal causa de muerte, por cáncer, en las mujeres chilenas, falleciendo al año 1.300 y son diagnosticados cerca de 3.300 nuevos casos en el mismo período.
Estas cifras son sólo considerando el sistema público nacional, pues del privado no se tienen mayores antecedentes.
Calama
Después de años de insistencia, la red asistencial pública de Calama contará con un moderno mamógrafo, el que deberá ser instalado y calibrado durante este mes en el anexo del hospital Carlos Cisternas.
Este hecho marca una relevancia absoluta, ya que el examen de la mamografía es la única manera de detectar precozmente el cáncer de mama y darle una posibilidad cierta de mejora a la paciente.
Pero mientras se estuvo a la espera de este equipo, el Servicio de Salud de Antofagasta, en convenio con la Salud Primaria de Calama, facilitó que una cantidad importante de mujeres accediera a este examen.
Según comentó el asesor técnico del departamento de Salud de la Corporación Municipal de Desarrollo Social (Comdes), Moisés Olivares, para el convenio 2015 se destinaron recursos para 1.700 mamografías y 700 eco mamarias, abordando un universo importante de pacientes.
"De las 1.700 mamografías, 1.100 están destinadas para mujeres entre los 50 y 59 años, porque es la edad más crítica para la aparición de esta enfermedad. El resto es para mujeres entre 40 y 50 años y de los 59 en adelante", detalló el profesional.
Lamentablemente, la edad crítica es una etapa difícil de pesquisar y hasta la fecha hay cerca de 800 tomas realizadas, mientras que para los demás grupos en tres meses se agotaron los cupos.
En tanto, el profesional explicó que las eco mamarias son para mujeres de menos de 35 años.
Si bien este es un avance, la salud primaria no puede llegar de manera precoz, ya que la derivación a la toma de exámenes es cuando ya es palpable algún 'poroto' o la mama evidencia algún cambio.
"Tenemos dos modalidades de pesquisa, la primera es la consulta espontánea, cuando la usuaria llega a su consultorio porque tiene alguna molestia o la aparición de una 'pelotita'. La segunda es a través de los controles de distintos programas, como el de planificación familiar, control prenatal o ginecológico. En la consulta tomamos el examen físico, que es la palpación", comentó.
"Es difícil llegar a tiempo, porque si quisiéramos hacer exámenes de pesquisa en realidad necesitaríamos más cupos. Lamentablemente estamos llegando cuando ya hay presencia de alguna patología. Muchas veces es básico, pero un poco tarde", agregó Olivares.
De los exámenes realizados a lo que va del año, 21 casos resultaron alterados, los que fueron derivados a Antofagasta. "Esta cifra ha ido en aumento, cerca de un 3% a un 5% por año".
Corporación
La Corporación Yo Mujer es una entidad sin fines de lucro que entrega apoyo de especialistas y herramientas a la paciente y su familia para enfrentar la enfermedad. Si bien trabaja en Santiago, desde este año comenzó a visitar regiones, siendo la primera ciudad Concepción y el próximo 16 de octubre realizará una jornada en Antofagasta, pues también su misión se basa en educar a la población sana.
La psico-oncóloga y gerente técnico de la entidad, Daniela Rojas, explicó que esta enfermedad no tiene prevención y la importancia absoluta radica en la detección precoz, pues de llegar en las primeras etapas se puede lograr el 95% de recuperación.
Recalcó que no existe "una lista de cosas que se puedan hacer y aseguren que la enfermedad no aparecerá", además comentó que el principal factor de riesgo para tener cáncer de mama "es ser mujer, de hecho la mayoría que presenta la enfermedad no tenía antecedentes de riesgo".
Frente a esto, dijo que si bien siempre se estimula una vida sana, es fundamental, a partir de los 40 años, realizarse la mamografía anualmente y si hay antecedentes familiares hacerlo diez años antes de cuando se le diagnosticó a esa persona.
En tanto, el autoexamen debe estar incorporado "en la rutina de las mujeres, porque hay que aprender a conocer las mamas, su morfología, porque si llegase a haber algo extraño se pueda pesquisar y consultar", dijo la profesional.
Más allá de las evidencias físicas de esta enfermedad, el tema emocional es un aspecto relevante, "ya que es un proceso muy complejo, que a pesar que impacta individualmente, hay factores en común, como la incertidumbre que se inserta e inunda desde el momento que dicen que puede existir algo hasta el diagnóstico y después todo lo que se viene", explicó Daniela Rojas.
En este sentido, dijo que las mujeres se ven colmadas de preguntas que van desde qué pasará en el futuro, hasta cómo afectará a la familia, pasando por los resultados del tratamiento. "La incertidumbre acompaña bastante el proceso, por lo que la educación es fundamental".
Asimismo, precisó que es fundamental que la mujer viva su proceso tal como le parezca y no respondiendo a presiones sociales, que a pesar que se basan en buenas intenciones, pueden derivar en un aislamiento emocional.
"Lo fundamental es que se escuche y vea lo que necesita corporal y emocionalmente. La mayoría de las mujeres deben seguir con sus rutinas, porque la vida sigue, pero aun así es importante contar con redes de apoyo y ojalá especializado, con personas que eduquen bien. Lo relevante es que se debe vivir el proceso de la manera en que se sienta", recalcó la profesional.
"De las 1.700 mamografías, 1.100 están destinadas a mujeres entre los 50 y 59 años, porque es la edad más crítica para la aparición de esta enfermedad". Moisés Olivares Asesor técnico departamento de Salud Comdes
"Lo fundamental es que se escuche y vea lo que necesita corporal y emocionalmente. La mayoría de las mujeres deben seguir con sus rutinas, porque la vida sigue, pero aun así es importante contar con redes de apoyo y ojalá especializado". Daniela Rojas Psico-oncóloga y gerente técnico de la corporación Yo Mujer